La tradición en nuestro país de vestirse de Diablo Cojuelo data de los 70 cuando se iniciaron a organizar las comparsas y con ellas, el surgimiento de los personajes.
En el argot popular la gente les llama "cajuelo" cuando en realidad es "cojuelo".
Paradójicamente, el personaje en sí posee características negativas, no obstante y muy lejos de hacer maldad, el diablo cojuelo es una figura llena de colorido y dinamismo más los aderezos de danza y la inevitable vejiga.
Recuerdo que de niño, Doña Candita, madre de Henry (gran amigo de infancia y homólogo en locución), tenía como oficio coser por encargo.
En mi barrio todo el mundo tuvo la oportunidad de vivir prácticamente todas las experiencias culturales de la época y vestirse de diablo cojuelo, era una de ellas.
Por fin se logra convencer a Doña Candita y me hacen un sencillo traje a dos tonos (blanco y negro) y en la capa, una interminable cantidad de espejitos y campanitas.
Cuando decidí unirme a un grupo de gente con trajes, no tenía idea de lo mucho que había que caminar y la terrible sed que daba, pero fue una época muy bonita.
Hace un par de días estaba sentado en un reconocido restaurant de la ciudad y se desarrolló el siguiente diálogo:
-"¿¡Hey mi helmano, cómo 'tá uté!?"
-"Todo bien gracias a Dios. ¿Y tú?"
-"Tranquilito, tranquilito. Uté no e'fácil, Se da su retaurantico je,je,je"
-"En realidad espero a alguien aquí para ultimar detalles sobre unas clases"
-"Pero debe ser un cliente full porque aquí le cobran a uno hata la repiración!"
-"Si supieras que no fue el cliente quien eligió el lugar. Fui yo"
-"¡Ah!, pero uté entonce ta' buchú je,je,je"
-"Para nada. Simplemente es un cliente importante y lejos de impresionar, lo imperativo aquí es rodearse de una atmósfera agradable"
-"¡Hermano, pero definitivamente uté e' una etrella!. Le dejo que entré pa'í pal baño"
Justo al retirarse, los hijos de los dueños del restaurant salen corriendo con trajes de diablos cojuelos al momento que le exigían que los llevara al parque. En eso sale del baño la persona que me saludó y me dice:
-"¡Oh licenciado! parece que lo van a dejá eperando"
Le contesto con una forzada sonrisa y miro mi reloj. Evidentemente había pasado un tiempo prudente y me decido a llamar. Para mi frustración, me salía la mensajería de voz y tras varios intentos, doy por cancelado el encuentro.
En el argot popular la gente les llama "cajuelo" cuando en realidad es "cojuelo".
Paradójicamente, el personaje en sí posee características negativas, no obstante y muy lejos de hacer maldad, el diablo cojuelo es una figura llena de colorido y dinamismo más los aderezos de danza y la inevitable vejiga.
Recuerdo que de niño, Doña Candita, madre de Henry (gran amigo de infancia y homólogo en locución), tenía como oficio coser por encargo.
En mi barrio todo el mundo tuvo la oportunidad de vivir prácticamente todas las experiencias culturales de la época y vestirse de diablo cojuelo, era una de ellas.
Por fin se logra convencer a Doña Candita y me hacen un sencillo traje a dos tonos (blanco y negro) y en la capa, una interminable cantidad de espejitos y campanitas.
Cuando decidí unirme a un grupo de gente con trajes, no tenía idea de lo mucho que había que caminar y la terrible sed que daba, pero fue una época muy bonita.
Hace un par de días estaba sentado en un reconocido restaurant de la ciudad y se desarrolló el siguiente diálogo:
-"¿¡Hey mi helmano, cómo 'tá uté!?"
-"Todo bien gracias a Dios. ¿Y tú?"
-"Tranquilito, tranquilito. Uté no e'fácil, Se da su retaurantico je,je,je"
-"En realidad espero a alguien aquí para ultimar detalles sobre unas clases"
-"Pero debe ser un cliente full porque aquí le cobran a uno hata la repiración!"
-"Si supieras que no fue el cliente quien eligió el lugar. Fui yo"
-"¡Ah!, pero uté entonce ta' buchú je,je,je"
-"Para nada. Simplemente es un cliente importante y lejos de impresionar, lo imperativo aquí es rodearse de una atmósfera agradable"
-"¡Hermano, pero definitivamente uté e' una etrella!. Le dejo que entré pa'í pal baño"
Justo al retirarse, los hijos de los dueños del restaurant salen corriendo con trajes de diablos cojuelos al momento que le exigían que los llevara al parque. En eso sale del baño la persona que me saludó y me dice:
-"¡Oh licenciado! parece que lo van a dejá eperando"
Le contesto con una forzada sonrisa y miro mi reloj. Evidentemente había pasado un tiempo prudente y me decido a llamar. Para mi frustración, me salía la mensajería de voz y tras varios intentos, doy por cancelado el encuentro.
Pago lo que consumí y me dirijo al área del parque para distraerme un poco visualmente.
Una buena cantidad de gente había en el citado lugar, niños corriendo y gritando, vehículos con música más alta que las antiguas Torres Gemelas confundiéndose entre sí con Reggaetón, Dembow, Hip Hop estadounidense y Rap Dominicano.
Sigo caminando y veo que ahora todo es muy distinto a mi época y al mirar a diestra y siniestra lo que se veía era jovencitas con caras pintadas, jeans descaderados y unos movimientos ultra sensuales.
Me quedo "vendido" mirando el espectáculo gratis de oxigenación visual y de repente emulé la creencia popular del término "cojuelo": resbalé y al levantarme quedé medio cojo.
En eso, veo que un diablo cojuelo con características femeninas que se queda mirándome fijamente y emprende una corrida hacia mi. Era evidente que sus intenciones de "sobarme" con la vejiga y una vez estando a unos dos metros de distancia entre sí le digo con cara de Rambo:
-"¡Psst! mucho cuidadito con darme con esa vaina!"
Se echa a reír y me dice con voz engolada:
-"¿Qué va pasá tíchel?"
Reacciono extrañamente frunciendo el ceño y riéndose, el cojuelo se quita la máscara y me asombro aún más:
-"Ecúseme que no fuí a la cita. Ete e' mi segundo año en el carnaval tíchel"
En nuestro país, para disfrutar a plenitud de originales disfraces de diablos cojuelos, hay que ir al Carnaval de La Vega.
Los personajes de carnaval más populares en nuestra cultura son "Roba La Gallina", "Se Me Muere Rebeca", "Califé", "Los Africanos", "Los Indios", "Nicolás Den Den", "La Muerte", "Los Platanuses", "Los Alí Babá", "Los Pirulíes", "El Doctor", "Los Trasvestis", "El Papelón", "Los Galleros", "Las Marimantas" y "Los Monos de Simonico".
Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Los Diablos Cojuelos”. © 2010, 2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados. Foto: © 2008 Manuel Sierra.