viernes, 6 de junio de 2014

"El Piki Parte Atrás..."


En 1987 la discoteca ‘El Piki’ era una cita obligada para adolescentes ya que representaba la oportunidad de verte con alguna chica e invitarla a bailar objetando así positivamente el hecho de no poder entrar a Abraxas, la disco de al lado.

Una característica bastante singular que poseía ‘El Piki’ era que la parte frontal del negocio consistía en una pizzería, mientras que la parte de atrás era una discoteca.

Como la economía era estable, el dinero le rendía a uno bastante y existía la posibilidad de consumir tanto en la pizzería como en la disco.

Si el tiempo -dado a nivel de permiso- era limitado, entonces uno optaba exclusivamente por ir a la pizzería, consumir refrescos y por supuesto, comer la clásica pizza de jamón y queso.
En el caso contrario a lo previamente expuesto, se tomaba la famosa alternativa de “El Piki palte atrá” por tratarse de algo más discreto.

Para quien divisara el vehículo en que uno andara, el hecho de precisar dónde uno se encontraba, le sería una tarea de triple búsqueda: o verificaba en ‘Disco-Terraza Taco’ (ubicada al frente de El Piki), Abraxas o el mencionado El Piki. Era una estrategia para despistar a personas que francamente le dañarían a uno la noche.

Un dato de suma relevancia, era el hecho de que mi motoneta en ese momento significaba todo un acontecimiento debido dos factores determinantes: era la única de su tipo en toda la ciudad y andar en motocicletas automáticas era algo poco usual. Tuve el privilegio de poseer una Honda Flush, que como decía Vladimir María (hermano de Chichí Michelin), era un ‘Ferrari de dos ruedas’.

En tiempo récord había capitalizado mi popularidad debido a la famosa Flush y en lugares en donde nadie me conocía por mi nombre de pila, me tildaban como ‘el chamaquito de la passolita roja’ y otros se atrevieron a llamarme ‘Marcos Flush’. Aquí es donde inicia este relato:

-“Oye Malquito,
¿qué va sé eta noche?”, me pregunta Carlos ‘La Tanga’, célebre personaje de mi barrio por ‘sabérselas todas’, sobre todo en asuntos de faldas.

-“No sé. A lo mejol salga a da una vuelta con lo muchacho por ahí”, le digo.

-“Esa vaina de da vuelta te va a mariá. Uté lo que tiene que hacé e’ cojé conmigo pa’brasa”, me dice en tono exigente.

-“
¡Abraxas?!, ¿tú te tá’ volviendo loco Carlo?. A mí no me dejan entrá por ser menor”

-“
¡Ya le dije!.Si pasa por allá ma’ talde uté va a entrá atento a mí”, sentencia.

Me despido de él y salgo a dar mi rutinaria vuelta de reconocimiento que iniciaba en Las Piedras, seguía en Papagayo y ahí mismo, Preconca Vieja y Nueva.

Eran cuatro paradas obligadas en donde visitaba amistades y también admiradoras. En mi última parada en Preconca Vieja, voy a la casa de una amiga escolar quien tenía una fiesta en su casa y me había invitado bajo la promesa de presentarme una amiga de ésta a quien me interesaba conocer.

Estando ya en la fiesta, me presentan a la chica y rápidamente coordinamos ir al Piki. Accede sin problemas. Nos despedimos de la ahora amiga en común y nos retiramos:

-“
¡Oye pero eta passolita corre mucho!”

-“Asi es. Tiene una salida bien rápida”

-“Mira hay algo que tienes que sabel. Yo no vivo por aquí arriba, mi casa e’ por el Mutualita”

-“
¡Pero eso e’ pa’llá bajo! ¿Y por qué no me dijiste y así te pasaba a buscar por allá?”

-“Lo que pasa e’ que le dije a mi mamá que iba pa’una fieta de una amiga en Papagayo”

-“
¿En Papagayo o en Preconca Vieja?”

-“Eso mimo... Pa’mí son la mima cosa... total quedan celquita”

-“
¿Y a qué hora le dijite a tu mamá que volvía?”

-“
¡Qué sé yo! A la hora que se terminara la fieta... ¡Dime tú!”

-“Jejeje Ay mi madre jejeje
¡que te diga yo! ¡Bueno! Son ahora la 8:30 PM. ¿Qué te parece a la 10:30 PM?”

-“Mmmm, sí ta’bien. Podemo’ quedano hata lasonse y me lleva a donde mi amiga pa’que su papá me lleve a mi casa”.

-“
¡Perfecto!”

Llegamos sin pormenores al Piki y acto seguido parquié la Flush, nos dirigimos directamente a la discoteca. Al llegar, pongo en práctica uno de los trucos que Carlos ‘La Tanga’ nos había enseñado en el barrio: al pagar, te sellaban en una de las manos y antes que se secara la tinta, uno la dilataba soplándola para de esa forma, imprimírsela a la otra persona que entraría de gratis:

-“
¡Tú no ere’ fácil Malquito!”, me dice asombrada mi acompañante.

-“Jejeje
¿pa’qué pagá doble si se puede hacer esto?”, le digo.

Entramos al ‘Piki parte atrás’. El ambiente estaba con un aire que daba la hora. Rápidamente nos ubicamos bien cerca del área de la cabina del DJ.
¡Pedimos un servicio de Barceló “cuatro filo” e inicia la muela desenfrenada!

Entre pláticas y pláticas, nos íbamos a bailar, volvíamos a sentarnos y así sucesivamente. Los sets en ese entonces eran más dinámicos e interesantes que ahora: había un set de cuatro temas de Merengue, Salsa, Música Americana (música bailable en Inglés)
¡y los esperadísimos sets de boleros!

En éstos últimos, uno se aprovechaba porque se sabía de antemano que eran cuatro baladas consecutivas y si usted no ligaba allí mi hermano(a), olvidarse del asunto era lo más lógico.

Tras haber finalizado con éxito el esperado set de boleros, nos disponemos a sentarnos. Mi estado anímico estaba sumamente acelerado (habían ya 3 servicios de cuatro filo abajo) y de haber existido Los Sabrosos del Merengue en esa época, iban a tener que cederme el término de ‘sabroso’ porque lo estaba 100%:

-“Que bien me he sentido aquí contigo Marcos”, me dice la fémina con ojos en Saturno.

-“Esa era la idea”, le digo bien animado al momento que le doy un largo beso.

-“
¡Mira! ¡Ya tienes que llevame... ‘¡Ta talde... van a sé lasonse!”, me dice entre ‘tengo que irme, pero me quiero quedar’.

-“OK. Déjame ir al baño”

Al llegar al baño de caballeros, me impide la entrada uno de los camareros y me comunica que no se encontraba en servicio. Gentilmente me indica que fuera al de la pizzeria. Hago lo propio y al salir me encuentro con Carlos ‘La Tanga’ prendío como dos bombillas del estadio:

-“
¡Padrote! ¡Vengacá mi helmano! Tú sabe que yo te quiero mucho a tí y a Alturito... ¡Utede son miselmano del barrio!”, me comenta abrazándome.

Sin medir palabras o darme tiempo de nada, me toma del antebrazo y me dice halándome:

-“¡Ven, vamo’ pa’brasa!”

-“
¡No, no Carlo! Ando con una novia y me ta’ eperando en la dicoteca del Piki”

-“
¡Mire carajo! ¡Nadie le dice que no a La Tanga!”, me va sentenciando mientras me va llevando para Abraxas.

En la puerta no hubo inconvenientes ya que él era conocido. Una vez en el interior, nos sentamos en el bar. Pide una cerveza para mí y un Palo Viejo para él. Notando el estado en que se encontraba, el bar tender le dice que lo que había era Brugal y Carlos asintió.

A sabiendas que no podía mezclar, accedo a tomarme la cerveza para ver si lo entretengo y así zafármele. Inútilmente traté de convencerlo de que me dejara ir porque en realidad tenía a alguien esperándome y no fue hasta que se acercó una mujer que le advirtió que se preparara porque venía el set de boleros.

Carlos es llevado a su pista y aprovecho para salir y me encuentro con la fémina bien desesperada mirando el reloj y me dice:

-“
¡¿Y dónde tú ‘taba?! ¡Mira que hora e’! son lasonse y media! ¡Mi amiga me va a matá!”

-“Después te explico. Ven vámonos”

-“
¡Pero no pa’ donde mi amiga! ¡Tu ta’ loco!? ¡A eta hora no puedo llegá allá... Me da velgüenza!”

-“
¡Pero ven vamos! ¡la Flush corre rápido!"

Subimos a Preconca Vieja y al llegar, la fiesta de la amiga se había acabado. No había tiempo que perder porque de presentarse a las 12:00 AM sin el papá de su amiga, ella tendría serios problemas.

Unos tres llamados medio sutiles por la ventana frontal de la casa de la amiga, mas no hubo nunca respuesta. Una sólida tensión se notaba en su aspecto y es entonces cuando le digo:

-“
¡Mira vámonos que tu papá no come gente!”

-“No, lo que pasa e’ que…”

-“
¡No va a pasar nada! ¡Vámonos dije ya!”

Llegamos faltando cinco minutos para la media noche. Al ella decirme que vivía por el Mutualista, imaginé que se trataba de Chicago o quizás Savica, pero no eran ninguno de los dos sectores y resultó que ella vivía en la parte trasera de un caserío rumbo a la Avenida Libertad.

Con el corazón en la boca, agarro mi mujer de manos y nos adentramos al lúgubre callejón. Al final del mismo había una modesta casa con puerta de zinc por donde se podía ver un tenue bombillo encendido como muestra de que estaban levantados.

Tras unos minutos de vacilación, se decide a tocar y al yo ver que alguien abría la puerta, medio me alejo en la penumbra con la clara intención de que no me vieran.

De un momento a otro, se cierra la puerta y se escucha la voz de una señora (presumiblemente su mamá) que vociferaba:

-“
¡No!, ¡no!, ¡no le dé!”

Sale la fémina por un lateral de la maltrecha residencia y me dice:

-“
¡Vete Marcos que e’ a ti que te van a dá!”

Salgo idéntico a los ‘100 Metros Planos’ y llego bien rápido a donde se encontraba la Flush, me subo en mi passola y arranco sin rumbo fijo.

Entre calle y calle, llegué a la Dr. Teófilo Ferry y al divisar qué calle era, arranqué hacia arriba sin medir si era una vía y pasando las esquinas a cieguitas, llegué a mi casa.

Al día siguiente coincidí con la amiga de Preconca Vieja quien me comunicó que el caballero no era su papá sino su padrastro y que quería hablar conmigo para conocerme. Respondí naturalmente:

-“
¡¿Y e’ fácil?!”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "El Piki Parte Atrás". © 2009-2012-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 9 de mayo de 2014

"Recuerdos Negativos"

Una de las actividades que más gusta al ser humano es recordar hechos que le traigan satisfacción en varios órdenes.

No obstante, debemos sentenciar que por desgracia, no somos perfectos y también se incluyen memorias no gratas de algún evento negativo.

Si nos preguntaran qué quisiéramos recordar de acciones pasadas en nuestras vidas, la respuesta obligatoria y más socorrida fuera la inclinada a todo lo que nos haga reir o nos haga sentir bien.

Lo bueno es que mirar un acontecer desagradable del pasado, podría cambiar...

-"Excúsame la tardanza, pero llegué tan pronto como pude ¡Este tránsito es cada vez más caótico!"

-"No te preocupes. Gracias por venir..."

-"¿Qué es lo que te aterra que sonabas a ultratumba cuando me llamaste?"

-"No sé ni por dónde empezar Marcos. A lo mejor pensarás que soy un muchacho..."

-"Si vine es porque no estoy prejuiciado contigo. Además me honra que me consideres tu amigo y aquí estoy para darle crédito a eso"

-"...gracias de verdad...mira " (suspira hondamente) -"...estoy atravesando por una situación que si bien no me tiene loco, falta poco..."

-"Pronto seremos dos si continúas vacilando. ¿Qué es lo que te atormenta?"

-"...del tema que habíamos hablado aquella vez..."

-"¿Te cuesta tanto decir que es sobre una mujer?"

-"...es que..."

-"...temías una represalia y estas equivocado. Somos humanos, no máquinas amigo mío. Cada quien tiene su respectiva forma de cómo manejar las situaciones del corazón"

-"...yo creo que soy la excepción... ¡Hemos hablado de esta vaina ya tantas veces!"

-"¡Hey! ¡cálmate! 
¡Desahógate ya y dime esta vez! ¿qué es lo que pasa?"

-"¡Por más empeño que pongo de mi parte no logro sacarme esa jodida mujer de mi cabeza!"

-"¿Y por qué simplemente no dejas ir esos recuerdos y ya?"

-"No sé...es que todas las cosas me la recuerdan ¡Y lo que me causa es angustia y rabia a la vez!"

-"Has considerado..."

-"...¡¿el qué?!, ¡¿tú estas loco?!"

-"Pero, no me has dejado expresarme"

-"¡Tú me conoces bien! ¡¿Cómo crees que voy a tentar en contra de mi vida?! ¡Por Dios!"

-"Me agrada sobremanera escuchar eso, pero me iba a referir a la búsqueda de ayuda profesional"

-"¿Tú también eres del grupo que piensa que estoy loco? ¡Se supone que eres mi amigo! ¡Yo no necesito psiquiatra!"

-"Los Psiquiatras amigo mío, se encargan de tratar los trastornos mentales y mi sugerencia era referirte a un Psicólogo"

-"¡Para mí son las misma vaina!"

-"Bueno, cuando dejes tu actitud infantil podremos continuar si es eso en realidad lo que deseas"

-"...te pido me disculpes..."

-"No tiene nada de malo que un profesional de la conducta trate tu caso. El hecho de que busques ayuda no te tipifica como inadaptado"

-"Man..te agradezco todo esto de verdad..."

-"No voy a darte cátedras de esto, pero no estaría mal chequear por dónde andan tus pensamientos, emociones y tu conducta"

"¡Me da apuros ir! ¡Lo único que quiero es olvidar ese capítulo negro de mi vida!"

-"Metirapona...aunque falta probar si funciona..."

-"¡¿Meti qué?! ¡¿De qué hablas?!"

-"Quieras o no tendrás que tratarte con un profesional en la conducta. Si quieres, te acompaño y así verás que el mundo no se acaba"

-"Tomaré tu consejo, pero no me dijiste qué era eso que mencionaste. ¿Es un método?"

-"Jajaja ¡No! es una nueva droga que supuestamente ayudará a borrar las emociones negativas almacenadas en el cerebro"

-"¡Virgen Santa! ¡Estas viendo demasiadas películas de ciencia-ficción!"

-"Si los resultados son promisorios, pronto la Metirapona será una realidad"

-"Suenas muy convencido"

-"Por supuesto y créeme: Si no decides tratarte, quien pasará a ser ficción próximamente serás tú amigo mío. ¡Anímate y mañana iremos al Psicólogo!"

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Recuerdos Negativos". © 2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 2 de mayo de 2014

"El Amigómetro"

Tener amistades es una condición invaluable en la gran mayoría de los casos de nuestras vidas.

Aunque es bien difícil conseguir un amigo o amiga verdadera, la búsqueda del mismo se hace siempre una constante ya que necesitamos de ese alguien especial para comentarle nuestras alegrías y nuestras penas.

Debido a diversas razones, decir a viva voz que se tiene un mejor amigo o amiga es un caso de suma extinción en nuestros días. Ese nivel de relación no se consigue en unos días o salidas de fiestas, encuentros sociales, giras a la playa o idas a ver un juego de tu equipo favorito en una disciplina determinada.

Tampoco se obtiene con forzosos regalos materiales para cumplir con una imposición social o mantener hegemonía en comparación a los demás. Tener un mejor amigo va mucho más allá de todas esas cosas banales. Es un tema complejo debido a que la pureza abnegada y desinteresada de un auténtico amigo es casi imperceptible al ojo humano.

Nosotros no pretendemos dar cátedras de amistad, pero sí compartimos nuestras experiencias a los fines de ser utilizadas de la mejor forma por quienes nos siguen.

La gesta de una amistad tangible muchas veces nace partir de la intención espontánea con que recibimos dosis de afecto y múltiples tipos de ejemplos de autoayuda, entre otras cosas.

Puede surgir en la infancia, adolescencia o ya en la adultez. Si es en el caso de la niñez, y ésta se mantiene fiel a los valores previamente señalados, es casi impenetrable algún elemento nocivo en ella. En la adolescencia no es distinto si es honesta desde su irrupción y ya de adulto, es un caso relegado a señaladas excepciones.

Actualmente quienes se hacen llamar tus amigos son un desmesurado grupo de oportunistas que bien utilizan de forma descarada el hecho de beneficiarse del ambiente que rodea a uno para "sentirse permeados" y así darle forma a su patética existencia.

Lo bueno de todo esto es que debemos estar claros que ninguno de esos advenedizos están presentes en nuestros álbumes de recuerdo escolar, actividades tradicionales, laborales ni mucho menos familiares.

Consciente de ese hecho, de usted depende a quién le permitirá acceder a su entorno aunque al final, tanto los originales como los fabricados, varones o hembras, terminan hablando de uno...

-“Quería comentarte algo sobre el número de amigos que tienes en tu red social”

-“No me digas que tú eres del grupito que sólo entra para ver un número más en ese apartado”

-“Bueno, Marcos lo que pasa es que las redes sociales son para hacer amistades ¿o no?”

-“Yo las veo como una forma de socializar en vez de hacer amistades. ¿Cómo puedes tú decir que alguien es amigo tuyo por el simple hecho de que te reconoció por algo que hiciste o por alguna referencia?”

-“No lo había pensado desde ese punto de vista, pero total uno habla con quien uno quiere jejeje”

-“¿Y qué sentido tiene entonces sumar un número que no te beneficiará en nada? ¡socialmente en este caso que se sepa!”

-“En eso debo darte la razón. Lo que pasa es que uno puede llegar a conocer a alguien por esa vía y además tú mismo eres de los que dice que el ser humano no está diseñado para estar solo”

-“Es cierto. La soledad no es buena aliada”

-“Ah ¿tú ves?, ¡entonces no me vengas tú a decir que todos tus contactos son amigos tuyos!”

-“No lo son, pero en su gran mayoría fueron ex alumnos, ex compañeros de estudio o de trabajo. Otro enorme grupo son personas que les agrada el tipo de trabajo que hago como figura pública”

-“¿Quieres decir entonces que seleccionas tus solicitudes de amistad?”

-“Es un proceso. Si es alguien conocido después de rectificar, le acepto. Si no es alguien de mi entorno, lo primero que hago es enviarle un mensaje en privado para determinar si es un seguidor motivado por nuestro trabajo”

-“¡Pero imagínate tú! ¡Ese es un trabajo arduo!”

-“No estoy obligado a hacerlo en un mismo día como tampoco veo extraño que sepas con quien deseas entablar una “amistad”. ¿Qué gano aceptando a alguien que realmente no ve mis programas, lee mis cuentos o visita mis blogs?”

-“Ok, te entiendo en ese sentido, pero no es que quiera llevarte la contraria…”

-“…ni yo imponerme a tus creencias”

-“Bueno, mira lo que pasa es que estoy cansada de tratar con cierto tipo de amigos que uno tiene y decidí buscar nuevas amistades aprovechando la fiebre de las redes sociales”

-“A lo que te refieres es que ¿dejas a tus amigos de siempre para buscar nuevos en la internet porque te han decepcionado?”

-“Más o menos, lo que pasa es que a veces confías demasiado en alguien y de buenas a primeras, te enteras que han hablado a tus espaldas. Yo no sé a ti, pero esa vaina a mi me duele”

-“Je,je,je”

-“¿De qué te ríes? No le veo nada de gracia al asunto”

-“No me río de ti, lo que pasa es que me acordé de algo que mi hermano me había dicho respecto a las amistades e irónicamente se asemeja mucho a tu caso je,je,je”

-“¿Ah si? ¿Y de qué se trata para yo también gozármelo?”

-“Es algo simple. Analizaba el comportamiento de los amigos respecto a las cosas que le pasan a uno y de repente surgió un curiosa pregunta jejeje”

-“¡Me tienes en suspenso! ¡¿Cuál es la pregunta?!”

-“¿Qué haríamos si existiera una especie de amigómetro, un aparato que pudiera decirnos lo que nuestros amigos dicen de uno a nuestras espaldas?”

-“¡No quisiera imaginarme!”

-“De eso se trata. Quienes hablan de uno generalmente son las amistades. Nadie que no te conozca podrá hacerlo con propiedad. Mi consejo es que limes asperezas con esa persona y hagan las paces”

-“Gracias por tu consejo, lo tomaré en cuenta. ¿Puedo hacerte una pregunta?”

-“¡Por supuesto!”

-“¿A ti te gustaría tener un amigómetro?”

-“¡Para nada! Fíjate que ahora hablábamos de alguien sin estar presente. Si esa persona se entera con el aparato que hablábamos de él o ella, estaría conforme con el final de nuestra conversación, pero si fueran comentarios negativos, ¿qué pasaría?”

-“…tienes razón…”

-“Si esa persona es amiga tuya de verdad, siéntense y hablen cara a cara”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "El Amigómetro". © 2011 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 25 de abril de 2014

"Analgésico Fotográfico"

Uno de los factores que el ser humano menos desea experimentar es la nostalgia.

Cuando se nos va alguien por un tiempo solo queda el recuerdo físico de algo que nos haya dejado, pero sin lugar a dudas el mejor de todos, es la fotografía.

De hecho, el término "fotografía" se empleó por primera vez el 25 de Febrero de 1839 cuando el astrónomo alemán Johann Heinrich von Mädler la utilizó en el periódico de su país, Vossische Zeitung.

Está documentado que en Marzo de ese año, Sir John Frederick William Herschel, renombrado matemático, astrónomo, quimico y fotógrafo-inventor experimental inglés, la dio a conocer mundialmente.

De todas formas, capturar un momento de nuestra existencia en una fotografía, nos servirá para referencia obligatoria a futuras generaciones.

Desde que tengo uso de memoria, las fotos han sido una constante en la vida de todo quien nos rodea. Sin embargo me encontré con un curioso caso hace ya un tiempo no tan distante...

-"Buenas tardes señorita"

-"Buenas tardes señor ¿Es usted el Intérprete?"

-"Sí para servirle"

-"Mi jefe me dijo que le vaya verificando estas hojas en lo que llega"

-"Discúlpeme joven ¿Le mencionó él si éste era el trabajo?"

-"Bueno, sólo me dijo que le pidiera si podía traducirle estos documentos"

-"OK. Gracias"

Me encontraba en una oficina de un reconocido empresario de la construcción y el flujo de varias personas era interminable. Convergían además empleados internos y externos junto a innumerables clientes.

La recepcionista me hizo la vida cómoda al invitarme a pasar a un salón en donde tendría absoluta libertad de espacio y también un fino escritorio para apoyar. Anexo, estaba la ambientación, que bien parecia un sepulcro dado el dominante silencio que regenteaba el lugar.

Terminé la traducción en unos 15 minutos y opté por quedarme allí hasta que la joven me llamara.

Las modernas puertas de cristal, le permitían a uno poder tener contacto visual con casi todo el perímetro de la recepción más la entrada principal del edificio.

Miraba con sumo asombro cómo la recepcionista miraba fijamente un portaretratos cada vez que levantaba la mirada. No podía definir su fabricación, pero la estructura emulaba un tradicional portaretrato de madera, aunque la fijación visual de la muchacha me hacía pensar que a lo mejor era digital.

Llega mi cliente y rápidamente entramos en acción con un potencial inversionista quien había exigido negociar que los términos a discutir de un importante proyecto, se hablarían en Inglés.

Tras par de horas, finalizamos la jornada y el cliente me da las gracias al momento de decirme que pasara por la recepción para recoger mi pago.

Me dirijo solícito hasta donde la joven...

-"Siéntese brevemente por favor. Mandé a cambiar el cheque"

-"Muchas gracias señorita"

-"No es nada"

Breves instantes después llega la persona con el cambio, la joven me paga y antes de irme le pregunto...

-"Discúlpa mi curiosidad, pero ¿es ese portaretratos digital?"

-"Jejeje ¡no para nada! es de madera ¿Por qué?"

-"Es que notaba que lo miraba insistentemente"

-"Jajaja lo que pasa es que leí en un artículo que mirar la foto de un ser amado reduce el dolor en un 44%"

Semejante respuesta me dejó atónito y sólo reí y me retiré.

Al llegar a mi casa, inicié a hurgar sobre el tema y me enteré que recientemente se realizó un estudio entre 8 mujeres y 7 hombres que arrojó como resultado (vía una máquina de resonancia magnética escaneando sus cerebros) que al mirar fotos de seres amados reducía el dolor entre un 36 y un 44 por ciento.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Analgésico Fotográfico". © 2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 11 de abril de 2014

"Ayuda Anónima"

Tradicionalmente nos han inculcado que los hijos somos el reflejo de nuestros padres desde el punto de vista de cómo se nos educó. De ahí, que la vida nos pague justo lo que merecemos.

Todo, por supuesto, suena extremadamente bien en teoría.

Cuando tenemos que enfrentar una situación provocada directa o indirectamente por nosotros, nos damos cuenta que las cosas no siempre salen como pensábamos, pero si miramos en nuestro interior, nos damos cuenta que seguir o cambiar depende de uno mismo.

El 22 de Septiembre de 1998 será recordado como un día fatídico para toda la región Este y de manera muy sensible, para todo romanense ya que el ciclón Georges dejó estragos materiales y psicológicos para muchas familias en La Romana.

Al día siguiente del desastroso fenómeno, salí con un amigo a dar una vuelta para ver cómo había quedado nuestra atolondrada Flor del Este. El espectáculo era algo más allá que deprimente. Desde la
parte alta de la ciudad, ésta parecía un desierto en términos literales.

Viendo desastre tras desastre y gente con rostros entristecidos, pasábamos de un sector a otro y en un momento determinado nos paramos en un pequeño colmado en la calle Espaillat llamado “La Tasca de María”. Entramos y nos sentamos:

-“Qué tiempo tu crees que le tome a La Romana recuperarse, Marcos”, me pregunta escéptico mi amigo.

-“No lo sé. Todo depende de las autoridades y la cantidad de ayuda que recibamos”.

-“¿Tu te imaginas esta vaina ahora?: no hay luz, poco agua, hielo, comida, los trabajos parados, las escuelas cerradas… ‘Tamo feo pana”, me dice bien preocupado.

-“Tienes razón, aunque se dice que de la desgracia se obtiene un beneficio”

En eso la dependiente del colmado nos interrumpe y nos dice decididamente:

-“Bueno, discúlpenme que me meta en la conversación, pero de seguro los ricachones serán los únicos que se beneficien porque yo no veo cómo, con todo este desastre...”.

En eso entra un señor que sostenía unas fundas de alimentos para palomas y se integra al diálogo y dirigiéndose a mí, me dice:

-“¿No e’ uté el hombre de la película?”.

-“Sí”, le digo escuetamente.

-“Su programa me encanta. ¡Mire como son las cosas! eta e’ una película de terror que ha dejado ete ciclón”.

-“Eso es así. De eso estábamos hablando aquí antes de usted llegar”, dice la dependiente.

-“Na’. ¡Eperá a ve qué pasa!”, dice el señor. En eso se mete las manos en los bolsillos, mira la cantidad que tiene y nos pregunta a mi amigo y a mí:

-“¿Lo muchachote se toman una cervecita? Ete calor ta’ bien fuelte”.

-“¡Bueno! ¿Qué se va hacer?!”, dice mi amigo al tiempo que asiente dando su visto positivo a la invitación.

El señor pagó, se llevó además una cerveza en manos y se despidió. En eso siguen entrando más personas al lugar. El espacio no era muy amplio y accedimos a sentarnos en unos banquitos afuera del colmado.

-“Que ironía de la vida. ¡Pasamos por aquí chequeando parte del desastre y de repente nos brindan par de pequeñas gracias al hombre de película! ¿No puedes quejarte, eh?”, me dice.

Antes de darme un sorbo, miro la botella y al frente veo gente de un lado a otro en búsqueda de provisiones y otras cosas y digo sopesadamente:

-“No creo que se vea bien estar aquí tomando cerveza mientras todo el mundo no sabe si va o qué va a comer hoy…”

-“Bueno, Marcos no me malinterpretes, pero ¿quién sabía que esta vaina sucedería? ¿Qué podemos hacer?”

Me levanto de la silla, entro al colmado, le pido a la dependiente que me guarde la cerveza en el congelador, salgo y le digo:

-“Te voy a decir qué vamos a hacer”

Confundido, me ve caminar hacia la esquina y me paro justo en la calle Luperón y Espaillat a unos escasos metros del colmado. Al acercárseme me dice:

-“¿Pero ven acá hombre de Dios y qué fue lo que te dio?”

-“Te voy y me voy a demostrar qué tanto la gente me conoce”, le digo.

Comencé a parar a todo aquel que me hacía un saludo y le solicitaba un aporte para ayudar a las personas que vivían en la periferia y que por lo distante de su ubicación, eran candidatos a recibir asistencia tardía o lo que era peor, ninguna.

Estuvimos allí desde las 5:30 de la tarde hasta caída la noche, cerca de las 8:00 PM. cuando contamos eran cerca de unos tres mil pesos y algo más. Mi rostro estaba en aspecto satisfecho y le digo a mi amigo:

-“Ahora sé qué tanta gente conoce a uno. Vamos a casa a preguntarle a mi mamá qué podemos comprar con esto”.

Sólo obtuvimos unas ocho fundas llenas de todo lo que usted se puede imaginar en materia de alimentos básicos más velas, trementina y fósforos. Las repartí en lo que hoy día es Piedra Linda y me ayudó solícitamente mi gran amigo y mentor cinematográfico, José María Castillo.

No he olvidado el rostro de esa gente al ver la ayuda que llegaba y al preguntarnos si se trataba de un asunto político, le dijimos que simplemente era una motivación personal.

Hacen unos años, estaba con mi mamá en el más grande centro comercial de la ciudad y parados en la caja se me acercó un jovencito y me dijo:

-“¡Hey! ¡Gracias por todo!”

Sin tener idea de por qué o qué motivó a ese muchacho a decirme eso le pregunto:

-“Gracias, ¿por qué?”.

En eso llegan sus padres y le dicen señalándome:

-“Ese que 'tá ahí fue quien no' ayudó pa' la época del ciclón”.

Notablemente conmovido, le dije que lo había hecho de corazón y entonces me dijo el joven:

-“Que bueno que hay gente como uté. Ese día me dijo mi mamá que no teníamo' qué comel siendo yo un pipiolito de uno 2 ó 3 año'”.

A mi mamá se le saltaron sendos lagrimones y enfrente de todos, nos abrazamos. Ese fin de semana almorcé con ellos allá en la ahora no tan modesta casa. No reparé en lo que comí. Sólo sé que me sentí un mejor ser humano ese día.
Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Ayuda Anónima". © 2009-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 4 de abril de 2014

"Agradecido"


Siempre he dicho que lo más difícil es y será tratar con personas. Estoy convencido que nadie es igual por aquello que "cada cabeza es un mundo", peor me resisto de plano aceptar que es un hecho irrefutable y ya. Pienso que debemos ser más conscientes y menos materialistas. 

Aspirar a ser entes multiplicadores en nuestro entorno. Usar las herramientas que podamos para intentar mejorar las cosas dando nuestro valioso granito de arena... 

Fui incitado en calidad de Intéprete a un acto social hace unos días. Los invitados eran extranjeros y habían determinado celebrar la especial ocasión aprovechando su estadía en el país. La persona que me recomendó conocía de nuestra habilidad en el idioma inglés y nos puso en contacto con el responsable del acto. 

Una llamada telefónica certifica el acuerdo y un encuentro previo ultima los detalles de nuestras funciones, transporte y forma de pago. Una vez en la actividad, el tiempo hizo gala una vez más de su principal característica: ser implacable. En un abrir y cerrar de ojos, transcurrió el lapso cronometrado para le ejecución del evento y todo terminó tal como se planificó. 

De regreso a casa, me detuve en un sitio a comprar algo de cenar. Había mucha comida en ese lugar, pero nada que me agradara y opté por no solicitar algo. Para quienes laboran hotelería saben al dedillo el destino final de lo que se prepara y no se come. 

Por fin llego a un sitio para pedir algo rápido. Una hamburguesa en este caso. Esperé mi turno porque esperaban unas 3 ó 4 personas antes de mi orden. Sentado y mirando alrededor, se me acerca un muchachito de aspecto desaliñado y me dice que le de algo de comer que no había cenado en 3 días. 

Ante mi asombro y duda a la vez, le pregunté la razón y confesó que lo que conseguía era para alternarlo entre su hermanito y él. Un nudo en mi garganta se apoderó de mi al escuchar con voz firme las palabras de ese niño. Se trataba de algo sumamente desgarrador y sin pensarlo dos veces, le di mi hamburguesa. Noto que rápidamente la partió en dos pedazos, da las gracias y se retira corriendo hacia la acera del frente a darle la mitad a su hermanito. Mirando la acción, supe que era realmente para compartirla. 

En eso, le digo al dependiente que me prepare otra hamburguesa esta vez para llevar y dos jugos. Le hago señas al infante con uno de los jugos en manos y se acerca solícito. Da nuevamente las gracias, cruza y veo que se van caminando contentos. 

Ya lista mi orden, me dispongo a pagar y el dependiente me dice: 

-"Déjelo así amigo" 

-"Pero, ¿por qué si no le estoy pagando el segundo pedido?" 

-"Usted pagó hace rato ayudando a ese pobre infeliz" 

Agradecí el gesto porque si miramos desde una perspectiva amplia, en la vida a veces tenemos ciertas cosas y hay gente que no posee nada y nunca valoramos lo poco o mucho que nos toca. Encendí mi motocicleta y en el trayecto me encontré con los niños rumbo a un destino desconocido.

Llamé al mayor resolviendo darle también la otra orden. Ante mi asombro y de forma dudosa me pregunta: 

-"Pero ¿y usted no va a cenar hoy entonces?" 

-"No te preocupes. Yo ya cené. Espero te caiga bien"

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Agradecido". © 2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados

viernes, 28 de marzo de 2014

"Íntegros al Proyecto"

A mediados de los 80, el viajar se había convertido en un lujo reservado para unos cuantos que gozaban de tener una real cultura de ahorro.

Estaba además el hecho de que tenían familia residentes en el extranjero y así coordinaban viajes vacacionales.

En el caso de la cultura dominicana, la mayoría de quienes aspiraban a viajar anhelaban realizar el famoso sueño americano yéndose a vivir a Nueva York. La también denominada 'ciudad que nunca duerme' es una incesante y combustible selva de concreto matizada por múltiples culturas.

Lo que la gran mayoría ignoraba es que las llamativas y flasheantes postales que nos llegaban desde Nueva York, obedecían a una excelente plataforma mercadológica (como debe ser) que perseguía vender los mejores lugares de la importante ciudad estadounidense.

La publicidad visual, radial e impresa más los testimonios en vivo de personas que habían viajado, llenaban el interés de muchos a aventurarse en un viaje 'pa' lo' paises' acuñando esa frase específicamente a esa ciudad y circunscribiendo la idea general de que cuando se hablaba de Nueva York, era sinónimo absoluto de todo Estados Unidos.

Una de las líneas aéreas más populares en ese entonces fue Eastern, que con su escueto, pero efectivo eslogan 'las alas de América', lograba metérsele en lo más profundo de la psiquis a la gente.

La competencia por excelencia era Pan American World Airways (conocida popularmente como Pan Am) y en un sitial de privilegio también estaba, American Airlines. Las operaciones de Eastern en Puerto Rico y Bahamas provocaron una ruta a Santo Domingo y fue allí donde se conoció en todo el Caribe a "El Grandote", un enorme Airbus A300.

En el caso de unos amigos que tenía en la escuela, la suerte les sonreía ya que el estatus de sus familias les permitía darse esos viajecitos a Nueva York en verano o invierno un par de veces al año...

-"Bueno Malquitos me voy pa' Nueva Yol ete verano"

-"¿Y cuándo tu vuelve?"

-"En un pal de semana'"

-"No deje de tirá foto pa' que me enseñe to' esa chulería de allá"

-"¡Claro! mi tía tiene cámara y siempre tiramo' foto"

Cada vez que regresaba cualquiera de ellos, lo que más detacaban era las famosas fotos en frente de un vehículo copado de nieve. Era de rigor obtener esa imagen ya que se constituía en la prueba definitiva de estar allí.

Con el tiempo, nos fuimos haciendo mayorcitos y los viajes se multiplicaron frenéticamente y ya viajar era un asunto normal para el caso que fuera.

Recientemente coincidí con uno de esos amigos y la nostalgía le invadió al ver cómo había cambiado todo. Entre memorias y risas, me mostró un amplísima gama de las famosas fotos en la nieve y de repente noté una secuencia aún más larga de enormes bloques de edificios

-"¡Ofrézcome! jejeje ¿y todos estos dinosaurios de concreto?

-"¿Esos?"

-"Si"

-"Esos son los proyectos"

-"¿Los proyectos?"

-"Si. Son los equivalentes aquí a los multifamilares. O sea, edificios del gobierno donde la gente vive de cupones y cosas así"

-"¡Pero estoy sorprendido!"

-"¿Por qué Marcos?"

-"Es que de todos los panas que tengo que viajaban, nunca me mostraron fotos como éstas"

-"Jajaja ay mi querido Marcos ¿En dónde tu crees que la mayoría se quedaba jajaja?"

-"No, no, no tú me estas relajando man"

-"¡Pa' que lo sepa brother! La mayoría de esos bulteros eran íntegros a los proyectos!"

El 4 de Marzo de 1989, Esastern se declaró en bancarrota. Dos años más tarde, en la madrugada del 19 de Enero de 1991, cesó sus operaciones.

Actualmente el flujo de pasajeros alrededor del planeta es constante y el enorme aeropuerto de Hartfield-Jackson (Dallas, EE.UU.) es el de mayor actividad mundial tanto de vuelos (2,700) como de pasajeros (86 millones) cada año.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Íntegros al Proyecto". © 2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 21 de marzo de 2014

"Choque Cultural"

Mi primera experiencia en asuntos de redes sociales data del 2000 en un momento en que el popular Latin Chat del sitio Terra era todo un acontecimiento.

Previo a dejarme seducir por esa nueva herramienta cibernética, lo único que conocía era el Messenger de Microsoft y obviamente, el famoso Hotmail. Merecida mención al correo electrónico de Yahoo! que de alguna forma jugó un papel importante.

En Diciembre de 2000 me dirigía a una peluquería a corregirme la abundante cantidad de cabello en mi cabeza que bien me hacía lucir como un auténtico carnero. Al llegar me encontré con tremenda fila y con lo poco que me gusta hacerla, no lo pensé dos veces y me retiré.

El dueño se percató del asunto y logró convencerme dándome una revista Cosmopolitan abierta en la sección de cine. El gesto fue determinante ya que sabía que llamaría mi atención.

Al terminar de leer las reseñas cinematográficas, hojeo unas páginas antes y veo un anuncio que rezaba ‘punto de encuentro’ y más debajo sentenciaba ‘para mujeres y hombres en busca de amistad, amor y matrimonio’. Me dirijo al peluquero:

-“¿Cuántas personas en realidad hay delante de mí?”

-“Tres personas. ¿Pero, qué vas a hacer?. ¡No me digas que te vas!”

-“No, no. Voy a cruzar al cibercafé del frente y vuelvo en breve”

-“OK ¡No dejes de volver!”

Cruzo al centro de Internet y me llevo la revista con la intención de enviar un mensaje y ver si era cierto que funcionaba el asunto. Abrí mi correo en Yahoo! y dirigiéndole el mismo a la editora escribí mi nombre, ocupación, estado civil, edad y nacionalidad.

Fui específico al requerir conocer chicas sólo de Costa Rica, México, Puerto Rico, Venezuela y Colombia. Envié mi e-mail y volví a la peluquería.

Una mañana cualquiera de Enero de 2001, me llama Richard de la Cruz, un gran amigo quien se encontraba junto a su esposa en una importante ferretería de la Capital:

-“Marcos, ¿¡cómo estas!?”

-“¿¡Bien y tú?!”

-“Tranquilo. Mira, te llamaba porque mi mujer estaba hojeando una revista y vimos un anuncio de una persona con tu nombre y apellido, ¡quien además es dominicano y dice ser Locutor!. ¿Tu publicaste algo en Cosmopolitan?”

-“¡Jajaja ni me acordaba de eso! ¡Envié ese mail hace como un mes!”

-“¡Pues cómprala porque lo publicaron!”

Adquirí la revista marcada con ‘el número 1 del año 29’, edición publicada para Puerto Rico. En la portada salió la exquisita modelo brasileña, Fernanda Tavares ataviada con un ultra diminuto vestido Versace negro y ropa interior del mismo color.

Fernanda Tavares en ese momento ganaba 5 mil dólares por desfile y el hecho de ser amiga de las también cotizadas brasileñas, Adriana Lima y Gisele Bündchen, la convertía en objeto de deseo de todo mortal masculino por lo que no dudé un solo instante en echarle mano a esa revista.

El anuncio salió en la página 114 en la segunda de tres columnas minadas con unos 19 nombres entre féminas y masculinos más un recuadro a título de ‘anuncio personal’ con líneas de recorte para los amantes del correo tradicional.

En una semana me escribieron 94 chicas de los países requeridos y el frenesí de mails diarios, era casi indescriptible. No es práctica nuestra categorizar a las personas, pero me vi forzado a hacerlo conforme veía quien tenía tendencia a escribir fijamente y quien no.

De tantas bellas chicas mexicanas, colombianas, boricuas, venezolanas y costarricenses, llama mi atención una chilena que originalmente no había seleccionado féminas de ese país. Invitándome al chat me dice:

-“Hola, soy chilena”

-“Un placer. No te ofendas, ¿pero qué te animó a escribirme si no incluí tu país?”

-“El hecho de que eres dominicano y además eres Locutor. Me fascina tu cultura y hasta ahora, todos los que he conocido eran personas de lenguaje urbano”

-“Comprendo ¿Y…de qué parte de Chile eres?”

-“De una bella ciudad llamada Temuco, al centro del país, es la Capital de la región de La Araucanía. Discúlpame por los detalles…”

-“No te preocupes. Bueno ya sabes mi nombre por el anuncio de la revista. ¿Cuál es el tuyo?”

-“Andrea”

-“Mucho gusto Andrea. Supongo tienes fotos, ¿cierto?”

-“Si, claro. En estos momentos te la estoy enviando. Harás lo mismo, ¿verdad?”

-“Por supuesto”

-“Muy bien. Marcos, ¿eres de la Capital?”

-“No, soy de La Romana, ciudad ubicada al Este del país. Por qué?. ¿Algún prejuicio?”

-“¡No, para nada!. Es que como te dije, conozco muchos compatriotas tuyos por aquí y la gran mayoría me dice que es de la Capital”

-“Me imagino ¿Y qué te gusta de mi país aparte de lo que hasta ahora has conocido?”

-“Bueno, gracias a Dios que eres Comunicador porque creo me vas a ayudar a descifrar una serie de frases que me tienen súper confundida. ¿Te animas?”

-“A ver…”

-“OK. Cada vez que termino una conversación, la imprimo para investigar los términos nuevos que cada contacto trae consigo en cada plática. No sé si tengas tiempo, es un listado un poquito denso”

-“No soy experto en sociología, pero te puedo ayudar en algo. Al parecer tienes un listado de dialectos, ¿no?”

-“¡Así es! ¡Comencemos!: ¿qué significa la palabra tíguere?”

-“Jejeje ya me imagino con quien has estado hablando. Bueno, en mi cultura identificamos coloquialmente las cualidades de las personas con nombres de animales. Un tíguere es alguien bien despierto, inteligente”

-“Mira que interesante ji,ji,ji. ¿Y qué es estar chivo?”

-“Ja,ja,ja,ja creo que esta conversación será bien dinámica. Estar chivo es estar dudoso sobre algo o alguien”

-“OK. Hay más. ¿Seguro que deseas que continuemos, Marcos?”

-“No hay problema”

-“Bien. Cuando dicen estrellarse y quemar, no logro relacionar esos términos…”

-“Uno se estrella cuando le declara su amor a una fémina y quemar tiene varias vertientes: en el colegio es reprobar, en otras circunstancias es besar a una chica y también se usa cuando alguien se ha expuesto demasiado públicamente”

-“¡Gracias! Ahora le encuentro sentido a muchas cosas. ¿Me puedes diferenciar entre un león, un caballo, un verdugo y un matatán?”

-“Ofrézcome jajaja pero ¿y con quién es que has estado chateando jajaja?. Todas hacen referencia a una persona experta o diestra en algo”

-“Muy bien. ¿Me puedes sugerir algunas que consideres?”

-“Mmmm, te diré las que me lleguen a la cabeza porque como sabrás, no ensayamos esto. El dominicano cuando duerme después de almorzar no toma una siesta, sino una pavita; Si no es diestro en asuntos de cortejos le llamamos lento, pariguayo o palomo; Si vas a besar a una muchacha es chuleo; jajaja si vas muy rápido vas como un chele o como la jonda del diablo son muchas!”

-“Bueno por lo menos tomaré notas de estas que no las conocía. Pienso ir a tu país pronto”

-“Ojalá podamos vernos cuando sea así. Andrea si me disculpas, tengo que retirarme. Se me acabó el tiempo aquí en el ciber”

-“¡Bueno! ¡Un placer de verdad, Marcos!”

-“Te cuidas mucho ¡Bye!”

-“¡Espera! ¡Una última pregunta!”

-“¿Si?”

-“¿Qué es guindar los tenis?”

-“Jajaja es la lúgubre frase que se usa cuando alguien muere”

-“OK, ¿y una frase como ahora al despedirse?”

-“¿Pero en lenguaje urbano?”

-“Si”

-“Jejeje no la usaría con una dama como tú, pero cuando uno se va de un sitio decimos desgaritarse, largarnos o hacer zapatos”

Andrea, junto a otras dos chicas, son aún de mis contactos originales producto de ese anuncio.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Choque Cultural". © 2010-2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 14 de marzo de 2014

"Lección de Vida"

En 1991, terminé mis estudios de Inglés en el desaparecido "Centro de Inglés La Nueva Era". Tenía 20 años.

Mi padre se percató de que tenía una fascinación con la lengua de Shakespeare y vía una tía, me hacen diligencias para ir a seguir estudiando el idioma en Santo Domingo los Sábados.

Mi tía me hizo gestiones en el Dominico-Americano, pero no quedé conforme ya que no me ofrecían oportunidad para una beca. Me llevó entonces al ahora desaparecido Boston Institute en la JFK con Siervas de María.

Allí, tomo mi examen de nivel con un interesante método llamado 'Streamline'. Ultra animado hago inmediatamente las gestiones con el director respecto a qué debo hacer para aspirar a una beca y me comunica que sólo necesitaba cinco notas consecutivas por encima de 90. Acepté el reto. Salimos y entonces nos paramos en la JFK a esperar una guagua pública:

-"Mire sobrino, quiero que preste atención: Desde aquí usted lo único que tendrá que hacer es tomar la guagua y se va directo hasta la Duarte con París".

-"OK, tía. No hay problemas", le digo.

Al llegar a la Duarte con París me dice que tenía dos opciones: o caminaba toda la calle hacia abajo o tomaba un carrito hasta el Parque Enriquillo. Tomamos un carrito y al llegar al parque, nos dirigimos a la parada de La Romana y antes de subirme en el expreso me dice:

-"Sobrino ya usted vio cómo de fácil es el asunto de allá para acá".

-"Sí, tía. Es sumamente fácil", le digo.

-"Bueno, ahora le voy a explicar cómo llegar allá una vez usted entre a la Capital. No se preocupe que es más fácil aún", detalla en tono conciliador y continua:

-"Cuando usted entre a la Capital, la guagua tomará la 27 de Febrero y cuando ésta se una con la Duarte, usted se queda ahí y pide un carrito u otra guagua 27 derecho con San Martín. ¿Está bien?. Si quiere se lo copio".

-"No, no tía. No se preocupe. ¿Qué tengo que hacer una vez esté en la San Martín?", le pregunto.

-"Seguirás todo el tiempo derecho y le pedirás al cobrador que te deje en la bomba que está en la Lope de Vega. Te apeas ahí y si miras a tu izquierda verás el instituto".

-"¡Perfecto!. ¡Gracias tía!. ¡La bendición!", le digo.

-"Dios te bendiga hijo mío y me saludas a tu papá y tu mamá!”.

-"OK. ¡Bye tía!"

-"¡Ah! ¡Marcos, espera!”, me dice.

Me da el teléfono de su casa por si acontece algo y vuelve a darme la bendición. Me despido con un fuerte abrazo, me subo en mi expreso y llego a mi casa sin dificultad gracias a Dios.

El siguiente sábado, me levanto temprano ya que era el primer día de clases y éstas iniciaban a las 9:00 AM. Tomo mi expreso rumbo a mi instituto. La gente dialoga, algunos escuchaban música, otros leían y de un momento a otro, me duermo.

Con el bullicio capitalino, me despierto y me doy cuenta de que llegué al Distrito (¡todavía con un sueño de todo el size!). Una vez en la 27 con Duarte, cojo una guagüita al indicarme que van por la San Martín, pago y entre cabeceo y cabeceo, ¡me duermo nueva vez!.

Pasamos como 5 estaciones de gasolina y yo durmiendo hasta que el cobrador me dice:

-"¡Amiguito! ¡Depiéltese! ¡¿Pa’dónde e’que uté va?!".

-"Discúlpeme. Yo voy para el Boston Institute ahí en la JFK".

El cobrador mira al chofer, se ríe y me dice:

-"Bueno amiguito, uté ‘tá bien lejo de ahí. Eto por aquí se llama Pintura!".

-"¡Qué vamos a hacer!, déjeme por aquí y dígame por favor cómo llego".

-"Coge un carrito de aquel lao de la calle y dile derecho. Tiene que ‘tá pendiente a tu derecha to’el tiempo".

Tomo mi carrito hasta que por fin veo a Dios al divisar al buen rato, ese gratificante y enorme letrero que rezaba 'The Boston Institute'. Pago mi carrito y como flash subo las escaleras hasta el tercer piso. Al llegar noto un lúgubre pasillo que contrastaba irónicamente con un impecable aspecto. ¡Eran las 9:15 AM!

Toco tímidamente la puerta en el aula que me correspondía:

-"Are you from this class?", pregunta mi profesor.

-"Yes, I am", le digo más asustado que un ladrón atrapado a quema ropa.

-"OK. Come on in", me dice.

Abrazándome camina hacia al centro del aula y se dirige al pleno diciendo:

-"OK guys! As I was telling you before Mr..." se vira y me pregunta: "What you said your name was?".

-"Marcos, teacher. Marcos Sánchez from La Romana".

-"OK Marcos Sánchez from La Romana. (se ríen todos) Since you came 15 minutes late, you’ll have to pay a fine of 15 pesos for each minute. Otherwise, I’ll send you to the Principal’s office".

Evidentemente pagué los benditos 15 pesos por cada minuto tarde y así evitar ir a la oficina del director y con eso, frustrar mis aspiraciones de una beca. En el recreo, el profesor me explicó por qué había puesto conmigo el ejemplo y le dije que en realidad necesitaba el dinero porque había gastado demás por haberme perdido.

Me dijo que no podía hacer eso porque con ello aprendería a ser más responsable con el tiempo y a estar pendiente de las cosas. Al rato veo que pagó un café y unas galletitas...¡con mis 15 pesos!.

En ese momento me sentí bastante mal, pero nunca he desafiado la lógica y accedí a aprender mi lección. Antes de terminar el recreo se me acercó una compañera y me comentó que eso le pasaba a todo aquel que llegara tarde que no lo tomara personal.

Llamé a mi tía. Le expliqué lo sucedido y me repuso lo que había gastado demás.

Al siguiente sábado, llegué una hora antes de abrir el instituto. Ví llegar desde el seguridad de relevo hasta el personal de la cafetería, pasando por administración (director incluído) y mis compañeros. Por fin dan las 9:00 AM y entramos.

El Profesor llegó sin excusa a las 9:30 AM y de una vez me levanté y le dije:

-"Teacher! I really need to tell you something very important!".

Salimos al pasillo y le dije mirándolo fijamente a los ojos en Español:

-"Devuélvame mis 15 pesos por llegar tarde y págueme otros 15 por ser la 9:30 AM si no quiere que enfrente de todos le diga cómo se siente aprender a ser más responsable con el tiempo y estar pendiente de las cosas".

Me dieron mi beca y pasé todos los cursos sobre 95. Aún conservo esos 30 pesos. El Boston Institute desapareció hace ya varios años.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Lección de Vida". © 2009-2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 7 de marzo de 2014

"Decepción Nipona"

En 2010 acompañé a un homólogo Comunicador en la singular tarea de detectar qué tipo de música y preferencia radial optan los conductores del transporte público en el lapso 6:00 AM – 10:00 PM.

El día anterior, me llama para coordinar horario y mi obvia no participación en la primera etapa, había puesto de manifiesto la tan olvidada última vez que mi colega utilizó el popularmente llamado ‘carrito de concho’:

-“¿Pero venga acá Sánchez y usted tiene miedo?”

-“No sé por qué tanta gente confunde el miedo con la prevención. Si montarnos en un vehículo de estos a tempranas horas matutinas sin protección es un problema, entonces ciertamente debemos tener mucho miedo”

-“Anjá, ¿y qué ha pasado con tanta gente que se monta en su carrito bien temprano para ir a trabajar?”

-“Lo hacen porque no tienen otra alternativa. Analiza bien que quien es responsable y por circunstancia vive lejos, sale temprano para llegar a tiempo. Si pudiera, lo hiciera de otro modo”

-“Es razonable lo que usted dice colega, pero no se preocupe. Lo haremos ya entrada la mañana y que el movimiento vehícular sea más amplio. Además, acuérdese que esta ‘vueltica’ no es gratis, yo le dije a usted que se le pagaría”

-“Si habría que aplicarle una reducción a la cantidad acordada basada en el hecho de mi participación a las seis de la mañana, aceptaría sin problemas”

Acordamos iniciar el escueto estudio un par de horas después de las seis de la mañana y por supuesto, en un lugar sumamente concurrido:

-“Bueno ya estamos aquí. Pensándolo bien, a las 6:00 AM no hay un alma en la zona donde resido y eso de montarse sin ver de quien se trata como que no ‘tá”

-“Que bien que su discurso haya variado admirado colega. ¿Dónde comenzaremos?”

-“En el parque central”

Nos dirigimos al parque y allí fuimos instantáneamente testigos del orquestado desorden de pasajeros desafiándose entre sí por un lugar ‘preferencial’ dentro del famoso carrito de concho.

Como la idea en parte era captar en esencia, la elección del conductor, no gozábamos de ningún privilegio en comparación con los ávidos pasajeros y forzosamente, nos hicimos partícipes del acto:

-“Venga colega que eta vaina e’así!”

-“Ya puedo ver”

-“¿Y qué le pasaba amigo? ¿Uté creía que parao’ ahí iba a conseguí carrito a eta hora?”, se introdujo el chófer en el diálogo.

-“No, no para nada chófer. Lo que pasaba era que mi colega no conocía bien la mecánica”, sale en mi defensa homólogo Locutor.

-“Ah buueno. Pero mirándolo bien: utede do' no son presentadore'?”

-“Yo soy Locutor radial y mi amigo aquí trabaja en TV”

-“Esa mima vaina jajaja pa’mí to’ son iguale jajajaja”

Nos miramos con clara intención de seguirle la corriente. En lo que la gente se montaba y desmontaba, habíamos ya recorrido un buen trayecto de la ruta y procedimos a encuestar al chófer y tomar nuestros primeros datos de la mañana.

La rutina se apoderó brevemente de nuestra labor y en un abrir y cerrar de ojos, se había ido la parte diurna del día. Acordamos seguir en la tarde, pero en otra ruta, separados y así obtener otra percepción con distintos chóferes.

Con un sol que quemaba más que pizza en horno, me monté en la famosa ‘ruta B’ y como es común, el carrito que me tocó era de esos Toyota que abundan tanto en el transporte como en manos privadas:

-“Ofrézcome chófer qué calor, ¿eh?”, inicio la conversación

-“Y uté no sabe na’ miíjo. A eta hora ete sol pica ma’que moquito embullao’ ”

Como eran las 2 de la tarde y algo, el flujo mixto de empleados privados, públicos y estudiantes, era sorprendente. Entre los que se subían y bajaban, nos toca una elegante joven en sus veinte avanzados y con ‘cara de pocos amigos’, decide ir en la parte trasera:

-“Ay chófer eto’ muchachito uté debería dejá que se fueran en guagua. Eto jodío carajito le ensucian a una to' el unifolme!”

-“Bueno mija, imagínese uté: ete carro lo toy pagando a puro efuelzo y con pasajero e’ que se paga el vehículo”

-“¡Ay Dio mío! ¡Y encima de todo e’ un Toyota!”

-“¿Y qué tiene de raro la malca señorita y ecúseme?”, pregunta el chófer.

-“¿Cómo que qué? ¿Y uté no lee la noticia? ¡Lo' carro' Toyota tienen problema' y lo van a sacá a to' del melcado!”

-“Hata donde yo sepa, ese problema e’ con carro en etadosunido”

-“¡Entérese mejol polque a mí me dijeron que e’con to’ lo Toyota!”

En eso el chófer mi mira y me dice: 


-“¡Bueno amigo no’ salvamo tó!”

-“Déjeme por aquí pol favol. Tenga!” (expresa la joven al momento de pagar, desmontarse, cerrar dar las gracias.)

-“¿Que diferente e’ la juventú e’ amiguito, e’? ¿Pol qué esa muchacha se epresa así?”

-“Quizás el calor la tenía así”

-“¿Calol? ¡Yo sí sé qué tipo de calol!”

En 2010 el fabricante japonés Toyota retiraba más de 8 millones de vehículos por todo EE.UU. debido a desperfectos presentados en el acelerador.

La medida abarcó marcas específicas obtenidas en EE.UU. y modelos entre 2004 y 2010 y por razones de comercio vehícular, unidades de ese tipo que estén en otros países.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Decepción Nipona”. © 2010-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

jueves, 27 de febrero de 2014

"Los Diablos Cojuelos"

La tradición en nuestro país de vestirse de Diablo Cojuelo data de los 70 cuando se iniciaron a organizar las comparsas y con ellas, el surgimiento de los personajes.

En el argot popular la gente les llama "cajuelo" cuando en realidad es "cojuelo".

Paradójicamente, el personaje en sí posee características negativas, no obstante y muy lejos de hacer maldad, el diablo cojuelo es una figura llena de colorido y dinamismo más los aderezos de danza y la inevitable vejiga.

Recuerdo que de niño, Doña Candita, madre de Henry (gran amigo de infancia y homólogo en locución), tenía como oficio coser por encargo.

En mi barrio todo el mundo tuvo la oportunidad de vivir prácticamente todas las experiencias culturales de la época y vestirse de diablo cojuelo, era una de ellas.

Por fin se logra convencer a Doña Candita y me hacen un sencillo traje a dos tonos (blanco y negro) y en la capa, una interminable cantidad de espejitos y campanitas.

Cuando decidí unirme a un grupo de gente con trajes, no tenía idea de lo mucho que había que caminar y la terrible sed que daba, pero fue una época muy bonita.

Hace un par de días estaba sentado en un reconocido restaurant de la ciudad y se desarrolló el siguiente diálogo:

-"
¿¡Hey mi helmano, cómo 'tá uté!?"

-"Todo bien gracias a Dios. 
¿Y tú?"

-"Tranquilito, tranquilito. Uté no e'fácil, Se da su retaurantico je,je,je"

-"En realidad espero a alguien aquí para ultimar detalles sobre unas clases"

-"Pero debe ser un cliente full porque aquí le cobran a uno hata la repiración!"

-"Si supieras que no fue el cliente quien eligió el lugar. Fui yo"

-"
¡Ah!, pero uté entonce ta' buchú je,je,je"

-"Para nada. Simplemente es un cliente importante y lejos de impresionar, lo imperativo aquí es rodearse de una atmósfera agradable"

-"
¡Hermano, pero definitivamente uté e' una etrella!. Le dejo que entré pa'í pal baño"

Justo al retirarse, los hijos de los dueños del restaurant salen corriendo con trajes de diablos cojuelos al momento que le exigían que los llevara al parque. En eso sale del baño la persona que me saludó y me dice:

-"
¡Oh licenciado! parece que lo van a dejá eperando"

Le contesto con una forzada sonrisa y miro mi reloj. Evidentemente había pasado un tiempo prudente y me decido a llamar. Para mi frustración, me salía la mensajería de voz y tras varios intentos, doy por cancelado el encuentro.

Pago lo que consumí y me dirijo al área del parque para distraerme un poco visualmente.

Una buena cantidad de gente había en el citado lugar, niños corriendo y gritando, vehículos con música más alta que las antiguas Torres Gemelas confundiéndose entre sí con Reggaetón, Dembow, Hip Hop estadounidense y Rap Dominicano.

Sigo caminando y veo que ahora todo es muy distinto a mi época y al mirar a diestra y siniestra lo que se veía era jovencitas con caras pintadas, jeans descaderados y unos movimientos ultra sensuales.

Me quedo "vendido" mirando el espectáculo gratis de oxigenación visual y de repente emulé la creencia popular del término "cojuelo": resbalé y al levantarme quedé medio cojo.

En eso, veo que un diablo cojuelo con características femeninas que se queda mirándome fijamente y emprende una corrida hacia mi. Era evidente que sus intenciones de "sobarme" con la vejiga y una vez estando a unos dos metros de distancia entre sí le digo con cara de Rambo:

-"
¡Psst! mucho cuidadito con darme con esa vaina!"

Se echa a reír y me dice con voz engolada:

-"
¿Qué va pasá tíchel?"

Reacciono extrañamente frunciendo el ceño y riéndose, el cojuelo se quita la máscara y me asombro aún más:

-"Ecúseme que no fuí a la cita. Ete e' mi segundo año en el carnaval tíchel"

En nuestro país, para disfrutar a plenitud de originales disfraces de diablos cojuelos, hay que ir al Carnaval de La Vega.

Los personajes de carnaval más populares en nuestra cultura son "Roba La Gallina", "Se Me Muere Rebeca", "Califé", "Los Africanos", "Los Indios", "Nicolás Den Den", "La Muerte", "Los Platanuses", "Los Alí Babá", "Los Pirulíes", "El Doctor", "Los Trasvestis", "El Papelón", "Los Galleros", "Las Marimantas" y "Los Monos de Simonico".

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Los Diablos Cojuelos”. © 2010, 2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados. Foto: © 2008 Manuel Sierra.

viernes, 21 de febrero de 2014

"Frente al Papagayo"

Todos sabemos lo estresante que es ser responsable en su trabajo, no importa si se es el Gerente o un empleado de línea.

Lo cierto es que para cuando llega el fin de semana, lo que uno quiere es relajarse con algun tipo de actividad recreativa y en otros casos, simplemente dormir…

En un fin de semana cualquiera de 2009, visité un colmado cerca de la primera fase del nuevo boulevard en La Romana. La idea era tomarme unas cuantas cervezas con unos amigos a quienes les “debía” un tiempo para compartir socialmente.

Al llegar al lugar (¡detesto esperar y por ende que me esperen!), noto que fui el primero. Me siento en una esquinita y para no ocupar espacio, opté por pedir una cerveza. A los 3 ó 4 minutos me llaman mis amigos preguntándome dónde quedaba el colmado:

-"¡Hey Marcos! Vamo' pa’llá. Men, disculpa la tardanza. E’ que ‘tabamos en la bomba y tu sabes".

-"No hay problemas. Apenas tengo aquí unos minutos", respondí.

-"Oye. Nos dijiste que el colmado quedaba cerca del boulevard, verdá", me pregunta el que llamó. En eso no logro contestarle y se cae la llamada.

Cuando voy a remarcar me entra nueva vez la llamada y me dice:

-"¡Marcos! ¡Llámame pa’trá que no tengo minuto!"

Hago lo propio y al continuar la conversación le digo:

-"Mira, sí el colmado queda casi al frente del segundo tramo del boulevard. Frente al Papagayo" . Pasan unos eternos 6 ó mas minutos y me llama otro de los panas con un tono un tanto desorientado y me dice en voz ultra vociferada:

-"¡¿Pero ven acá y dónde’e que queda la vaina esa?! Hemo dao’ como mil vuelta y no lo encontramo' ¿Tu no dijite frente al Papagayo?"

-"Asi es", le digo.

-"¡Pero Marcos! el Papagayo es demasiado grande! ¿por qué no eres más específico y nos das una referencia de algo que le quede al lao’?", me dicen.

-"Si aprendieran a ESCUCHAR y no OIR fuera mejor. Dije que el colmado queda frente al Papagayo, no en El Papagayo", les respondo.

En eso oigo a los otros dos (eran tres panas) hablando en voz alta y coreada:

-”¡Pero etamo’ hace rato en el Papagayo y no aparece el colmado ese!"

En una pasan de un lateral del sitio y les hago señas: "¡Hey por aquí!". Al devolverse me reclaman:

-"Oye pero tu ere una vaina men. ¿Por qué no nos dijiste que estaba en una esquina al frente del segundo tramo del boulevard?"

Sonriendo. Les indico que miren al frente del colmado y al ver sorprendidos y entre burla y sorpresa me dicen:

-"Pero viejo!!!. Eso es una cotorra!"

-"Negativo", les dije. Y agrego: "Esa ave NO es una cotorra. Es un Papagayo y el colmado está justo al frente de ella".

-"¡¿Cómo que no?! ¡¿Tu no le ve?!", insiste

-"No existen cotorras con plumaje rojo. El Papagayo posee generalmente alas rojas y plumaje del mismo color combinado con azul y pecho amarillo", les explico.

Todos miraron atentos al famoso papagayo en cuestión y una vez cotejaron las características de la estatua con mi descripción, dice uno de ellos:

-"Bueno compadre to’lo día se aprende algo nuevo"

En eso uno de ellos le hace seña a un moto-concho, se monta y antes de irse le preguntamos:

-"Pero ven acá y pa’done tu vá"

-"¡Oh papá pal cajero! eta noche se va’bebé y con lo que vamo’aprendé, necesitaremos mas birras!"

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Frente al Papagayo" © 2009, 2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados. Foto: Félix Sánchez Luengo.

viernes, 14 de febrero de 2014

"Mr. Cupido Valentine"

Tradicionalmente en los países latinoamericanos se tiene por costumbre celebrar el día del amor y la amistad el 14 de Febrero de cada año con mucho más fervor que en otras partes del planeta.

Aunque tanto la canonización como el origen de San Valentín está en discusión hoy en día, a poca gente le interesa precisar la veracidad de que si Valentín era un mártir, un médico o un obispo.

Lo cierto es que simplemente, la gente accede a dar rienda suelta en la previamente mencionada fecha para agradar a alguien.

Como toda regla tiene excepción, para un gran número de personas, ésta es sólo una fecha más. Para otros individuos, es motivo de reafirmar su exclusión ante actos sociales y por qué no, justificar un acto irresponsable, para los comerciantes, una auténtica forma de ganarse algo extra y para otros tantos, motivo de reconciliación amistosa o de sentimientos:

-“¡Hey mi pana! ¿Cómo está usted en el día del amor y la amistad!?”

-“Bien, gracias a Dios. Pero, ¿por qué ese tono tan irónico?”

-“¡No ombe no Marcos! Lo que pasa es que incomoda ver tanta gente dejarse coger de estúpida y salir a gastar hasta parte de sus ahorros, dizque en el día de San Valentín”

-“Bueno, tú que tanto alardeas de leer, debes saber que es cultura por estas latitudes este tipo de celebración. A lo mejor la gente necesita sentirse correspondida”

-“¿Y para eso hay que esperar un jodío día cuando el año tiene 365? ¡No me vengas con esa vaina! ¡Gente juyendo pa’quí y pa’llá comprando cuanta pendejá se les ocurra! ¡Ah! Y dique vetió de rojo y blanco jajaja ¡No sea uté pendejo!”

-“Me asombra escucharte en ese tono. Comprender la actitud humana no es cosa de horas. Este mundo gira por ése y otro tipo de cosas. De todas formas: ¿para qué me llamaste?. No me digas que coincidencialmente querías demostrarme el afecto que me tienes jejeje”

-“No, si tu supiera que como te había dicho que hacía mucho que no nos reuníamos, te llamé para dialogar, pero no me había percatado de la fecha”

-“Jejeje. No sé cuánto tiempo quieres extender la introducción, pero hay cosas que hacer y sería beneficioso para ambos ir al grano. ¿No crees? ¿Dime qué te tiene tan colérico un día como hoy?”

-“Siempre he dicho que fuiste un jodío brujo en la otra vida jajaja”

-“Nada que ver. Simplemente compartimos mucho y ya conozco parte de tu accionar. No olvides que tengo tiempo tratando gente”

-“Si, en ese tienes razón. ¡Mira! Lo que pasa es que un día como hoy solía ser especial para mi y mi ex. Hoy me levanté y al ver tanta gente vestida de blanco y rojo y ver la fecha, me llenó ese jodío recuerdo…”

-“Bueno, según tú de eso hace ya está en el pasado. ¿Qué es en sí lo que te molesta?”

(Respira bien hondo)

-“Mira…estoy saliendo con una tipa ahí, que francamente… no me gusta. Entonces hoy ella quiere una noche especial de vino, velas y esas pendejadas y yo no estoy en esa vaina”

-“Pero, ¿cuando dices no estar en esa vaina te refieres a que no tienes dinero? ¡Háblame claro!”

-“No, no men ¡E’que tú no me tá copiando! Esa tipa no me guta men. ¡Mira! Cada ve que salimo, e’ algo rápido y no quiero que me vean con ella”

–“Hay algo que no entiendo. ¿Qué es en sí lo que no te gusta de ella?”

-“No sabe hablá, no me guta como vite, un peinao’ ahí a lo Cleopatra y cuando ‘tamo en lo que tu sabe, ¡tengo que indicarle cómo se hace to'!”

-“Sin embargo a pesar de que no sabe expresarse, detestas su estilo al vestir, su peinado no es moderno, dices que debes indicarle cómo comportarse en la intimidad y aún sigues con ella. Entonces, realmente hay algo en esa mujer que sí te gusta. ¿A qué le estas huyendo amigo mío?”

-“Con todo respeto, no intentes persuadirme, Marcos. Esa mujer no e’pa’mí”

-“Puede ser. Lo que quiero que entiendas y así sacarle mejor provecho a este encuentro, es que aceptes que de una forma u otra, esa muchacha te gusta y de no ser así, debes terminar esa práctica porque lo que para ti es un disparate, para otro puede ser algo interesante”

-“Si, ¡pero cuando tamo junto no soy yo solo que coge guto!”

-“Deja tus niñadas y concéntrate bien en el tema: cada hombre tiene la mujer que se merece. Si esa muchacha está tan plagada de defectos, sé honesto contigo mismo y no la ilusiones con esas repentinas salidas a oscuras”

-“E’ que…”

-“¡Nada! ¡Que simplemente te gusta y punto! Ese tabú cultural debes dejarlo atrás y si vas a vivir del qué dirán, entonces estas en serio problemas. Si te preguntara qué es ella en sí de ti, cómo la definirías: ¿tu amiga o tu mujer?”

-“No la veo como mi mujer y evidentemente NO es mi enemiga…”

(Abre bien los ojos y reacciona)

-“¡¿Hey, qué pasa?! ¡¿Por qué te vas?!”

-“Hay algo que debo hacer”

-“¡¿Pero y no vamo’ a seguí hablando?! ¡Necesito que me ayudes men!”

-“Llama a esa muchacha y agrádala con algo. Toma el día de hoy para agradecerle a una analfabeta que con todo y no saber peinarse ni vestir, hace que tu existencia cobre valor ¡Cuídate!”

¿Amor o amistad?. En esta vida hay que aprender a dar para recibir y si hace mucho tiempo que no le dice a alguien lo mucho que le estima o quiere, demuéstreselo hoy y en lo que se define los orígenes de San Valentín, practique a diario este tipo de gesto que ciertamente hay 364 días disponibles...

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Mr. Cupido Valentine". © 2010-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.