jueves, 12 de diciembre de 2013

"Dominican Smörgåsbord"

Aunque casi nadie lo admite, en las actividades sociales los invitados siempre preguntan qué hay de refrigerio y dependiendo del mismo, acceden o no a la invitación formulada.

En nuestro país es de rigor preparar "lo que sea" cuando se trata de una fiesta y máxime si ésta es improvisada.

Aprovechamos cualquier evento para crear una celebración en torno al mismo.

Es común que si alguien se va para Estados Unidos (llegará posiblemente en unos meses) hagamos una fiesta de despedida y cuando retorna la persona de visita, se realiza otra fiesta en su honor.

Si se compra un carro nuevo, la obtención de un trabajo, mudarse a vivir con su pareja, entre múltiples otras igual se lo gozan. Lo peculiar sobre las mismas es que si acontece al revés, ¡también hay fiesta!

Invitado por unos amigos cercanos, les acompañé a un encuentro con motivo de la adquisición de una casa por parte de uno de ellos.

El lugar estaba bien minado de personas así como una vasta decoración, un DJ amenizando con música actual y al fondo, el clásico "chef" contrastando con sus libras el verdadero aspecto físico que se debe tener al comer adecuadamente. Sentados en una mesa inicia el inexorable diálogo...

-"¡Oígame compadre pero usted botó la casa por la ventana!", dice uno de los invitados

-"Gracias compadre, gracias ¡Usted sabe que conseguí este ranchito con mucho sacrificio y había que hacer algo!"

-"¡Eso es así! ¡Usted y su mujer se fajaron para conseguir esta vaina!"

-"¡¿Cómo que el compadre y la mujer?!", intervengo en tono jocoso

-"Oh oh Marquitos ¿Y usted cree que el compadre se guamió todo estos blocks él solito?"

-"Jajaja compadre fuera de chercha y no se me ponga guapito, pero tenga cuidado si a última hora le tiene que dejarle el rancho a la doña jajaja", le digo al nuevo dueño

-"¡Cállese la boca compadre, compadre cállese!", responde en tono musical

-"¡Señores allí hay comida por un tubo así es que a comer!", dice el iniciador del diálogo

-"¡Vayan! ¡vayan! aquí hay comía para todos ustedes"

Entre cuentos de todos los colores, análisis de la política, comentarios deportivos y por supuesto, mujeres, transcurría el tiempo y poco a poco se hizo una enorme fila para ir al buffet. El anfitrión había estado observándome y notaba que sólo comía alimentos que estaban cubiertos de plástico...

-"Pero ven acá Marquitos ¿Y qué es lo que pasa que te veo comiendo cositas ahí?"

-"Jajaja no se preocupe compadre lo que pasa es que ya había comido algo antes de venir a la fiesta"

-"¿Seguro? ¡esta es su casa así es que pierda el miedo!"

En eso llega el animado invitado iniciador del previo diálogo:

-"¡Ofrézcome señores ni cuanta gente en ese bufé! ¡parecen como loco!"

-"Es que están practicando una versión dominicana del Smörgåsbord", le digo

-"¡¿Y qué diablos es esa vaina Marquitos jajaja?!"

-"Es un tipo de comida escandinava que se servía tipo buffet"

-"¿Entonces la tradición de comer en bufé viene de ahí?"

-"Elegir diferentes platos servidos en una mesa y repetir los mismos viene de esa tradición escandinava que se originó en Suecia"

-"Se ve que está bueno el diálogo. ¿Y cómo llega esa cultura a este país?", pregunta el anfitrión

-"Bueno el Smörgåsbord se hizo popular a nivel internacional cuando se realizó La Feria Mundial de 1939 en Nueva York y en un restaurante sueco se sirvió la comida en ese estilo"

-"¡Vaya usted a ver! hemos aprendido algo con usted hoy"

-"Gracias, pero me siento aún mejor con que ustedes me dan la oportunidad de compartir sin aburrirles", le respondo

-"¡Aburrío me voy a poner si no te veo comiendo!", sentencia el anfitrión

Llegadas altas horas de la madrugada, termina la fiesta y cada quien se retira felicitando al nuevo poseedor de hogar.

Al día siguiente me llama "el recién casado" alarmado:

-"¡Marquito y tú no sabe mi hermano que voy a demandar al jodío chef!"

-"¿Demandarlo? ¿Y cómo es eso?"

-"Oh ahora todo el que comió anoche está de carrerita para el baño y me están llamando para quejarse"

-"Bueno es un caso raro que todo el mundo esté así. ¿Tú también te sientes mal?"

-"¡Clarinete mi hermano! ¿Y usted está cogió también?"

-"¡Para nada! jajaja ¡mira! Olvídate de eso y coordinemos otra cosa para el fin de semana y te enfrías con tu gente"

El anfitrión nunca entendió por qué consumía siempre alimentos protegidos en plástico transparente y no los que estaban con papel de aluminio.

Dado el hecho de que había una permanente y sutil calefacción debajo, el calor hacia sudar el papel aluminio y éste expelía pequeñas partículas de metal que caían a los alimentos. Éso fue lo que provocó el malestar estomacal colectivo.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Dominican Smörgåsbord". © 2010-2013 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

3 comentarios:

  1. Es verdad, me paso lo mismo con una compañia de Buffet de aquí, el papel de aluminio estaba gris y me hizo daño la comida, de todo se aprende en este sitio, Bendiciones Marcos.
    Rosario Martínez.

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  2. Barrrbaro, usted siempre con sus vivencias cotidianas, un urra a Marcos!!!! Bendiciones hermano.....Josernesto p.

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