viernes, 5 de julio de 2013

"Miss América"

Uno de los grandes problemas que acecha a distintas sociedades es la falta de preparación hogareña y esa indispensable inyección de respeto hacia los demás, sean éstos adultos o no, pero antes que eso, respeto a sí mismo sin importar las veces que uno sea vea tentado antes las banales situaciones que nos presenta la vida.

Actualmente hay una desmesurada tendencia en obtener todo tipo de conquistas materiales de forma rápida, obviando abiertamente aquello de que ‘lo que fácil llega, fácil se va’ y en este terrible escenario social, las féminas juegan un rol protagónico y sabiéndolo o no, son víctimas constantes de esa variable en el sistema.

El tipo de sociedad que nos ha tocado vivir, tiene múltiples fragmentaciones en sus cimientos desde la perspectiva de la edificación en que muchos jóvenes fueron forjados y el factor económico varía la forma de pensar del individuo. Un pensamiento subjetivo en extremo:

-“Buenas noches señorita”

-“Saludos”

-“Gracias. ¿Me podría decir si se encuentra el propietario del negocio?”

-“Supongo que usted es la persona de la publicidad, ¿cierto?”

-“Es correcto”

-“El señor llegará en cualquier instante. Me pidió que si usted llegaba, le prestara atención mientras él retornaba”

-“Muy bien”

-“¿Qué desea tomar señor?. Tenemos una amplia variedad de vinos, whiskeys y cervezas. Hay también un ron, vodka, jugos y refrescos”

-“Bueno, no vine necesariamente a una fiesta. Voy a tomarme una cerveza”

El lugar tenía un buen ambiente y la temperatura interna gozaba de una climatización envidiable en contraste con la combustible caldera reinante afuera.

Me había llamado poderosamente la atención las finas atenciones de la muchacha y era obvio que no se trataba por ser mi persona. Latía algo en ese comportamiento detrás del mostrador…

-“Aquí tiene su cerveza light señor”

-“Gracias señorita. Una pregunta: ¿cómo le llaman?”

-“Elizabeth. ¿Y a usted?”

-“Mis amigos me llaman Súper Mark, pero aquí entre nos, mi identidad secreta es Mark Rumors”

-“¡Ja,ja,ja. Qué chistoso es usted!. ¡Entonces quiere decir que usted es súper héroe!”

-“De algún modo sí. Algo que debo comunicarte: No temas en detener la conversación acto seguido te soliciten algo, ¿OK?”

-“¡No se preocupe súper Marquitos!. Tomaré medidas. Y excúseme por el diminutivo”

-“No hay problemas. Ahora quien me va a excusar eres tú. ¿Te puedo hacer una pregunta personal?”

-“¡Bueno, no pertenezco a las oficinas secretas del Salón de la Justicia ja,ja,ja!. Era broma. A ver, ¡dígame usted Súper Marquitos!”

-“¿Qué edad tienes y con lo preparada y llamativa que noto eres, por qué estas en este lugar?”

“¡Anjá ja,ja,ja, usted dijo una y en realidad fueron dos!. Los súper héroes no son tramposos mister Marquitos, ¡jum!. No, mentira era jugando. Tengo 20 años y estoy aquí porque necesito pagarme mis estudios en la universidad”

-“¿Pero no se supone que estas aquí todos los días de noche?”

-“¡Con esta van ya tres preguntas ja,ja,ja!. ¡Tendremos que llegar a un acuerdo económico! je,je,je. Discúlpeme un momentito, voy a atender el teléfono”

En ese momento hago una inspección visual y me doy cuenta que casi en su totalidad el lugar estaba minado de jóvenes en edad similar al de la joven y dándome por enterado que no era una tendencia, ni que tampoco me había tornado viejo sin darme cuenta, al final de la mirada vi un letrero que rezaba ‘noche universitaria’:

-“Anjá estudiando el ambiente, eh? je,je,je”, retorna la atractiva muchacha.

-“Sí que eres especial. Estaba mirando la gran cantidad de jovencitos que hay aquí”

-“Siempre vienen, pero hoy es noche universitaria y eso multiplica las visitas”

-“Eso veo”

-“Era el jefe. Me dijo que ya estaba en su oficina, pero está reunido con unos vendedores y desde que termine con ellos le hará pasar”

-“Muy bien. Respecto a las preguntas, si te molesta te pido me excuses”

-“Ja,ja,ja. ¡No! Usted es de las pocas personas que vienen aquí y una puede hablar. Lo de la universidad es semanal, por eso estoy aquí cuatro días a la semana y me dan uno de descanso”

-“OK. Imagino que tienes un plan para buscarte otro trabajo”

-“He regado unos cuantos curriculums, pero no pienso coger mucha lucha. Me falta un año para terminar y creo que para finales de éste, estaré bien económicamente”

-“¿Un plan de ahorro compulsivo?”

-“Je,je,je. Más o menos. No gano mucho, pero acepté que en la vida de una mujer no todo es ser bonita, pero ayuda. Y en mi caso, querido súper héroe, sé que no me veo mal y lo aproveché”

-“¿Es esa la mejor salida?”

-“Cada quien vive como le place y no me malinterprete que no es un boche. Simplemente usted se faja por proteger sus ideales y la necesidad mata todo eso. Conseguí un patrocinador que suple todas mis necesidades y nadie da nada de gratis hoy en día”

-“¿Y eso te hace sentir importante?”

-“No, pero para cuando termine la universidad, lo menos que voy a necesitar es un estúpido al lado mío intentando controlar mi existencia. Voy a vivir mi vida”

Su decidida respuesta se notaba en el vívido brillo de sus ojos, proyectando su dramática y chocante felicidad alcanzada. Al mismo tiempo, contrastaba con una angustia maquillada bajo esa máscara que todos llevamos y que solo nos atrevemos a retirarnos una vez se cierra la puerta de nuestras viviendas.

-“¿Se le acabaron las palabras súper héroe?”, rompe mi silencio.

-“Tu fulminante respuesta ha marcado el final de las mismas”

-“Que conste que le dije que no lo estaba poniendo en su puesto. Ahora que me veo bien es que debo aprovechar porque esto no es para siempre”

Suena su teléfono y sutilmente me dice: -“Deme un momentito que me llama el de los poderes”, y se retira llevándose el celular al oído con una amplia sonrisa en su rostro.

Regresa en unos minutos y me comenta que aprovechó para recordarle a mi futuro cliente que le esperaba y éste envió recado diciendo que en breve nos reuniríamos.

-“Estoy ya de vuelta. ¿Se toma algo más?. El jefe me dijo que lo que usted consuma va por la casa”

-“Bueno, dado el hecho de que no puedo ligar, me tomaré otra cerveza”

-“¡Muy bien aquí está su refrescante amiga!”

-“Muchas gracias”

-“Bueno, ya que usted hizo varias preguntas, ¡voy a hacerle una! je,je,je”

-“A ver...”

-“¿En qué máquina anda usted montado?”

-“¡Ja,ja,ja. Ay Elizabeth, no califico para tus exigencias!. Ando en una passola y aunque ganara suficiente, no pretendería ser patrocinador de nadie. Créeme”

-“Bueno, pero está en sus planes hacerse de cuatro ruedas, ¿verdad?”

-“Sí. Está contemplado. Posiblemente para cuando eso pase ya habrás agotado tu reinado de Miss América y yo estaré más viejo”

-“¡Ja,ja,ja mire que me ha gustado haber conocido a Súper Marquitos! Ja,ja,ja. ¡Me gusta mucho su sentido del humor!. Mire lo de viejo, no es un problema. Mi patrocinador le dobla la edad a usted y además hay pastillitas para ustedes funcionar”

-“Creo que estas revelando cosas ya muy íntimas Miss América. ¿Sabes? No es mi intención hacerte pasar un mal rato. Percibo que hay algo que pasó en tu previa relación que te ha hecho ver la vida de este modo”

Un silencio absoluto se apoderó de ella. Estaba claro que esa amplia muestra de exhibicionismo obedecía a algún desagradable evento de su pasado y de ahí que esa negativa experiencia le había hecho entender que su único valor ante los venideros pretendientes era meramente sexual.

-“No me digas que ahora fue a ti que se te acabaron las palabras...”, rompo inútilmente el silencio.

Su mirada estaba bien perdida. En ese momento se me acerca una de las dependientes y me dice que ya podía pasar a la oficina de mi futuro cliente. Me levanto y para intentar rescatar el momento le digo:

-“Piensa bien qué es en realidad lo que quieres en tu vida. No tienes que darme detalles de lo que pasó porque no soy nada tuyo. Simplemente, sé honesta contigo misma. No vivas de mentiras Grecia”

-“¡¿Grecia?!”, me pregunta con ojos bien abiertos.

-“Ese es tu verdadero nombre. Por alguna razón no lo revelaste. Mira, antes de llegar tu jefe me dijo que alguien con tus características me atendería en lo que él llegaba y me dijo como te llamaban”

-“Me siento mal…”

-“No te preocupes. Discúlpame que ya me tengo ir, Grecia”

-“Perdóneme por mi actitud…”

-“Olvida eso. Trata de seguir creciendo internamente y date cuenta que todos tus futuros patrocinadores en vez de crecer, envejecerán lentamente. Cuídate”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: “Miss América”. © 2010-2013 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

4 comentarios:

  1. Muy bueno este relato y una realidad para muchas jóvenes hoy en día. Muy triste

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  2. Bueno mi hermano, como una simple visita de negocio te convierte en Dr. corazon...pasa de vez en cuando!

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  3. ¡Digno de un corto!

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  4. Altagracia Puello Ureña (vía Facebook)18 de junio de 2010, 7:46

    "Tu ultimo cuento me encanto, nunca te habia puesto ningún comentario sobre ellos, pero el último me impacto un poco, ya que ultimamente una gran parte de las mujeres estan haciendo como este intercambio de buscar una pareja o patrocinador mejor dicho para sacarle dinero a cambio de su cuerpo. Gracias le doy a Dios de que no he llegado a este punto, pues creo que aunque uno pase trabajo, es mejor matarce trabajando y mantenerce uno mismo y lograr llegar a ser alguien en la vida a base de los esfuerzos propios, creo que es más gratificante, no sé si el dia de mañana cambien de parecer, yo espero que no, pero mientras tanto me quedo con la parte de llegar a la cima de la montaña por mi misma. De verdad me encantan tus cuentos, sigue adelante"

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