lunes, 24 de diciembre de 2012

"Navidad Robada..."

Cada día que pasa se torna más indolente en términos de las actuales atrocidades que está viviendo la cada vez más desgastada sociedad.

Anualmente llega esta temportada en donde la gente "enloquece" comprando infinidades de artilugios para decorar el sitio donde viva.

Hay aires de algún tipo de esperanza, pero no se ve claramente la llegada de ésta.

Enciendes en televisor y ves que del otro lado del Atlántico los titulares dominantes sólo enfocan violencia, hambruna y desigualdad.

Buscando algo acorde con la época, se busca entonces otro tipo de noticia en los medios tradicionales, mas el hecho se repite nueva vez. Dándole largas al asunto nos auxiliamos de la Internet y cual si fuese un CD en "repeat", aparece lo mismo inclusive, ¡más gráfico!.

Fue entonces cuando decidí salir a caminar y vi a los tradicionales vendedores de manzanas, uvas, peras y diversas golosinas. Sus rostros llenos de buena cara, combinaban junto a esa lúcida mirada, una abierta intención de convencer a su potencial cliente que se lleve algo, pero no pasa nada...

Al mirar en 360 grados, la competencia es demasiado agresiva y dificulta la toma de decisión cuando en ambos extremos de las calles ves prácticamente lo mismo. La llegada de los grandes centros, arroparon las aspiraciones del vendedor callejero.

Más abajo sigo caminando y veo una escena bastante clásica: la jugada del dominó, el consumo de bebidas espirituosas y una música bastante alta. Gente riendo y vociferándose entre sí, diseminados en las aceras en toda su extensión impidiendo el libre paso del peatón.

El recorrido parece un Déjà vu visual constante al pasar de un bloque a otro. Los niños ya hace rato que dejaron de serlo y apenas se detecta un destello de lo que fue su inocencia. Su mirada es más desafiante que educada y su accionar, deprimente y bastante penoso.

Siguiendo el paseo, de repente pasan vehículos llenos de las famosas canastas dadas por políticos que serán irremediablemente mal distribuidas, dado el caos colectivo que siempre se adueña de las delirantes almas congregadas allí.

Por fin llego a mi destino. Hago entrega a una monja de una aceptable cantidad de pan, algunas frutas y jugos en cartón. Su reacción al ver mi rostro se divide entre el agradecimiento y la curiosidad. En eso, se nos une el padre regentor del lugar.

Con suma humildad agradece el gesto de nuestro obsequio a los olvidados envejecientes y detectando una honda mirada triste le pregunté:

-"Padre: ¿A dónde se llevaron la Navidad?..."

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Navidad Robada". © 2010-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 7 de diciembre de 2012

"Reconocimiento Público"

Existe una condición social que alberga dentro de todo ser humano en este planeta o por lo menos, en un gran porcentaje de todo el que habita este globo terráqueo. Se podría considerar algo inherente porque su práctica está presente en casi todas las etapas del desarrollo personal.

Me refiero a ese incesante deseo de reconocimiento público. Muchas veces se realiza algo en espera que se tome en cuenta y cuando esto no sucede, sentimos rechazo y desprecio. Es algo bien complejo ya que el instinto nos dice si en realidad el mérito era imperativo, pero pocos gozan y les es difícil reconocer el éxito del prójimo.

Debemos entender que no siempre las cosas resultarán como uno desea. Coaccionar las situaciones arrojará resultados nefastos y para nadie es un secreto que las exageraciones, también concluyen de forma desagradable. El asunto es que nos resulta incómodo pasar inadvertidos.

En la combustible vida diaria nos topamos con historias únicas. Muchas de ellas envolventes y varias otras, inexplicables. Cada quien tiene una misión y el plan final está marcado en consumar un bienestar espiritual, no obstante no estamos diseñados para estar solos y nos corroe el deseo que se sepa cómo estamos aún siendo mentira.

Gracias al agitado curso de vida actual, el contacto humano está mermando a un ritmo extraordinario y todo se le quiere dejar a la tecnología. Lo curioso del caso es que la llegada de esas facilidades para uno comunicarse, ha incrementado una frenética proyección en búsqueda de ese espaldarazo...

-¡"Ofrézcome mi hermano cuánto tiempo! ¡Para verlo a usted hay que hacer cita!"

-"No me digas eso que sabes no es cierto. Yo siempre estoy abierto para los encuentros y tú lo sabes"

-"Lo sé Teacher lo que pasa es que con tantas cosas en la cabeza, uno como que se desconecta"

-"En el buen sentido de la palabra, a veces no está nada mal el desconectarse. Hay que tomarse un tiempo para reflexionar sobre cómo lidiar con esas cosas que dices"

-"Usted siempre con buenas respuestas Marcos jejeje ¡debiste haber sido Pastor! ¡ay mi madre cuánto cuartos jajaja!"

-"No relajes con eso. Muchas personas me lo han dicho, pero sabes que jamás haría algo así"

-"Es broma, yo sé que usted se maneja de otra forma, pero (suspira en gesto de lamento) uno ve tanta gente que no se merece nada con todo y otros fajadores partiéndose el lomo cogiendo lucha... ¡la vida es una vaina Teacher!"

-"Bueno, quizás digas que quiero llevarte la contraria, pero yo lo veo como algo interpretativo. Muchos de esos que dices que lo tienen todo, en realidad andan en busca de afecto"

-"¿Cómo así? mire que nunca le he adversado, ¡pero usted sabe la cantidad de gente compadre que yo veo en redes sociales con una bonanza que le sale por los poros!"

-"Jajaja dos cosas que tendré que aclararte: no pienses que adversar a alguien está mal, siempre y cuando sea un debate justo y elevado, ¿OK?. Lo otro es que en las redes sociales se vende mucho pantalleo que casi siempre no se corresponde con la realidad"

-"¡A ver explíqueme esta paradoja que acaba de meterme en la sesera Teacher! ¿Entonces quiere usted decir que todo lo que se publica es un montaje?"

-"En cierta forma sí jejeje aunque toda regla tiene su excepción amigo mío. Verás, cuando alguien publica con insistencia mensajes de bonanza personal no es más que un desahogo ante su inconformidad existencial y a la vez, un llamado subliminal a la multitud gritando: ¡Hey estoy aquí, háganme caso!"

-"¿Será posible Virgen de la Altagracia...?"

-"No vayas a entrar en pánico jejeje lo que pasa es que como personas, necesitamos de atención, de un abrazo, que se nos diga algo y la llegada de las redes sociales ha permitido que miles de personas se desinhiban en forma electrónica porque en vivo jamás se atreverían"

-"De acuerdo con usted"

-¿No ves lo fácil que te dicen 'mi amor' u otras frases que generalmente no escuchas en persona?

-"...es verdad... ¿y por qué es tan difícil vendernos como somos?"

-"¡Exacto! ¡Ésa es la clave! ¿Para qué publicar que estoy full de trabajo cuando en realidad estoy desempleado?, ¿Por qué publicamos fotos vendiendo lo que no somos?, ¿Qué perseguimos con decir que pasamos un fin de semana espectacular cuando en realidad estábamos enfermos?"

-"...porque necesitamos que nos presten atención..."

-"¡Vuelve usted a dar en el clavo! No está mal que cada quien aspire a una mejor vida, eso le asiste a todo ser humano. Lo que pasa es que publicamos fotos con costosas bebidas y ropa llamativa cuando en la mesa de sus casas los platos están vacíos; enseñamos el carro nuevo debiéndole el alma al prestamista o una imagen de felicidad cuando en verdad cerramos las puertas y cada quien coge para su lado"

-"...no me malinterprete, pero me siento un poco mal... no con usted, sino con... o sea y los que publican sobre felicidad espiritual y esas cosas..."

-"No pierdas la objetividad. Te dije que no es una regla absoluta y que la misma tiene sus excepciones. La gente interpreta lo que ve a su manera. El que es puro de corazón se lo ves en el acto. Si lo que te preocupa es que tienes amistades que siguen los pasos de Dios y lo que te he dicho te ha puesto a pensar, entonces sus vidas espirituales necesitan reorientación"

-"¿Qué estas haciendo?" le pregunté al momento de mostrarme de su tablet sus álbumes de fotos

-"Bueno jejeje aquí hay suficientes fotos como para publicar una exposición mensual jejeje ¿qué en sí me quieres mostrar?"

-"¿Cuáles de esas cree usted debo borrar?"

-"Esa decisión la debes tomar tú amigo. No me reuní contigo para dictarte los pasos de tu vida. Simplemente te he ilustrado sobre aspectos de la misma. Cuando llegues a tu casa analiza en tu interior las que son reales y ésas son las que se quedarán"

Le pedí que se levantara y le dí un fuerte abrazo que casi le saco la respiración al momento de preguntarle: -"¿Qué se siente?"

-"Un alivio inexplicable...que le importo a alguien... ¡Hey! gracias por ser mi amigo! ¡¿Nos tomamos una foto?!"

-"Muy bien jejeje a propósito: ¿Qué clase de foto será ésta?"

-"¡Esta será de las que se van a quedar!"

Muchas veces buscamos el afecto teniéndolo justo al frente nuestro. Lo que pasa es que está tan cerca que apenas nos damos cuenta...

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Reconocimiento Público". © 2012 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 16 de noviembre de 2012

"Violentos por Naturaleza"

Hace poco estaba razonando con unas amistades respecto a la preocupante situación en torno a la actual y significativa escalada de violencia social.

Un evento que por naturaleza propia, nos es congénito ya que el ser humano es así desde sus inicios. 

Pero si analizamos detenidamente, el tema es más complejo que una simple expresión concluyente de un acto humano. 

Factores como las amistades, el tipo de entretenimiento y también el entorno que uno frecuente, son solo algunos de los casos de los más socorridos que se pueden tomar como esenciales. 

No obstante, el usted verse preso de la desesperación podría tornarle violento. Si se le margina en lo social o económico y anexo a eso, si surge el elemento de la opresión, es más que seguro que tendremos una reacción impulsiva en una persona. 

El asunto parece no tener fin y no estoy siendo pesimista. Para nadie es un secreto que existe un descontrol de responsabilidad social cuando la mentalidad de las masas adquieren libertad y se desinhiben. 

La envidia, el odio, el alcohol, las drogas, sistemas judiciales poco convincentes y hasta falsos profetas entran dentro de las consideraciones para actuar implacablemente. 

Hasta que no nos sentemos a mirar el partido desde las gradas en vez del terreno, será un recorrido bien largo para que aspiremos a convertirnos en seres pacíficos... 

-"Estoy hastiado de ver todos los benditos días del mundo noticias negativas en todo medio posible Marcos" 

-"Aunque querramos obviarlas, son hechos reales y penosos. Se hace urgente una profunda reeducación social" 

-"¡Imagínate! ¡Depender de los políticos! ¡Se dice que se vale soñar, pero en este caso es imposible! ¡Todo lo que uno consume es pura violencia"! 

-"Bueno, por lo menos existimos un grupúsculo que piensa de otra manera" 

-"Pero, sin que te ofendas, ¿tú no me estas hablando de los Comunicadores, verdad?" 

-"Hablaba de personas como tú y como yo que podemos sentarnos a razonar sobre los problemas que nos afectan. Estoy consciente de que muchos en la Comunicación no están haciendo un buen trabajo" 

-"Al menos lo aceptas. Es más en tu área que es el cine, cada vez más se hacen películas cargadas de contenido violento y eso es un problema" 

-"Debo admitir que actualmente una película sin sexo, violencia y una dosis de obscenidad no vende, pero debo corregirte al expresar que el responsable es el cine" 

-"Ahora mismo si el protagonista no es antagonista, no sirve y tú lo sabes" 

-"Bueno, suenas como un cliente convencido de que no hay otra alternativa que consumir lo que le obligan. Acabo de admitirte que hay películas que venden con ese contenido, pero no son todas y tú como espectador, eliges lo que desees ver" 

Se queda pensativo y continuo 

-"Al inicio de esta conversación mencionabas que todo lo que veías estaba lleno de violencia, las noticias, la internet, la música y hasta los vídeojuegos. Estoy claro en eso amigo mío. Películas con violencia estilizada, pero violencia al fin" 

-"Entonces, ¿qué nos queda como sociedad, eh Marcos? Yo creo que esta vaina no tiene remedio... ¡y eso! jejeje que no hablamos de la violencia intrafamiliar... yo te digo a tí..." 

-"Rectificar los valores que nos enseñaron y transmitírselo a nuestros descendientes. No hay otra salida" 

-"Será... qué sé yo a lo mejor proyectárselo a los muchachos antes de salir a la calle..." 

(Ésa, tampoco es otra salida amigo) pensé en mis adentros antes de despedirnos. 

Actualmente el mercado de la videovigilancia está en pleno apogeo y el mismo es caro e invasivo por demás. El hecho se debe al deseo de los gobiernos de monitorear la actitud de las masas. 

Nos estamos encaminando a operar bajo un sistema en donde cada quien tendrá un número serial y nuestra existencia dependerá de la información detallada sobre qué, cómo, cuándo, con quién y dónde nos metemos. Eso traerá más violencia... 

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Violentos por Naturaleza". © 2012 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

lunes, 5 de noviembre de 2012

"Capital e' Capital"

De pequeño solía ir de vacaciones a Santo Domingo a la casa de una tía paterna, quien residía en la Zona Colonial y además una mujer de letras y gran compromiso moral.

Con el tiempo crecí y se disminuyeron esas visitas. Lo que primaba era una llamada telefónica, una carta enviada por correo tradicional.

Ahora el asunto es vía Messenger (con envío de datos y archivos visuales-auditivos incluidos) o mensajes de textos vía celular y por qué no una llamadita.

El primogénito de mi hermana mayor creció en dos días y se fue a la Capital a vivir y estudiar. Al término de sus estudios, decidió seguir haciendo vida social y laboral en la metrópolis dominicana.

Mi sobrino y yo llevamos una muy buena relación y nuestra comunicación es buena. De ahí su afán de invitarme con regularidad a que pase temporadas con él. Tras varios infructuosos intentos, accedí a visitarlo y así darle una oportunidad a la ironía de la vida, siendo yo ahora tío, visitando a un sobrino.

Durante el día todo transcurrió fenomenal hasta bien caída la tarde. Ya en la noche nos quedamos viendo TV y tranquilos en su apartamento.

Cuando pasaron unos días, ya me había memorizado la ruta para ir al súper mercado, el cine, tomar carritos, guaguas, el peluquero, centros comerciales y hasta colmadones!. Mi sobrino, dándose cuenta de que mi estadía no sería tan aburrida para mi, optó por “dejarme salir solo” a un concurrido “Bar y Lounge” de nuestra bella jungla de concreto capitalina:


-“Tío esta noche me siento un poco agripado y no tengo ánimos de salir. Le pedí a mi novia que me prepare una sopita y luego me quedaré descansando”, me dice el sobrino.

-“Me parece lógico. Pero, qué te preocupa?”, pregunté.

-“Es que me da apuros con Usted ya que habíamos acordado salir”, me dice un tanto desconcertado.

-“Ah muchacho! je,jej,e,je, no te preocupes. Yo ya me sé varias rutas para ir a distintos lugares”.

-“Bueno. Y… para dónde piensa Usted ir esta noche?”, pregunta en tono escéptico.

-“Bueno mi hijo llevo ya aquí varios días y como sabrás necesito sociabilizar con féminas”, le respondo con una sonrisa con guiño de ojos incluido.

-“Bueno Usted debería ir a…” en eso hay una interrupción garrafal de mi parte y le digo:

-“Hey! Que no se te olvide que no soy ningún muchacho. Yo ya verifiqué dónde ir”, le digo muy airoso.

Con un rostro entre burla inocente y sorpresa me pregunta:

-“Y pa’dónde Usted va?!”.

-“No te preocupes. Tu sabes que no soy gente de ir a lugares extraños. Es un nuevo Bar Lounge en donde ponen música de los 80s en Inglés”.

-“OK. Cuídese de las mujeres de aquí que no son nada fáciles!”, me advierte.

-“Pero ven acá, se te olvida que salí en La Romana a la calle desde temprana edad!?. No te preocupes yo sé como es el asunto”.

-“Tío: la idea NO es desanimarlo, pero esto NO es La Romana”, me dice en un tono insistente y de advertencia al momento que llegaba mi taxi.

Señores! llegó a mi bar y lounge, una musiquita de los 80s bien nítida, ambiente adulto-contemporáneo, bebidas de todas nacionalidades, precios aceptables, ambientación retro, en fin! lo que buscaba!. Sentado en el counter frente al bar en sí (cerca de la cajera), pido una cerveza y una canción para “entonar” y ver qué pasa mas adelante.

Se perdieron unas 4 pequeñas y entre saludos no planificados, miradas de reojo, repetidas visitas al baño y mas peticiones de canciones llega una fémina!:

-“Disculpa. Esta ocupada esta silla” (mas bien taburete, de esos tipo desayunador), me pregunta la muchacha. Que de paso se había bañado con un Red Door de Elizabeth Arden! Y casi me provoca una ‘pituita’ a dos manos!

-“En lo absoluto”, le digo.

Sin reparos, me pregunta irónicamente: “Cerveza light es lo que estas tomando?!”.

-“Así es”, respondí. En un tono como (“Y entonces?, y’eta tipa?”).

-“Supongo que no hay problemas con brindarte unas cuantas”, me pregunta con una sonrisa que parecía se había sacado la lotto.

Miro al bar tender con sonrisa matizada en mi rostro buscando una opinión no solicitada y el tipo medio se ríe y accedo.

Ya con unas 4 birras extras, estoy bien o tan encendido como una lámpara de estadio cualquiera, y entonces me dice la jeva:

-“Romanense, entonces cómo lo vamos a hacer?. San Isidro queda muy lejos de aquí y no puedo llevarte a mi apartamento porque mi prima está allá con su novio”.

En eso, le pido disculpas y voy al baño para recapitular una serie de detalles previamente vistos. Una vez allí, uno de los espejos revelaba parte de la actividad en el área interna del bar y veo cómo la jeva le pasa un papelito al bar tender y me puse mas jucho que chivo cibaeño compadre!. Retorno a mi silla y con actitud incisiva le pregunto:

-“Entonces hay una vaina entre tú y el bar tender, eh?!”.

Negada y desafiante me dice: “Para nada mi amor! Mira yo no soy mujer de problemas. Qué es lo que te pasa!?”.

-“Te ví dándole algo a él mientras estaba en el baño! Me crees estúpido!?”.

Sin poder justificar el hecho se para y se va!. En eso me viro y le pregunto al bar tender en tono exigente:

-“Pero ven acá men! Y qué clase de hombre es usted compadre!?”.

El tipo se me ríe en la cara y me dice gozosamente:

-“De dónde e’que e’uté helmano?”.

-“De La Romana!, cuál es la maldita vaina con el lugar de donde uno viene??!!”, respondo airado y sutilmente me dice:

-“Lo que pasa es que esa tipa e’un cuerito”

-“Y?!”, pregunto aun airado

-“Y me pidió que te siguiera complaciendo con las canciones para así poder llevarte a un lugar que tu eligieras y después tumbarte”, me dijo.

Consternado y bien molesto le digo al tipo:

-“Y tú sabiendo eso no me dices nada! Uté e’ apretao’ caballo!”.

-“Bueno pana, qué carajo sé yo si tu ere de Romana o no! Ademá si no colaboro, no gano porque ella tiene que mojarme también!”, me dice aun en risitas

Salgo del lugar, pido un taxi y al llegar con un mareo mas sólido que mar en picada, me abre mi sobrino y antes de que me dijera siquiera una palabra le dije:

“Capital e’ Capital…”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Capital e’ Capital". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

"Pirito"

En 1980 contaba con ocho años y fue el momento en que inicié un interés en tener animales como mascotas.

Como era común, se consideraba ideal tener un perro, no obstante mi padre se oponía debido a que de joven vivió una mala experiencia teniendo un cachorro.

Andando en una bicicleta, con cachorrito en manos, se le cayó y accidentalmente, al atropellarlo, le dio fin a la existencia del desdichado animal.

Otra de las razones era que mi papá entendía que cuidar de un perro conllevaría una vigilancia constante, aseo y la clásica recogida de excremento. Con esas dos razones bastó para declinar mi entusiasmo con aspirar a tener uno.

Mi mamá había respetado la decisión de mi padre, sin embargo me animaba a que podría aspirar a otro tipo de mascota.

Un día me enviaron de regreso a casa ya que el colegio optó de un momento a otro, contratar de urgencia los servicios de una fumigadora. Se daba el caso que de los diseminados árboles en el patio de recreo, emanaban unos diminutos insectos que generalmente se las arreglaban, no sé cómo, para caerle a uno en los ojos y eso provocó el masivo despacho.

Mi mamá al verme llegar con un tutor, me preguntó el por qué de mi repentino regreso. Le expliqué la razón y entonces me pidió que la acompañara al mercado. Me cambié de ropa y en tono bien animado me dice:

-“Vamos a aprovechar la ida al mercado para que puedas elegir una mascota”.

-“Una mascota en el mercado mami?!”, pregunto escéptico.

-“No comas ansias. Ya veras”, me dice.

Compramos parte de la comida de ese día y al retirarnos no veía por ningún lado un lugar donde hubiera animales y me estaba preocupando:

-“Mami ya compramos lo que necesitamos. Dónde están las mascotas?”.

-“Te dije que camino al mercado iríamos a un lugar. Entremos a este colmado para comprar otras cosas”.

En un área dentro del establecimiento había una caja de bacalao que había sido convertida en un nido de pollitos gringos. Una mirada rápida me hacía entender que mínimo habían congregados allí más de 40.

Como si se tratara de una desigual orquestación, los pollitos piaban a más no poder y se me acerca mi mamá ofertándome:

-“Te gustaría tener un pollito como mascota?. Tu papá no se opondrá ya que lo único que tienes que hacer es darle de comer maíz”.

-“Sí!, quiero uno!”, digo bien animado.

Llega el dependiente y obviamente sin preguntar, elije uno al azar, ya que todos eran prácticamente iguales.

Llegué contentísimo a mi casa con mi pollo gringo. Decidí llamarlo ‘Pirito’. El nombre fue inspirado en los constantes píos del ave.

Con el tiempo ‘Pirito’ fue creciendo y desarrollé un cariño incalculable hacia mi pollo. Le daba de comer a sus horas y hasta llegué a bañarlo y perfurmarlo en reiteradas ocasiones. El animal conocía ya mi voz y hasta mis pasos al llegar del colegio y a la hora de mis tareas, mi pollo al lado!.

En su crecimiento, a Pirito le dio moquillo y ese evento me entristeció ya que pensé se moriría, pero por fortuna, un señor allegado a la familia logró curarlo. No sé si existe un récord documentado de una franca interacción entre un humano y un pollo, sólo puede dar fe y testimonio de que Pirito me entendía perfectamente.

Al llegar a su máximo crecimiento, al ave había que cortarle con frecuencia las alas ya que en sus vuelos cortos, a veces se pasaba a una de las casas vecinas y es allí donde comienzan los problemas:

-“Bueno yo no sé qué se va a hacer con ese animal. Casi a diario hay que ir a buscarlo a casa ajena y yo no quiero estar molestando al vecino!”, dice mi papá.

-“Bueno, lo que hay que hacer es cortarle las alas antes de su tiempo”, agrega mi madre.

-“Esa no es la solución. Ese pollo está incontrolable. Además se pasa toda la noche piando aun cuando está en el patio y no deja a uno dormir!”, sigue mi papá en su queja.

-“En eso tienes razón, pero qué se puede hacer?”, pregunta mi madre.

-“Bueno, yo no voy a seguir cayéndole atrás a ese animal en casa ajena. Habrá que llevárselo para Cucama”, sentenció mi papá.

Cucama es un sector ubicado a unos kilómetros en las afueras de la ciudad. Actualmente está más desarrollado, pero en aquel entonces, todo era grandes extensiones de terreno.

Mi padre, hombre de campo, le fascinaba trabajar la tierra y por su experta mano, se daba todo tipo de siembras desde habichuelas, guandules, yuca hasta plátanos.

Resuelto el asunto, hubo que trasladar a Cucama a Pirito. Con ese traslado, ví la forma de ir a visitar mi pollo todos los fines de semana.

El señor que había curado a Pirito del moquillo, ayudaba a mi papá en la propiedad. Supervisaba, cuidaba y daba de comer a Pirito y cada semana que iba al solar, intentaba llevarle alguna fruta en agradecimiento por su gesto.

Pirito se hizo aun más adulto y el cambio de ambiente, le tornó en lo que siempre debió haber sido: simplemente él. Un ave libre de controles humanos. Silvestre en toda la dimensión del término. Ya apenas me reconocía...

El último fin de semana que intenté ver a Pirito, se vio frustrado gracias a un copioso torrencial que inició a tempranas horas de la mañana y se extendió hasta pasadas las doce del medio día.

Mi padre decidió no llevarme tomando en cuenta que no me convenía mojarme si llovía nueva vez ya que ‘me apretaba’ fácilmente.

Al siguiente día, cuando llegué del colegio, encontré en mi casa al señor que ayudaba a mi papá en el solar dialogando con éste en el patio. Saludo al verlo, dejo mi mochila en su lugar y corriendo me dirijo a él:

-“Hola! Dígame cómo está Pirito!. No se mojó, verdad?”, le pregunto preocupado.

El señor me mira con cara de ingenuidad y luego mira a mi padre. Una seña relampagueante lo autoriza a hablar:

-“Mira Marquito, tu pollo se escapó del rejón donde lo tenía amarrado y lo encontré ahogado después de la lluvia. Pero, no te preocupes! Puedes criar otro!”.

Salí corriendo a mi habitación bañado en lágrimas y con un dolor en el alma, que parecía había perdido a un familiar cercano.

Eventualmente, volví a tener varias versiones de Pirito, pero ya estaba entrando en la pre-adolescencia y mis intereses giraban ya en otras direcciones.

Ya adulto, llegué a tener tortugas y un conejo. Cierto día, le relaté a mis padres sobre si se acordaban de Pirito y de forma natural mi papá contestó:

-“Claro que sí. Ese pollo nos dio carpeta aquí con los vecinos. Hubo que decirte que se ahogó en un día lluvioso”.

-“Cómo que hubo que decirme?. Pirito se ahogó al escaparse del rejón papi!”, le digo.

-“Esa fue la versión que se te brindó. En realidad, Pirito estaba desde hace días en tu estómago…”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Pirito". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

"Sarcasmo Estudiantil"

En Noviembre de 2007 recibí una llamada vía una recomendación para impartir clases particulares de Inglés a un niño italo-francés de 10 años.

Su madre, con un Español poco fluido, me explica que alguien me recomendó para esas clases y que era imperativo reunirnos ya que el niño abogaba por inscribirse en una importante casa de estudios en Estados Unidos y su Inglés no estaba muy bueno.

Opté por reunirme con la señora una vez me dijo quién me había recomendado. Ya en la cita, le explico que en realidad no solía impartir clases a niños y adolescentes por razones de metodología. La señora insistió y me dijo que él básicamente necesitaba ‘algunos ajustes’ ya que sin ánimos pretenciosos, su hijo era sumamente despierto. Y ciertamente lo era…

-“Estoy muy contento de tenerlo como mi tutor, Sr. Marcos”, me dice ultra educado.

-“Muchas gracias. También será un placer ser tu Profesor”, le digo entrando en confianza.

-“Mire, en realidad no necesito este curso. Mi padre, que es militar retirado, siempre ha querido que sea el mejor en todo lo que haga. Su idea es inscribirme en una escuela en EE.UU. y demostrarles que puedo ser parte de esa escuela”, me dice bien preciso.

-“Si no necesitas este curso por qué insistir?”, pregunto un tanto escéptico.

-“Es que tomé un primer examen y me rechazaron. Mi padre quiere demostrar que sí puedo y por eso le pidió a mi mamá que me buscara un tutor”.

-“¿Quiere decir entonces que este curso es sólo para que puedas tomar nueva vez el examen y no inscribirte?”, pregunto.

“Así es!”, me dice bien animado.

La evolución del niño fue sorprendente durante los meses de Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero. Su famoso examen era en Marzo de 2008 y sus calificaciones escolares respecto al Inglés, cambiaron dramáticamente de un permanente 78 previo a la tutoría, a un fijo 96 después de ésta.

Meticuloso y observador, el niño era fanático de la lectura, matemáticas, geografía, aeronáutica, historia y algunos datos de cultura popular. Me asombraba su capacidad de retención de datos y con naturalidad que hablaba de temas bien complejos para su edad.

Ya avanzadas las primeras dos semanas de Febrero, su madre me comunica que ésa sería la última de la tutoría y que tanto ella como el padre del despierto menor, estaban sumamente satisfechos con los resultados.

En eso llega el niño y su madre nos deja solos en el amplio salón que acostumbrábamos impartir las clases. El niño usaba lentes y ese día no los tenía, hecho que llamó mi atención y procedo a preguntarle:

-“Buenas tardes. ¿Qué pasó hoy con tus lentes?”.

-“Estoy un poco cansado. Por hoy voy a descansar de ellos. Además tengo hoy algo para usted!”, me dice bien enérgico.

-“Ah, ¿si?. ¿Y de qué se trata?”, pregunto.

-“Bueno consulté con mi mamá y como ya terminaremos las clases, hoy no seré yo quien tome clases”, dice bien decidido.

-“Muy bien. Supongo que tienes algunas preguntas que deseas te las responda”, le digo.

-“Sí, pero hay una de ellas que desde Noviembre quería preguntársela y hoy por fin podré hacerlo!”.

Estaba un tanto confuso ya que nuestra relación profesor-alumno había avanzado bastante y me preguntaba cuál sería esa inquietud que nunca me comunicó en 3 meses…

-“Bueno ya estamos aquí. ¿Qué deseas preguntarme?”.

-“Lo primero es lo primero Sr. Marcos!”, me dice lleno de pura energía.

-“Vamos a hablar de varios temas y usted debe contestarlos”.

-“OK”, digo.

-“¿Qué animal vive más tiempo?: una tortuga, una ballena o un elefante”, pregunta.

-“Supongo que la tortuga”, le digo haciéndome el desentendido.

-“Correcto!. Cuál lugar es más caliente del planeta: ¿Al’Aziziyah en Libia; El Valle de la Muerte en EE.UU. o Alice Springs en Australia?”, sigue en su bombardeo.

-“Bueno, está difícil. Australia tiene largas extensiones de terreno, pero también está habitada, nunca había oído de ese lugar en Libia y no es Valle de la Muerte”, respondo.

-“Muy bien. El lugar en sí es Libia”, me dice con cejas alzadas.

-“Cuál país es más grande: China o Canadá?”, sonriendo pregunta.

-“Territorialmente Canadá es más grande que China”, le digo.

-“Oooh usted sabe casi todas las cosas!”, me dice riéndose.

-“Bueno, leo mucho. En mi tiempo no tenía la facilidad de acceso a información como la tienes tú y las venideras generaciones”.

En eso llega su madre e interrumpe la evaluación y nos comunica que van de compras y que seria bueno finalizar en ese momento. El niño insistentemente le dice que sólo falta una pregunta que hacerme y que terminamos. Ella accede y me dice rápidamente el niño:

-“Rápido, rápido, dígame: cuál es el parque de diversiones mayor visitado del mundo?!!”.

-“Je,je,je bueno, obviamente es Disney World”, le digo y me levanto de la silla. En eso me sostiene el antebrazo y me pide que me siente al tiempo que me dice:

-“Incorrecto! Es Tokio Disneyland. Van más de 25 millones de visitantes al año y si paso el examen, este año será mi regalo de cumpleaños” .

Lo felicito y en eso nos montamos en el vehículo de sus padres para llevarme cerca a mi casa. Dentro del carro me pidieron permiso y comenzaron sus padres a hablar Francés, mientras el niño leía.

Al llegar al punto acordado, me pagan por las clases, me despido y aprovecho para decirle al niño que nunca me hizo la pregunta que quería saber desde el inicio de las clases y en eso me dice sonriendo:

-“Profesor, por qué usted tiene las orejas tan grandes?!”.

No tuve alternativa que reirme...

En 2009 supe de él vía el e-mail de su mamá y me escribió:

Profesor supongo que nunca supo la respuesta. No se preocupe, no son grandes. Simplemente están inclinadas un poquito hacia delante”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Sarcasmo Estudiantil". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 26 de octubre de 2012

"La Inexorable Partida..."

Me estaba preguntando si se trató siempre de un exceso de confianza o quizás simplemente, una actitud adversa. Lo cierto es que miré atrás y un torbellino de gratos recuerdos pasó rápidamente por mi cabeza. 

Vivencias únicas, palabras irrepetibles, momentos auténticos, experiencias inigualables. Cerré mis ojos y el visor mental me trasladó aún más a la irrupción de todo esto que nunca supe o quise darle nombre. Sonrisas y gestos de bondad, caricias tiernas y miradas coquetas… 

Mirando lo implacable que es el tiempo, apareciste con una aguerrida y desmesurada certeza de que, queriendo lo lograrías, mas dejabas rastros de un viejo e infantil plan. No se trataba de nada similar a estrato social, color de piel o condición económica. Era más bien, un combustible pugilato sin razón de ser y carente de causa. 

Darle crédito a esos pensamientos me turbaba y opté por no darle albergue a esa posibilidad debido a lo inmadura de la misma. Estaba claro que no sería tema que dominaría nuestros tórridos encuentros, no obstante me quedaba valorando esa posibilidad… 

De repente, ya éramos adultos. Con todo y que tomamos boletos a destinos distintos no hubo falta del uso de la tecnología para volver a contactar o reencontrarnos. ¿Magia a favor nuestro?. Nunca lo creí. Por fin nos hicimos presa de la divagación, sin preguntas o reparos en el paso de las horas. 

Se preguntó si el plan era tangible y la respuesta no fue del todo satisfactoria. Se trató realmente de un gesto arrogante de ver quién podía más. Eso acabó con una gran parte de mi ya que mis sospechas legítimas, se hicieron factibles en un instante tornando trémulo a todo mi ser… 

Acongojado miré tu lejana vista y sin articular una sola palabra, pude constatar de que sí hubo algo, pero no se podía definir porque el concepto era una mezcla de lo abstracto y la intención de que fuera cierto. 

Fue entonces cuando se provocó ese final encuentro en donde se reclamó de un acto del cual se había vivido prácticamente media vida. Fue allí que desperté y sin pedir explicaciones, surgió la inexorable partida…

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "La Inexorable Partida..." © 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 19 de octubre de 2012

"Léase Antes de Usarse"

No sé si seremos los primeros en esta parte del Atlántico, pero a los dominicanos nos gusta automedicarnos a más no poder.

El asunto es simple: creemos que lo sabemos todo y por una inexplicable y absurda razón, no nos gusta preguntar!.

Un domingo cualquiera voy rumbo al cine en una guagüita de las que han invadido toda ruta imaginable a las afueras de la ciudad y zonas aledañas. El chofer rápidamente hace contacto visual y me reconoce del programa de TV y me dice:

-“¿Amigo uté noé el de la película en la televisión?”.

-“Sí, para servirle”, le contesto.

-“¡Gonzalo ahí ‘tá! Pregúntale a ese señol que se ve e’ un hombre que sabe de ‘tó”, dice el cobrador en tono ultra alto que le rompía el tímpano a cualquiera.

-“Jefe” (me dice el chofer) ¿“Qué uté cree de la patilla pa’dale vigol maculino al hombre?”.

En eso se escucha una risa coloquial (entre masculinos y femeninos), ya que la pequeña vanette estaba atestada de pasajeros que se dirigían a la parte Oeste de la ciudad.

-“Bueno, lo importante de ese asunto es que la persona que la vaya a consumir, sea bajo prescripción médica porque nadie puede administrarse un medicamento sin antes saber cómo reaccionaría al mismo. Fíjese siempre donde dice leáse antes de usar”, detallo.

-“¿Tu vé? jejeje ¡ay papá!”, dice el cobrador.

En eso veo medio pensativo al chofer y para no cometer una infracción en público, le digo al chofer:

-“Chofer, la película se acaba cerca de las 9:30 PM, ¿usted cree que habrá transporte a esa hora?”.

El me mira y le hago una seña y me dice:

-“¡Pero uté sabe que uté’e mi helmano! ¡Dígame su teléfono y yo le llamo pa’ vení a bucalo!”.

Los pasajeros nueva vez vociferan y en esta ocasión me tildan de “estar frío” y frases afines.

Por fin me dejan en el cine en las afueras de la ciudad, cruzo y ellos continúan. En unos 2 ó 3 minutos me llama el chofer y me dice:

-“¡Mire a la veldá que uté’e un montro caballo! ¡Uté se la llevó!”.

-“¡Que va! ¿Dígame cual de ustedes dos es que se va a tomar la pastilla?”.

-“La vaina e’má seria de ahí montro”, me dice.

-“¿Pero que fue lo que pasó?”, pregunto.

-“¡Uté no sabe que me cité a una chica y deseperao’ me tomé la patilla alante!”, me dice medio asustado.

-“Bueno, no debiste haber hecho eso, ¿pero a qué hora es el asunto?”, le pregunto.

-“¡Esa e’ la vaina montro! ¡Que la tipa me llamó y me dijo que no iba a podé salí conmigo y ahora toy yo aquí con eta vaina como un cañón ata no sé cuando!”

Eventualmente lo puse en contacto con un médico amigo y hubo que llevárselo para Santo Domingo unas horas después. Lograron controlar el priapismo.

Varias semanas después del incidente, me llamó al móvil y al abordarme bien animado me dice:

-“¡Montro avíseme cuando uté vaya pal cine que uté sabe que e’ta guagua e’suya!”.

-"Siempre le agradezco el gesto amigo mío"


Antes de colgar me dice una frase fija:

“¡Léase ante' de usase!. No voy a olvidá esa vaina!”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Léase antes de Usarse". © 2009-2010-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 12 de octubre de 2012

"La Intelectual"

En 2009, un amigo de infancia me había solicitado que le acompañara a un “cocktail party” con motivo del lanzamiento de una revista bimensual con ribetes de diseño de interiores.

Me parecía aburrida, pero acepté la invitación para no hacerle el desaire. Una vez en el lugar, me dice que me quede con una amiga de él, que es de La Romana, pero que “tiene añales viviendo fuera”.

Me advirtió que fuera cauto ya que padecía de un delirio de grandeza superior al Empire State. Al rato llega la susodicha, mi amigo nos presenta y se desarrolla el siguiente diálogo:

-“Me dice Rafael que eres amante del cine”, rompe ella el hielo.

-“Sí. El cine es parte integral de mi vida”, le contesto bien agudo y atento debido al comentario previo sobre ella que de paso me tenía prejuiciado.

-“Disculpa.
¿No te ofendes si te digo algo?”, me pregunta inquisidoramente.

-“Supongo que con el nivel que vendes, no será nada ofensiva tu interrogante”, le digo.

-“
¡Bueno!, tu nombre es sumamente común”, dice en un tono casi sacándose la loteria.

-“De los lugares y con los nombres más comunes, surgen tremendos prospectos. Fíjate que Balaguer dominó este país por 22 años y era oriundo de Navarrete”, le digo con mirada ultra penetrante.

-“
¡Oh que bien!. Aparte de cineasta, te gusta la historia patria. Eso me dice que debes saber bastante de geografía y latitudes, ¿cierto?”, sigue en su ataque.

-“Primero, para contestarte debo corregir que no soy cineasta. Soy Comentarista de Cine, que es diferente. Lo de Balaguer me es inherente porque soy, nací y vivo en República Dominicana. De geografía no soy experto, pero conozco algunas cosas”, sentencié.

En eso se nos acerca un camarero con copas de champagne, cerveza y vino. Opté por la cerveza porque dilataría el mareo (distinto al champagne) y además alimentaría su ego hacia mí. Ella, obviamente, tomó la copa de champagne. Se da un sorbo y me dice:

-“El cine no me gusta. Lo veo como una pérdida de tiempo. Al igual que la política de este país. Fui a ver con una amiga ‘G.I. Joe’ y me pareció un juego de vídeo llevado a la pantalla.
¡Encima de eso eligen París para desarrollar la trama central!”, dice en carcajadas.

-“Que extraña percepción”, digo fríamente.

-“
¿Extraña? ¿Por qué?”, pregunta airada.

-“Si no entendiste la trama es obvio que no vista los cartones animados en los 80 sobre los cuales se basa el film"


-"No los recuerdo para ser honesta"

-"Bueno, lo de París, obedece a que Francia es el país mayor visitado del mundo con más de 76 millones de turistas anualmente. Es obvio que los antagonistas eligirían un sitio concurrido para llamar la atención mundial”, me doy otro trago y le hago señas al camarero que me traiga otra.

-“No lo había visto desde ese punto de vista”, dice medio confusa y dudosa.

En eso acelero el proceso de no amargar mi estadía en el sitio y ejecuto rápidamente mi plan B:

-“Me dice Rafael que vives en Europa.
¿En qué país?”, pregunto con cara de ingenuo.

-“He estado en varios países europeos, pero ahora estoy en Suiza”, me dice ultra airada.

-“
¡Suiza! ¡Vaya que bien! Supongo conoces el nombre del famoso Capitán de Navío de origen suizo, que con su astucia, ayudó a rescatar las personas raptadas recientemente en costas africanas”, pregunto con suma precisión.

Al no ver respuesta, le doy chance y le digo que me diera la respuesta acto seguido retornara del baño.

Al regresar, me encuentro con una situación delicada ya que la joven no estaba en el lugar. Me quedo en mi sitio, pido otra cerveza y en breve noto que se acerca la fémina. Pide disculpas por haberse retirado y me dice:

-“Debo confesarte algo”.

-“Soy todo oídos”, le digo.

-“Fui a mi vehículo a buscar mi BlackBerry, navegué en Internet en búsqueda de la información que me comunicaste y no aparece nada de nada!”, me dice en tono desafiante y le respondo con una amplia sonrisa en mi rostro:

-“Imposible que aparezca. No existe Marina de Guerra en Suiza porque su ubicación geográfica es céntrica y no está rodeada por mares”.

Me despidí abruptamente alegando que acababa de llegar alguien a quien esperaba. Pasé el resto de la noche en grata compañía y conocí varias personas que éramos afines y hasta me tildaron de ‘pichón de intelectual’.

Al día siguiente me llaman privado y me dice un tono muy terrenal:

-“Oye, disculpa. Le pedí a Rafael tu número. Soy la persona con quien conversabas anoche.
¿Me recuerdas?”.

-“
¡Por supuesto!. ¡¿Cómo estas?!”, le digo (en el mismo tono de la noche anterior).

-“Bien. Gracias. Mira, eh…
¿crees que es posible que me aceptes una invitación al cine?”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "La Intelectual". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

jueves, 4 de octubre de 2012

"Tómbola"

Jugar pelota en la calle era algo bastante común siendo uno un muchacho.

Estaba claro que alguien haría las veces de ‘verificador’ para alertar a los jugadores una vez se acercara un vehículo.

A medida que pasaba el tiempo, conforme se llevaba una tendencia en particular, de forma casi automática, llegaba otra.

Hubo un momento en que la pelota de media ya no era atractiva y es entonces cuando hace su entrada triunfal aquella tapa de plástico (originalmente roja) llamada ‘Vitilla’.

El frenesí era tal que la vitilla ideal o considerada ‘original’ tenía que ser de rigor la tallada con el agua marca ‘Crystal’.

Existía otra de un verde ligero que era considerada para novatos y otra sumamente difícil de obtener de color púrpura, que por su condición se definía como rara. Con el tiempo llegaron vitillas de todo color imaginable. Aún en la era de la vitilla roja, jugábamos cerca de casa un torneo diario.

La parte de bateo era en frente de una casa propiedad de un señor llamado Don Pedro, pero que le apodaban ‘tómbola’ porque jugaba y además, se sabía todos los números ganadores tanto de la lotería nacional como los de la famosa caraca.

Don Pedro era un hombre apacible y aunque de aspecto tosco, siempre sonreía. Su rostro y actitud cambiaba acto seguido le vociferaban ‘tómbola’.


Al vernos jugar no directamente en el frente de su casa, lo tomaba con calma. No obstante, hacía la advertencia de que no quería ver a nadie en su patio frontal, que de hecho, estaba minado de plantas de guandules y la parte trasera de una densa mata de jobo.

Un día cualquiera nos quedamos los muchachos hasta bien tarde jugando vitilla y la noche nos arropó de sorpresa provocando la suspensión del juego por falta de visión.

Gozando de un permiso extendido, debido a la cercanía de la casa, una parte nos quedamos frente a la casa de Don Pedro y se resolvió jugar el escondido:

-“
¡Bueno decidan quien es que va a contar!”, pregunta uno de los muchachos.

-“
¿Chichí, dónde vamos a escondernos?”, pregunto.

-“Hay que hacerlo rápido ya que sólo tenemos hasta las diez para acostarnos”, responde.

En el movimiento se arma una corredera y la mayoría de los ‘escondites’ fueron ocupados y veo cómo Chichí desaparecía sutilmente detrás de un poste del tendido eléctrico, otros detrás de vehículos y al no tener dónde esconderme, decido saltar la pared y hacerlo entre las matas de guandules de Don Pedro.

Pasa un rato y se escucha una voz de uno de los muchachos alertándonos:

-“
¡Ahí viene Tómbola!”.

Sin poder salir del área me dirijo rápido cerca de un tanque de metal que era destinado para botar la basura, pero para mi asombro, Larry se encontraba dentro del tanque y me pide que me vaya para otro lado. 


Entra Don Pedro y emulo perfectamente a un hombre rana, aún cuando sabía que llegar a casa con ese polo shirt sucio era sinónimo de una buena regañada.

En el interior de la casa se escuchaba a Don Pedro murmurar algo y aprovechando su permanencia dentro de la casa, me dispongo a saltar la pared, pero noto cómo sale nuevamente y en esta ocasión con una linterna. El corazón me latía a tal grado que sentía las palpitaciones como tambores en mi pecho.

Hace una brevísima inspección en el área y nota que hay matas rotas y expresa:

-“
¡Eto’ bendito muchacho! ¡Uno sacrificao’ con to’eta matase y ello’ rompiéndomela!”

El hombre se acerca al tanque (me encontraba justo detrás) y Larry adentro más mudo que una tumba. 
¡Don Pedro decide orinar dentro del tanque!. Justo en el momento que le cae a Larry el líquido en la cabeza vocifera:

-“
¡Epérese Tómbola!”.

Don Pedro impactado se asusta y replica:

-“
¡Pero muchacho del carajo! ¡¿Y qué hace tu metío en ese tanque?!”.

Salimos corriendo como hienas tras liebres, al tiempo que el resto de los muchachos reían con pronunciadas lágrimas en sus ojos.

Larry llegó conmigo corriendo hasta mi casa y yo sabiamente, al ver que mi mamá estaba entretenida mirando TV, entramos por el callejón hasta llegar al patio.

Me quito el polo shirt sucio y Larry me dice insistentemente que quiere lavarse la cabeza con lo que sea. Busco inútilmente el clásico jabón de cuaba, más éste, brilló por su ausencia. Sin opciones reales miro con cierta indesición una caja pequeña del desaparecido detergente “Fab” y me dice:

-“
¡Ta’ bien, ta’ bien! ¡Déjame lavarme con el Fab!”.

Se da una lavada con el detergente y cuando asume que ya no tiene el aroma en su cabeza me pregunta:

-“
¿Malco, no hay por ahí un poco de gelatina o algo?”.

Miro en un muro dentro del cuarto donde estaba la lavadora y sin pensarlo tomo (sin leer) un envase de desrizado propiedad de mi hermana. Al olerlo entendí que haría las veces de gelatina al ver una figura con cabello liso en el borde.

Larry se puso el desrizado y no pasó un minuto cuando sale del patio corriendo rascándose la cabeza y quejándose de que le ardía el cuero cabelludo. Mi mamá al escuchar el escándalo, lo ataja antes de salir y provocada le pregunta:

-“¡¿Pero mi hijo y qué te pasa?!  ¡¿Por qué este escándalo?!”

-“Ayyy Doña Ofelia (
¡rascándose a dos manos!) ¡me pica! ¡me pica!”.

-“Pero, ¡¿por qué te pica la cabeza?! ¡¿Qué fue lo que te pasó?!”, pregunta angustiada.

-“Tómbola me mió y Malquito y yo vinimo pa’cá a lavame la cabeza, pero usamo una gelatina que taba pasá”, dice un desesperado Larry.

Al oir a mi mamá alarmada, entra en escena mi hermana, quien era experta en asuntos de salón y corte de pelo. Procede a olerle la cabeza y detecta que era desrizado. Rápidamente le lava la cabeza con champú y en breve se disipó la comezón.

No hubo forma de convencer a la mamá de Larry al respecto y éste fue objeto de una encendida pela. No corrí la misma suerte, pero hubo que esperar dos semanas para volver a salir...


Don Pedro vive actualmente en el Hogar de Ancianos de La Romana. Luce bien y saludable. La casa donde residía, es actualmente un parqueo de vehículos de una tienda.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Tómbola". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 28 de septiembre de 2012

"Restaurante Chino"

Tradicionalmente los Domingos, con todo y ser el primer día de la semana, se toma para un descanso total y es también señalado para dedicárselo a la familia.


De ahí que pocas personas comen en sus casas ya que 'la huelga de calderos' es un hecho ese día para muchos de nosotros.

Conciente de lo más arriba expuesto, busco siempre la manera más sencilla de solventar mi situación.


Por fortuna o no, hace unos años los Chinos invadieron la ciudad montando ‘centros de uñas’ e interminables restaurantes de comida rápida en donde los grandes protagonistas son la desmesurada cantidad de arroz que le dan a uno y por supuesto, el famoso pica-pollo.

Con la firme intención de extender mi capital ese día, me dirijo hacia uno de esos restaurantes chinos del centro de la ciudad.


Al llegar, un mar de gente se aglomeraba allí confundiéndose entre el pago al cajero y las peticiones a las dependientes.

En un ambiente sumamente cálido y cito ‘cálido’ literalmente ya que el acondicionador de aire veía frustrada sus aspiraciones de climatizar el área en una abierta demostración del mucho calor que puede hacer cuando hay tanta gente en un mismo lugar:

-“Señor, dígame qué le sirvo”, me pregunta una dependiente.

-“Gracias y buenas tardes. Quiero un servicio mediano de chow fan. Me añades por favor salsa agridulce y un refresco merengue”, le solicito.

-“
¿Se lo va a llevar o se lo comerá aquí, señor?”

-“Es para comer aquí”, le digo.

-“Se puede ir sentando que yo se lo llevo a su mesa”

En eso miro alrededor y veo que eso de ‘se puede ir sentando’ tardaría un buen rato ya que las mesas estaban ocupadas en su totalidad.

En un momento determinado, el líder de una familia sentada muy cerca del área de caja, me mira y me hace señas que me acerque. Al hacer lo propio me pregunta el caballero:

-“
¿Uté no’e el de la' película'?”

-“Para servirle”

-“Etaba mirándolo como bucando lugal. Siéntese aquí que ya nosotro' casi acabamo”, me invita decentemente.

Doy las gracias y me siento. Transcurridos unos escasos 3 ó 4 minutos, se retiran de la mesa y en eso pasa una de las camareras haciéndome señas de que mi orden estaba casi lista.

Para entretenerme en algo saco mi desfasado celular y chequeo la mensajería y procedo a borrar la casilla ya que estaba llena. Por fin llega la camarera y me sirve.


La posición que estaba sentado me daba control visual absoluto hacia fuera y veo llegar flamante vehículo europeo que parecía acabado de comprar.

El conductor era alguien conocido, pero de ésos que uno le dice “hola” por cortesía y que en realidad por circunstancias, nunca hemos interactuado. El hombre cierra su carro, activa su alarma, entra al sitio, al hacer contacto visual conmigo me dice levantando la mano izquierda “hey”, respondo igual y sigo almorzando.

Los Chinos saben bien su negocio y como no tontos, para ellos es mejor bajar los precios y así mantener su negocio lleno todo el tiempo. La cantidad de gente aun era amplia y lugares vacíos, escaseaban. En una, el ‘conocido’ me mira en un abierto interés de sentarse y accedo a invitarle.

-“Gracias man. Eta vaina e’un lleno to’lo’ domingo,
¿eh?”, me dice.

-“Eso es así”, le digo.

Sin preguntarle me dice:

-“Acabando de llegá del car wash y poniendo nítido el carro”.

-“Si ya veo. Bonita máquina.
¿De qué año es?”, pregunto en tono escéptico.

-“Ese carro e’…”.

En eso saca su celular de última generación y comienza a accionar varios botones, activa el modo manos libres, coloca el aparato en la mesa y antes de contestar me dice “e’ mi mujel” y procede:

-“Dime mi amol”.

-“Mira y pa’ cuando e’ el asunto?
¡Lo’ muchacho y yo tenemo’ hambre! ¡Mira a ve’ si avanza en eso!”, le dice una insistente mujer.

-“Oye ‘tate quieta mujer...
¿Me va a sofocá?. Mira aquí hay má’ gente que do’ vece’ el etadio lleno”, le dice hablándole al speaker.

-“
¡Bueno pue’ ya tu sabe!”, sentencia la mujer y cuelga.

-“Oye mano la mujere son una vaina.
¡¿Tu vite con la presión que me ‘taba montando y uno aquí cogiendo lucha!?”, me comenta medio acelerado.

-“
¿Por qué no comen aquí?. Hoy es un día familiar y así salen de la casa y hacen algo diferente”, le comento.

-“No loco, lo que pasa e’ que mi mujel dice que no tamo’ preparao’ pa’ comé sentao’ aquí.
¡Tu sabe!, ella trabaja en una oficina y las amigas siempre tan cuchichiando como uno vive y to’esa vaina”.

Como no tenía qué responderle y para no provocar que me cayera mal mi almuerzo tras escuchar semejante estupidez, opté por callarme y terminar de almorzar. El breve silencio, se corta con otra llamada:

-“
¡Oye que trote man! ¡e’ mi mujer otra ve!”.

Acciona el botón del speaker nueva vez y dice la dama:

-“Mira ahora que me acueldo, vamo' aprovechá el carro pa’llevá lo muchacho donde mami y así ahorrano pagá taxi.
¡Ten cuidao’ con irte a bultiá en ese carro que tu sabe que ese carro e’de la compañía!”.

Mudo de por vida y con la cara bien larga y llena de vergüenza, el hombre se quería evaporizar y procedí a preguntarle:

-“
¿De qué año me dijiste era el carro?”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Restaurante Chino". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 14 de septiembre de 2012

"Chuleo Espacial"

De las tantas inolvidables vivencias en época de escuela, una de las más significativas para mí fueron las famosas giras escolares a varios puntos de interés cultural en Santo Domingo.

La excitación no tenía límites ya que el hecho de ir a una gira, representaba no tomar clases ese día y aunque estuviéramos en uniforme, el asunto adquiría un matiz que se traducía en una sola cosa: gozadera total.

En 1986, el colegio donde estudié organizó una gira para El Museo Nacional de Historia Natural, conocido por poseer cuatro salas dedicadas al conocimiento: La Sala del Universo, La Sala de la Tierra, La Sala Humana y la Sala Ecológica. Obviamente estas salas pertenecían a una parte de lo que el museo como tal brindaba.

Siendo un excelente estudiante fanático de las Artes y Humanidades, además fiel apasionado de la Historia Universal, Geografía, Lengua Española y Ciencias Naturales, para mí en particular la gira era de importancia capital en términos de conocer más sobre el aspecto científico.

Sumado a esto, estaba el boom de que era la primera vez que mi curso iba al citado lugar. El museo, inaugurado en 1981 por el gobierno del desaparecido Antonio Guzmán Fernández, era el lugar más popular y visitado por giras escolares a nivel nacional.

A última hora, una cantidad de los compañeros no pudieron ir y el colegio como había pagado los servicios de un bus con capacidad para 64 pasajeros, optó por invitar otros cursos para llenar el cupo. Esa decisión fue vista por mí como un ‘súper visto bueno’ porque había una estudiante nueva de nombre Berenice, que me tenía de vuelta y media.

Por fin salimos y como hombre activo, me fui a la famosa ‘cocina’ para gastar energías con mis compañeros y sentarme cerca de Berenice. La fémina en cuestión, era la hija mayor de su padre y sumamente consentida. Hablaba con pocas de sus compañeras y siempre tenía algún atuendo de moda más un carácter ultra arrogante.

-“Disculpa,
¿me puedo sentar a tu lado?”, le pregunto.

-“Bueno el sillón no es mío, pero si te vas a sentar a mi lado te voy a pedir por favor que detesto la bulla”, responde con cejas alzadas.

-“Un poco delicada tu petición, pero haré lo posible por complacerte”, le respondo al momento de sentarme. Sin perder tiempo me presento:

-“Un placer. Mi nombre es…”

-“Marcos el de la Flush”, me dice.

-“
¡Vaya! tú también!”, le digo sorprendido.

-“
¡Claro! ¿Te vas a ser ahora el desentendido? Todo el mundo en el colegio está loco con tu passola y es el pan nuestro de cada día”

-“Estoy consciente de eso… discúlpame,
¿Cómo es tu nombre?”

-“
¡Berenice, pero ni te emociones cariño!”

-“
¡¿Pero emocionarme con qué Berenice?!”

-“Con fantasear que me monte en tu Flush papito. Acabarás antes de finalizar el bachillerato con medio colegio, pero ésta que está aquí
¡NO estará en tu listado mi amor!”

-“Oye, apenas estoy ahora en octavo y no creo que para cuando esté en 4to. de bachillerato las cosas sean iguales. Mira mi intención no es incluirte en mi lista como dices, pero debes saber que desde que llegaste al colegio, me tienes loquito Berenice”.

-“
¡Ay por favor jajaja! ¿Es así como le dices a todas, verdad?”

-“Cómo quieres que te lo demuestre Berenice?”

-“Bueno Mr. Marquito Flush jajajaja ruégame y convénceme que tienes casi un día de clases. Si no te molesta, voy a escuchar música en mi Walkman”


Se pone sus llamativos audífonos jactándose de ser una de las pocas dueñas de un Walkman y no volvimos a cruzar palabra hasta que llegamos al museo y provoqué coincidir con ella en la cafetería:

-“Supongo que no te molestará que merendemos juntos”, le pregunto.

-“No para nada. Yo me traje mi propia merienda. No sabía si lo que habría aquí me gustaría y por eso me traje mi comida”

-“
¿Te puedo confesar algo Berenice?”, le digo mirándola fija a los ojos.

-“
¡Muchacho! ¡no me mire así que me estas dando miedo!. Confiésese Marquito Flush”

-“Cuando te vi darle la mordida al pan, me fijé en esos labios que estoy convencido tienen sabor a fresa”

-“jajajajaja ay Marcos…
¿Eres siempre así de creativo?”

-“Todo el tiempo mi amor”

-“
¡Hey! Cuidadito con eso de 'mi amor' que no soy nada tuyo aún”

En eso, la profesora encargada del grupo al cual había sido asignado, interrumpe mi muela para indicarnos las pautas a seguir y presentarnos a la guía que nos daría la inducción en el museo.

La enorme estructura constaba de siete enorme pisos con interiores bastantes contemporáneos para la época. En el recorrido, nos llevaron a varios talleres donde se restauraban piezas, luego vimos brevemente una enorme sala de conferencias, una bien equipada biblioteca y la guía intentó crear conciencia hablándonos de la importancia del ecosistema al momento de mostrarnos los jardines.

Llega el momento más esperado de la gira y somos conducidos a la Sala Humana, luego a la Sala Ecológica seguida de la Sala de la Tierra y finalmente, la Sala del Universo. Allí le agarro sutilmente mi mano a Berenice y ésta accede sin problemas.

La sala estaba bien obscura ya que las paredes tenían una pintura que emulaba el espacio sideral y para darle vida a la animación, se requería nada de luz. En eso la guía nos invita a seguir el recorrido y la muchedumbre va saliendo y aprovecho y le digo al oído a Berenice:

-“Quédate justo donde estas y deja que salga el resto…”


-“
¡¿Tú estas loco?! Si nos ve la profesora se va a armar un lío”, me dice susurrando.

En eso y sin medir más palabras, la sujeto por la cintura y rápidamente la pego a mí y comienzo a besarla. Nerviosa me mira y me vuelve a susurrar:

-“
¡A la verdad que tú estas loco Marcos…!”

-“Por tí Berenice y desde que llegaste al colegio.
¿Ya te convenciste?”

En eso oigo unos tacos acercarse a la sala. Miro a una de las salidas, pero no divisamos a nadie y de repente la guía nivela el control de claridad de la sala y nos dice:

-“Jovencitos, lamento haber interrumpido su chuleo espacial. Vuelvan a su grupo por favor”

El Museo Nacional de Historia Natural, está localizado en la Plaza de la Cultura, Avenida César Nicolás Penson, Santo Domingo.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Chuleo Espacial". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 7 de septiembre de 2012

"100 Metros Planos"

Yo no sé cuántas personas en su momento, han sido atletas frustrados.

Muchos varones se quedaron con sueños de ser beisbolistas, basquetbolistas, boxeadores, nadadores o corredores de distancia, entre muchas otras disciplinas.

Algunos otros ejemplos incluyen también hembras, pero mayormente en volibol.

De muchacho intenté frustradamente convertirme en un corredor de metros planos y salto alto y largo, mucho antes, de mi también malogrado esfuerzo, de ser pelotero.

En 1985 estando en octavo grado, se organizó un evento escolar en donde la SEDEFIR apoyaría en varias disciplinas, a nuevos prospectos con miras a ser preseleccionados para estudiar en prestigiosas universidades y en otros casos, en el extranjero. Como me gustaba tanto correr, opté por la modalidad de los 100 metros planos y los saltos alto y largo.

Llegado el día del evento, una desmesurada cantidad de estudiantes de diferentes escuelas privadas y públicas convergimos en la pista de atletismo de mi ciudad ubicada en un sector de nombre Buena Vista Sur.

Allí nos confundimos todos entre familiares, vecinos y amigos de todos. Imagínese el mar humano congregado en aquel lugar.

El desorden imperó a todo lo largo y ancho del evento y adolescentes se mezclaron en disciplinas con menores que éstos, en fin! un desastre mayúsculo. 


Recuerdo ver manganzones corriendo a mi lado y ganándome ventaja cual si fuera un Toyotica ante un Ferrari. Evidentemente perdí la competencia.

Incómodo y desorientado voy al lugar donde estaba el refrigerio. Había que hacer fila y delante de mí había una bellísima joven que ganó en la competencia de lanzamiento de jabalina. Al terminar platicamos:

-"Estaba bien confundido contigo. Ganaste fácilmente aún con el esfuerzo que hay que hacer al lanzar esa cosa", le digo.

Ella sumamente contenta y con botella de agua en mano se da un trago y me dice:

-"Se llama Jabalina
¡Y mira que casualidad! Yo también me confundí con ustedes los riquitos", me dice irónicamente.

-"
¿Riquito? ¿Por qué dices eso?", le pregunto (¡en el séptimo piso del limbo!)

-"
¡Ay no te hagas! ¡Ustedes los que estudian en colegios privados se creen la gran cosa! ¡Llegan en sus vehículos cuidados de su mami o papi, le traen ropa nueva y ni hablar de la comida!", sigue en tono irónico.

-"Pues no sé a qué te refieres. Es cierto que estudio en un colegio privado, pero eso no me convierte en nadie superior. Sobre lo otro que mencionaste, todos los hijos somos importantes para nuestros padres y para tu información ando a pie y no soy ningún riquito como dices", le advierto.

-"Bueno, suenas como que es verdad. Olvídate de eso y vamos a apoyar a nuestros amigos. Me llamo Lorena,
¿Y tu eres…?"

-"Marcos. Un placer".

-"Ví cómo perdiste en los 100 metros planos. Creo que tienes una buena oportunidad si sigues intentando. Lo que te restó fue que te mezclaron con los mas grandes", me dice.

-"Eso creo…", le digo aún en el Limbo.

-"
¡Mira! ¡Anímate ya tendrás otra oportunidad y quien sabe si ganas!", me dice en buen tono.

Terminó el evento y antes que cada quien tomara sus respectivos rumbos, le pregunto a Lorena cómo podría volver a verla:

-"Dudo mucho que podamos coincidir otra vez, Marquitos", me dice entre risas.

-"Te gusta el diminutivo de mi nombre,
¿eh? ¡Bueno!, eso es un adelanto. ¿Cómo es eso que dudas volver a verme? ¿Te vas para Hawái?", pregunto.

-"Jajajajaja tú sí que eres gracioso.
¡Pues fíjate que no!, no me voy para Hawái, pero tu ambiente y el mío no concuerdan. Tú dices que no eres rico, pero cada vez que te veo, andas con hijitos de papi y mami y no me gustaría pasar un mal rato", insiste.

-"
¡Oye pero eres un problema con eso de los niños ricos! ¿Dónde es que me ves?. ¿Estas en todos los lados?"

-"Jajajajaja, no!, pero vivo cerca de tu casa y cada vez que voy para la escuela, siempre te veo arregladito y con tus amiguitos rumbo a algún sitio. Es mi impresión", me dice con su risita.

-"Debo entender entonces que estudias en la escuela pública y si vives cerca entonces debe ser al Este. Eso se traduce en Río Salado", le preciso.

-"
¡Jajaja geógrafo y todo el Marquitos!", me dice.

-"Está claro que te he caído bien.
¿Cuándo me darás la oportunidad de demostrarte que estas confundida conmigo?", sigo insistiendo.

-"
¿Estas seguro que deseas visitarme? Yo ya te dije que soy una muchacha pobre y a lo mejor no encontraras cosas de lujo en mi casa ni nada que se le parezca".

-"Sólo dime cuándo y que hablen los hechos porque palabrería ha habido demás", le digo.

"Está bien. Un día de estos que pase por tu casa te digo, Marquitos"

Pasaron cerca de 3 semanas y no volví a ver a Lorena y para colmo de males, no podía dejar de pensar en ella. Estaba convencido de que vivía en Río Salado, pero al ser tan grande ese sector, mis posibilidades eran prácticamente nulas: no habían celulares (existían beepers, pero eso estaba reservado para doctores e ingenieros mayormente) y nada de Internet.

Un día cualquiera estoy en frente de mi casa jugando pelota con mis amiguitos y de repente,
¡veo a Lorena!. En ese momento se acabó el partido para mí y provoqué la ira de algunos de mis amigos porque el juego era el famoso “desafío” (consistente en apostar cierta cantidad de dinero que pagaba el perdedor) ¡y ya se puede usted imaginar!

-"
¡Hola Srta. Falsa!", le digo entre risas.

-"
¡Jajaja cómo gozo contigo Marquitos! Tus amigos se ven medio molestos desde aquí", me dice.

-"No te preocupes. Hay más días para seguir jugando pelota.
¿Dime por fin cuándo podré verte?", le digo insistente.

-"
¿Y todavía tú estas en eso jajaja?"

-"¡Claro! ¿¡Es que no te das cuenta que desde que te ví perdí la noción del tiempo!?"

-"
¡Sí como no! ¡Ustedes los hombres! ¡Todos son iguales!", me dice.

-"
¿Oye, pero de qué forma es que funcionas? ¿Por qué te gusta tanto generalizar?", le pregunto.

-"Mira está bien. Mañana es sábado y no tengo que ir a la escuela. Pasaré por aquí para coordinar hora y todo lo demás,
¿te parece?"

Accedí espléndido. Al día siguiente creo haber contado cada minuto de cada hora desde que amaneció. Por fin llega la tarde y se aparece Lorena:

-"
¡Hola Marquitos!", saluda con una sonrisa ganadora.

Me percaté lo bien arreglada que estaba. Olía bastante bien y lucía sumamente agradable. Acordamos estar en su casa a las 7:00 PM y ella me pasaría a buscar una esquina antes de mi casa.

Recuerdo haberme bañado bien temprano y las ansias me mataban. Una tía me había regalado un perfume “Quorum” de Puig que casi me lo termino. La (en aquel entonces) muy de moda gelatina TCB de Sebastian, me la ajusté en mi cabeza, más el aderezo de mis Hush Puppies engomados, jeans Levi’s y un t-shirt Hang Ten.

Llega la hora y allí estaba Lorena esperándome exactamente una esquina de mi casa, esquina ésa que emulaba una 'frontera imaginaria' que dividía mi barrio y el de ella.

Se percata de mis atuendos y me dice que me veía bien y sin pérdida de tiempo le pregunto:

-"
¿Oye, por qué tenías que venir a buscarme? ¿Pasa algo?"

-"Es mejor así . No te preocupes, Marquitos", me dice muy natural.

Al llegar al área donde deberíamos entrar, había una pendiente la cual nos tomó unos 3 minutos bajar (me decía en mis adentros "bueno compadre usted nunca fue al manantial de noche, prepárese a debutar"). Ya en la modesta casa, a unos escasos metros del río, entramos:

-"Abuela mire el es Marcos, el amigo de quien le hablé conocí en las olimpiadas escolares"

-"Mucho gusto señora", le digo a la dama.

Me invitan a sentarme y de una vez la señora añade:

-"Que bueno que Lorena tenga amigos como Usted. Ella me ha hablado bien de Usted. Yo le vivo diciendo a mi nieta que se junte con gente que le sumen"

-"Gracias, señora", le digo medio tímido.

-"Marcos, te había dicho que aquí somos gente pobre. Lo único que te puedo brindar es un jugo de limón y unas galletitas de soda con queso", dice abruptamente Lorena.

-"No hay problemas Lorena", le digo.

-"Bueno, los dejo para que puedan hablar. El ambiente es de juventú' y yo ya soy una vieja. Lorena, que el joven no se vaya tarde por lo que sabemos", sentenció la señora.

En eso me dí un trago bien rápido de la limonada y obviando galleta y el queso, le digo mirándola fija a los ojos:

-"No quiero ser imprudente, pero
¿qué es eso de lo que sabemos?"

-"
¡No te asustes! Lo que pasa es que por aquí hay muchos tigueres y no es bueno que te vayas tarde porque les gusta molestar y llamar la atención"

Rápidamente, me dice en tono súper natural 

-"No me dejes esas galletas que las compré con mucho amor para ti, Marquitos"

Entre diálogo y diálogo, cherchitas breves, añoranzas y hasta confesiones, dan las 9:00PM y se interrumpe la velada:

-"
¡Wow! ¡Es bien tarde Marcos! No te sientas mal, pero ya debes retirarte..."

-"OK, no hay problemas", digo.

Un abrazo, me despido de la señora (que hacía rato era víctima de Morfeo) y nos disponemos subir la pendiente. Al llegar arriba, hay unos 5 ó 6 muchachos en la esquina hablando de mí. Le pasamos por el lado y sin mediar palabras comenzaron medio discretos a seguirnos.

Angustiada me dice Lorena en voz ultra baja:

-"
¡Marcos!"

-"
¿Si?", le pregunto.

-"
¿Te acuerdas de la oportunidad que perdiste en la competencia?", me dice bien deprisa.

Medio confuso y extrañado le digo:

"
¿Sí, por qué…?"

-"
¡Este es el momento de ganar esa carrera perdida!"

Corrí más rápido que el famoso Ben Johnson e inclusive ahora en la actualidad, Félix Sánchez, fuera hijo mío ya que las plantas de los pies me llegaban a la nuca y caballo alguno podría tener lengua más larga que la mía en esos 100 metros que dividían su barrio del mío.

Unos meses después me enteré que Lorena se fue a los EE.UU. a solicitud de una tía suya. Jamás he vuelto sa saber de ella...
 


Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "100 Metros Planos". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.