viernes, 30 de julio de 2010

"Indexación Telefónica"

Definitivamente la comunicación celular en nuestro país ha adquirido una importancia tan capital, que el mero hecho de no tener cierto tipo de modelo del codiciado aparato móvil, habla en la psiquis del consumidor compulsivo de quien es quien.

Como es costu
mbre en nuestra cultura, es poco probable que uno se encuentre en un concurrido lugar sin que se inicie automáticamente una conversación de deportes, el costo de la vida, política, carros, féminas, marcas de ropa y en exiguos casos, tecnología.

Para quienes me conocen de hace mucho o leyeron cuentos previos, sabrán de mi negativa al hacer cualquier tipo de fila. Por eso siempre nos gusta llegar con antelación a los lugares de servicios públicos. En este caso, una barbería...

-"¡Buenos días a todos!"

-"¡Oh Don Marcos usted llegó tempranito como siempre!"

-"Esa respuesta acompañada de esa sonrisa risueña dice algo"

-"Je,je,je usted y su eterno afán de analizar a la gente. Fíjese que le había dicho al papá de este jovencito que lo trajera antes que usted y le confieso que no pensaba que llegaría tan pronto"

-"Está claro que después del niño es mi turno, ¿cierto?"

-"¡Claro mi hermano!. Mire, hasta le guardé su periódico y para que vea que hay cariño, ¡una revista de cine!"

-"Bueno, está bien..."

Al lado se encontraba un señor esperando al niño que le cortaban el pelo. Leía ávidamente la sección de deportes mientras emitía opiniones en voz alta al peluquero, quien por supuesto, le llevaba la corriente.

En un abrir y cerrar de ojos, se llena el lugar y entre la manada aparecen dos barriales aspirantes a Porfirio Rubirosa haciendo alarde de sus vehículos prestados, con unos tenis imitaciones de los originales más ajustados que el bikini que usó Bo Derek en la cinta "10" y con abiertas intenciones de 'hacerse un facial '.

Saludan y uno de ellos me pregunta antes de sentarse que si podía leer una parte del periódico que estaba en el largo banco. Asentí a la petición y en eso el que se hacía el facial le dice:

-"Pue sí Rogel, tu tá equivocao' con esa vaina de lo invento. Lo mejol que se ha inventao' son lo celulare men"

-"Yo te digo a ti que hay ma vaina que eso. E' veldá son impoltante pero hay ma' vaina"

-"Vamo hacelo má fácil. Hate una encuetica aqui pa' que tu vea", lo reta.

-"Amigo, dicúlpeme. ¿Le puedo hacé una pregunta?", me dice el que está a mi lado

-"A ver, dígame joven"

-"Mire mi pana y yo tenemo una dicusión de cual ha sío el mejol invento y él dice que lo celulare. Yo le digo que son impoltante, pero que hay ma cosa. ¿Pa' uté que ha sido lo ma' impoltante?"

-"Bueno hay varias cosas como tú le dices a tu amigo. Para mí uno de los mejores inventos fue el acondicionamiento del aire. En países como el nuestro, su uso en lugares cerrados es algo determinante"

-"¡Oye ahí palomo!. Esa ta' buena ja,ja,ja"

Me mira el señor que esperaba al niño y me pregunta:

-"Discúlpeme jovencito, ¿quién fue que inventó el aire acondicionado?"

-"No el aparato. La fórmula para luego crear el aparato. Se llamó Willis Havilan Carrier"

-"¿Americano?"

-"Si señor"

En eso nos interrumpe el del facial:

-"Bueno yo no quiero llevale la corriente al señol, pero pa' mí el celulal ha sío lo mejol que se ha inventao' que pol cielto, tengo que pagá la línea"

Se pone de pie su acompañante y el del facial le pide que vaya a un negocio cercano y le pague la factura. El peluquero ya había terminado con el niño y me invita a sentar.

Tras un prudente rato, retornó Roger y le dice a su amigo que tenía que pagar algo más por unos impuestos y que no podían restablecerle la línea. Incómodo, el del facial se queja con algunos impublicables epítetos en contra de la compañia que le daba servicio.

Sin perder tiempo, su amigo Roger capitaliza la ira de éste para rectificar la discusión original y dirigiéndose a mi, me pregunta:

-"¿Amigo qué uté cree de eta vaina ja,ja,ja?. ¡El hombre ahora no puede resolvé con su mejol invento ja,ja,ja!

-"A su caso le llamaría indexación telefónica"

-"¡¿Inde qué?!"

-"El término obedece, a la corrección de los precios de algunos productos, salarios, tipos de interés, o servicios en este caso, para adecuarlos al alza del nivel general de precios"

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Indexación Telefónica". © 2010 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 23 de julio de 2010

"Sánchez Airlines"

En 1985 me encontraba cursando el 8vo. grado en el Santa Rosa de Lima y debo confesarles que ese curso representó la etapa final de un desmesurado cúmulo de gratas experiencias con ex compañeros de clases desde la etapa básica.

Por diversas razones uno siempre conoce y hace amistades en la escuela cada año. Amistades esas que se van fugazmente y otras, que permenecen con uno hasta el final. De toodas formas, lo que se vive es único.

En mi antiguo colegio, existía una característica en el cuerpo docente que si bien era cierto no eran perfecto, no menos cierto era que estaban cerca de esa condición. Profesores comprometidos con su población estudiantil, llenos de responsabilidad social y con un alto nivel pedagógico.

De tantos buenos profesores que me impartieron clases, la oportunidad le toca en este relato a Ernesto Tolentino. De él recuerdo lúcidamente su impecable forma de escribir, la incidental rectitud, su clásica corrección de tareas firmada con un simple "Visto", su acostumbrada forma de aconsejar con frases populares y obivamente su asignatura: Dibujo Lineal.

En el curso había una ebullición astronómica en los egos de todos los allí congregados debido a que estábamos en la etapa inicial de nuestra adolescencia y esos incontrolables desórdenes hormonales brillaban de formas distintas en la personalidad de cada quien.

Popular por demás, me paseaba en cualquier sitio del aula y era una experiencia única en cada "sector". Como todo lo que sube debe bajar, siempre retornaba a los "files" a juntarme con Danny, Mario, Cesarito, Huáscar y Edward.

Un día cualquiera de ese año recién terminaba el recreo y la materia que nos tocaba era Dibujo Lineal con Tolentino. Muchos entendíamos que era la perfecta antesala previo a la última asignatura...

-"A utede si fué veldá que lo salvó la campana. Ese juego taba apretao'", me dice Mario

-"Apretao' pa' utede me imagino polque si no suena el timbre, hata el diretol iba a anotá je,je,je", le respondo mientras subíamos las escaleras

-"Hey pero no se deseperen que tenemo una cuenta pendiente de tiradera de papele", dice Huáscar

-"¿De papele? ¿Y quién e' que toca?", pregunta Cesarito

-"Oh! ¿y quien má'? ¡Tolentino compadre!" (risas colectivas en ese momento)

-"¡Ja,ja,ja,ja ay mi madre el tolneo sigue ja,ja,ja!", responde Mario frotándose las manos

-"¡Hey hey! ¡no relajen! recuelden que Tolentino la tira dura a vece", dice Edward al final de la fila

-"Ja,ja,ja,ja y cuando viene a vé le rompen lo vidrio de su casa jajaja", dice Huáscar (nuevamente entre risas colectivas)

-"¡No, no! ¡deja que Malco lo diga que él lo imita a nivel!", solicita Danny al momento que todos me piden en conjunto que lo haga

-"¡No le tiren piedra al techo de su vecino si el suyo e' de crital, eh? bueno!.." expresé intentando imitar la voz del profesor


Entramos al aula con auténticas lágrimas en los ojos y muchos de nosotros sosteniéndonos el estómago de tanto esfuerzo físico al reir. Tolentino al vernos expresa:

-"¡Jum! ya yo ví. ¡Aqui va a pasar una hoy día!"

Procedemos a sentarnos. Se pasa la lista y Tolentino nos pone rápidamente unas gráficas en la pizarra para resolver las dimensiones de las mismas. Nos pide que guardemos absoluto silencio ya que procedería a corregir unos temarios.

Estando justo detrás de todo el mundo, tenía un control visual absoluto del aula. Danny, Edward, Huáscar y Cesarito estaban dibividos en grupos de dos a ambos extremos de donde me encontraba junto a Mario.

Arrancamos par de páginas del cuaderno, las envolvemos hasta darles forma esférica con intenciones de lanzárselas a alguien. Le arrojo par a Danny y éste responde rápidamente con dos más.

Al reintentar mi bombardeo me decubre Tolentino:

-"¡Ya sabía yo!. ¡Si me fuera a sacar a la loteria hoy, fuera millonario!. ¡Marcos Sánchez!: ¡salga del curso y no quiero excusas!

Consciente de mi culpabilidad, procedí a salir del aula ante el asombro de muchos y obviamente, la gran risa de Danny.

Me quedo en el pasillo contiguo al aula. En eso, el resto del curso aprovechó el impasse para hablar al unísono y ante la bulla unísona Tolentino les advierte:

-"¡Todavía caben más en el vuelo de Sánchez, bueno...!"

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Sánchez Airlines". © 2010 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 2 de julio de 2010

"El Pago de la Luz"

Irónicamente un relato de esta naturaleza no podría jamás ser obviado dado el hecho de que nos es inherente a todos los dominicanos nacidos, criados y residentes en este bello y único país que por más que se ha hablado y criticado, se le extraña astronómicamente cuando se está lejos de él.

Un problema que parece no tener fin, es el eterno caso de la energía eléctrica.

Todo el mundo sabe que la situación se resuelve educando a los usuarios y descartada la idea desde hace muchos años que se trataba de un asunto de distribución o generación.

Una vez alguien se conecta ilegalmente, es difícil convencerle que pague el servicio.

Desde una edad temprana siempre nos ha gustado buscar la manera diligente en resolver situaciones y así evitarnos múltiples malos ratos.

Una de las acciones que siempre hemos detestado es hacer fila. Todo tipo de fila: para comer, canjear un cheque y/o depositar y la peor de todas, pagar por un servicio básico, en este caso, la popularmente llamada “luz”…

-“Yo no sé cómo e’que tan la cosa en ete paí. Eta vaina siempre ta’llena de gente pagando el jodío selvicio ete de lú”, me aborda un conversador señor

-“Sí. Fíjese que hay mucha gente que paga de verdad”

-“¡Yo no sé pa’qué!. ¡Aquí uté tiene que pagá la suya y la de to’lo vivo que se pegan de uté!. ¡Hablan pendejá de que van a resolvé y pasan mil año y na’!”

-“Bueno por lo menos usted goza siempre de su servicio. Lo digo porque se nota que siempre paga a tiempo”

-“Ay mijo jejejeje. ¿Pagá a tiempo?. Ete negocio e’redondo pa’to’ello’. ¡Si uté no paga ante del famoso ventiocho se alma la del mimísimo diablo mi helmano!”

-“Mire, no quisiera llevarle la contraria, pero una gran parte de la culpa la tenemos nosotros los usuarios. La gente no quiere educarse”

-“¿Y tu cree que e’asunto de educación?. ¿Cómo se resuelve eta vaina?. ¿Diciéndole a la gente que use na’má do’ bombillito en su rancho?”

-“Precisamente a eso me refería. La mayor cantidad de energía utilizada radica en el uso indiscriminado de los efectos electrónicos que regulan la temperatura. Los bombillos es una parte complementaria, pero no tan significativa”

-“¿Y que tú sugiere en ese sentido?. Ete e’un paí donde la calol mata a uno to’el año”

-“Usar adecuadamente el acondicionador de aire. Verificar en su factura su cargo fijo por consumo y de ahí, usted regula el uso de los efectos electrónicos y en el caso de los bombillos, hacerse de los de bajo consumo”

-“Bueno mijo si uté no tuviera en la fila, le dijera que uté trabaja pa’eta gente. Uté suena convincente”

-“Es la realidad señor. Hay gente que deja iluminada su casa toda la noche y parte del día. Usan el microondas a más no poder o quizás la tostadora, plancha, un blower a todo dar o dejan la puerta de la nevera abierta”

-“Jejeje qué comico e’uté jejeje. Uté quiere decí que hata hay que controlá el abrí y cerrá la puelta de la nevera jejejeje”

-“Cuando más consumo hay en cuando se abre la puerta. No sé si se ha fijado que se enciende el bombillo que da luz al interior de la misma. Amén de eso, al abrir la puerta se registra el consumo”

-“¡Mire como son la vaina de la vida!. No sabía ese dato. Una pregunta fuera de juego amiguito...”, me mira de arriba hacia abajo.

-“Si, por supuesto. Dígame”

-“¿Pol qué uté no tiene el ticket de tulno con eta fila de aquí a Nagua?”

-“En realidad no vine a pagar la luz señor. Vine a brindar un servicio pedagógico”

-“¿Uté da clase?”

-“De Inglés señor. A sus órdenes”

-“¡Mire qué bien!. Mi hijo lo tengo en eso”

-“Si, lo sé su hijo fue mi alumno hace ya un tiempo”

-“¿Ah, si?. Mire que chiquito e’el mundo”

-“Si. Me detuve aquí a esperar que llegara la persona a quien espero y al verlo exaltado, decidí sentarme a su lado y así conversar”

-“Te lo agradeco mijo. Ecúsame por mi conduta, pero tu sabe cómo se pone uno a vece”

-“No se preocupe. Ahora si me disculpa, debo dejarle pues acaba de llegar la persona por quien esperaba”

Me retiro a dar mis clases y al finalizar, salgo del sitio y casualmente me encuentro al señor en las afueras de las instalaciones:

-“¡Profesol!”

-“¡Hola otra vez!. ¿Llegó a pagar?”

-“¡No que va!. ¡Esa gente me querían engañá con un lío de fecha en la fatura!. Mira a vé y chequéame pol favol”

-“Señor, la fecha que dice su factura en realidad tiene un mes exacto para el pago de la misma. Usted en está pagando un servicio que ya le brindaron y tiene todo un mes para pagar el siguiente”

-“¿Seguro que uté no trabaja con eta gente?”

Mientras sigamos manteniendo esa postura ante las cosas que nos presenta la vida, será difícil ver un cambio. Necesitamos educarnos en muchos aspectos y fuera de creernos que nos las sabemos todas, preguntemos que no nos cuesta nada.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: “El Pago de La Luz”. © 2010 Marcos Sánchez. Derechos reservados.