viernes, 16 de noviembre de 2012

"Violentos por Naturaleza"

Hace poco estaba razonando con unas amistades respecto a la preocupante situación en torno a la actual y significativa escalada de violencia social.

Un evento que por naturaleza propia, nos es congénito ya que el ser humano es así desde sus inicios. 

Pero si analizamos detenidamente, el tema es más complejo que una simple expresión concluyente de un acto humano. 

Factores como las amistades, el tipo de entretenimiento y también el entorno que uno frecuente, son solo algunos de los casos de los más socorridos que se pueden tomar como esenciales. 

No obstante, el usted verse preso de la desesperación podría tornarle violento. Si se le margina en lo social o económico y anexo a eso, si surge el elemento de la opresión, es más que seguro que tendremos una reacción impulsiva en una persona. 

El asunto parece no tener fin y no estoy siendo pesimista. Para nadie es un secreto que existe un descontrol de responsabilidad social cuando la mentalidad de las masas adquieren libertad y se desinhiben. 

La envidia, el odio, el alcohol, las drogas, sistemas judiciales poco convincentes y hasta falsos profetas entran dentro de las consideraciones para actuar implacablemente. 

Hasta que no nos sentemos a mirar el partido desde las gradas en vez del terreno, será un recorrido bien largo para que aspiremos a convertirnos en seres pacíficos... 

-"Estoy hastiado de ver todos los benditos días del mundo noticias negativas en todo medio posible Marcos" 

-"Aunque querramos obviarlas, son hechos reales y penosos. Se hace urgente una profunda reeducación social" 

-"¡Imagínate! ¡Depender de los políticos! ¡Se dice que se vale soñar, pero en este caso es imposible! ¡Todo lo que uno consume es pura violencia"! 

-"Bueno, por lo menos existimos un grupúsculo que piensa de otra manera" 

-"Pero, sin que te ofendas, ¿tú no me estas hablando de los Comunicadores, verdad?" 

-"Hablaba de personas como tú y como yo que podemos sentarnos a razonar sobre los problemas que nos afectan. Estoy consciente de que muchos en la Comunicación no están haciendo un buen trabajo" 

-"Al menos lo aceptas. Es más en tu área que es el cine, cada vez más se hacen películas cargadas de contenido violento y eso es un problema" 

-"Debo admitir que actualmente una película sin sexo, violencia y una dosis de obscenidad no vende, pero debo corregirte al expresar que el responsable es el cine" 

-"Ahora mismo si el protagonista no es antagonista, no sirve y tú lo sabes" 

-"Bueno, suenas como un cliente convencido de que no hay otra alternativa que consumir lo que le obligan. Acabo de admitirte que hay películas que venden con ese contenido, pero no son todas y tú como espectador, eliges lo que desees ver" 

Se queda pensativo y continuo 

-"Al inicio de esta conversación mencionabas que todo lo que veías estaba lleno de violencia, las noticias, la internet, la música y hasta los vídeojuegos. Estoy claro en eso amigo mío. Películas con violencia estilizada, pero violencia al fin" 

-"Entonces, ¿qué nos queda como sociedad, eh Marcos? Yo creo que esta vaina no tiene remedio... ¡y eso! jejeje que no hablamos de la violencia intrafamiliar... yo te digo a tí..." 

-"Rectificar los valores que nos enseñaron y transmitírselo a nuestros descendientes. No hay otra salida" 

-"Será... qué sé yo a lo mejor proyectárselo a los muchachos antes de salir a la calle..." 

(Ésa, tampoco es otra salida amigo) pensé en mis adentros antes de despedirnos. 

Actualmente el mercado de la videovigilancia está en pleno apogeo y el mismo es caro e invasivo por demás. El hecho se debe al deseo de los gobiernos de monitorear la actitud de las masas. 

Nos estamos encaminando a operar bajo un sistema en donde cada quien tendrá un número serial y nuestra existencia dependerá de la información detallada sobre qué, cómo, cuándo, con quién y dónde nos metemos. Eso traerá más violencia... 

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Violentos por Naturaleza". © 2012 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

lunes, 5 de noviembre de 2012

"Capital e' Capital"

De pequeño solía ir de vacaciones a Santo Domingo a la casa de una tía paterna, quien residía en la Zona Colonial y además una mujer de letras y gran compromiso moral.

Con el tiempo crecí y se disminuyeron esas visitas. Lo que primaba era una llamada telefónica, una carta enviada por correo tradicional.

Ahora el asunto es vía Messenger (con envío de datos y archivos visuales-auditivos incluidos) o mensajes de textos vía celular y por qué no una llamadita.

El primogénito de mi hermana mayor creció en dos días y se fue a la Capital a vivir y estudiar. Al término de sus estudios, decidió seguir haciendo vida social y laboral en la metrópolis dominicana.

Mi sobrino y yo llevamos una muy buena relación y nuestra comunicación es buena. De ahí su afán de invitarme con regularidad a que pase temporadas con él. Tras varios infructuosos intentos, accedí a visitarlo y así darle una oportunidad a la ironía de la vida, siendo yo ahora tío, visitando a un sobrino.

Durante el día todo transcurrió fenomenal hasta bien caída la tarde. Ya en la noche nos quedamos viendo TV y tranquilos en su apartamento.

Cuando pasaron unos días, ya me había memorizado la ruta para ir al súper mercado, el cine, tomar carritos, guaguas, el peluquero, centros comerciales y hasta colmadones!. Mi sobrino, dándose cuenta de que mi estadía no sería tan aburrida para mi, optó por “dejarme salir solo” a un concurrido “Bar y Lounge” de nuestra bella jungla de concreto capitalina:


-“Tío esta noche me siento un poco agripado y no tengo ánimos de salir. Le pedí a mi novia que me prepare una sopita y luego me quedaré descansando”, me dice el sobrino.

-“Me parece lógico. Pero, qué te preocupa?”, pregunté.

-“Es que me da apuros con Usted ya que habíamos acordado salir”, me dice un tanto desconcertado.

-“Ah muchacho! je,jej,e,je, no te preocupes. Yo ya me sé varias rutas para ir a distintos lugares”.

-“Bueno. Y… para dónde piensa Usted ir esta noche?”, pregunta en tono escéptico.

-“Bueno mi hijo llevo ya aquí varios días y como sabrás necesito sociabilizar con féminas”, le respondo con una sonrisa con guiño de ojos incluido.

-“Bueno Usted debería ir a…” en eso hay una interrupción garrafal de mi parte y le digo:

-“Hey! Que no se te olvide que no soy ningún muchacho. Yo ya verifiqué dónde ir”, le digo muy airoso.

Con un rostro entre burla inocente y sorpresa me pregunta:

-“Y pa’dónde Usted va?!”.

-“No te preocupes. Tu sabes que no soy gente de ir a lugares extraños. Es un nuevo Bar Lounge en donde ponen música de los 80s en Inglés”.

-“OK. Cuídese de las mujeres de aquí que no son nada fáciles!”, me advierte.

-“Pero ven acá, se te olvida que salí en La Romana a la calle desde temprana edad!?. No te preocupes yo sé como es el asunto”.

-“Tío: la idea NO es desanimarlo, pero esto NO es La Romana”, me dice en un tono insistente y de advertencia al momento que llegaba mi taxi.

Señores! llegó a mi bar y lounge, una musiquita de los 80s bien nítida, ambiente adulto-contemporáneo, bebidas de todas nacionalidades, precios aceptables, ambientación retro, en fin! lo que buscaba!. Sentado en el counter frente al bar en sí (cerca de la cajera), pido una cerveza y una canción para “entonar” y ver qué pasa mas adelante.

Se perdieron unas 4 pequeñas y entre saludos no planificados, miradas de reojo, repetidas visitas al baño y mas peticiones de canciones llega una fémina!:

-“Disculpa. Esta ocupada esta silla” (mas bien taburete, de esos tipo desayunador), me pregunta la muchacha. Que de paso se había bañado con un Red Door de Elizabeth Arden! Y casi me provoca una ‘pituita’ a dos manos!

-“En lo absoluto”, le digo.

Sin reparos, me pregunta irónicamente: “Cerveza light es lo que estas tomando?!”.

-“Así es”, respondí. En un tono como (“Y entonces?, y’eta tipa?”).

-“Supongo que no hay problemas con brindarte unas cuantas”, me pregunta con una sonrisa que parecía se había sacado la lotto.

Miro al bar tender con sonrisa matizada en mi rostro buscando una opinión no solicitada y el tipo medio se ríe y accedo.

Ya con unas 4 birras extras, estoy bien o tan encendido como una lámpara de estadio cualquiera, y entonces me dice la jeva:

-“Romanense, entonces cómo lo vamos a hacer?. San Isidro queda muy lejos de aquí y no puedo llevarte a mi apartamento porque mi prima está allá con su novio”.

En eso, le pido disculpas y voy al baño para recapitular una serie de detalles previamente vistos. Una vez allí, uno de los espejos revelaba parte de la actividad en el área interna del bar y veo cómo la jeva le pasa un papelito al bar tender y me puse mas jucho que chivo cibaeño compadre!. Retorno a mi silla y con actitud incisiva le pregunto:

-“Entonces hay una vaina entre tú y el bar tender, eh?!”.

Negada y desafiante me dice: “Para nada mi amor! Mira yo no soy mujer de problemas. Qué es lo que te pasa!?”.

-“Te ví dándole algo a él mientras estaba en el baño! Me crees estúpido!?”.

Sin poder justificar el hecho se para y se va!. En eso me viro y le pregunto al bar tender en tono exigente:

-“Pero ven acá men! Y qué clase de hombre es usted compadre!?”.

El tipo se me ríe en la cara y me dice gozosamente:

-“De dónde e’que e’uté helmano?”.

-“De La Romana!, cuál es la maldita vaina con el lugar de donde uno viene??!!”, respondo airado y sutilmente me dice:

-“Lo que pasa es que esa tipa e’un cuerito”

-“Y?!”, pregunto aun airado

-“Y me pidió que te siguiera complaciendo con las canciones para así poder llevarte a un lugar que tu eligieras y después tumbarte”, me dijo.

Consternado y bien molesto le digo al tipo:

-“Y tú sabiendo eso no me dices nada! Uté e’ apretao’ caballo!”.

-“Bueno pana, qué carajo sé yo si tu ere de Romana o no! Ademá si no colaboro, no gano porque ella tiene que mojarme también!”, me dice aun en risitas

Salgo del lugar, pido un taxi y al llegar con un mareo mas sólido que mar en picada, me abre mi sobrino y antes de que me dijera siquiera una palabra le dije:

“Capital e’ Capital…”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Capital e’ Capital". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

"Pirito"

En 1980 contaba con ocho años y fue el momento en que inicié un interés en tener animales como mascotas.

Como era común, se consideraba ideal tener un perro, no obstante mi padre se oponía debido a que de joven vivió una mala experiencia teniendo un cachorro.

Andando en una bicicleta, con cachorrito en manos, se le cayó y accidentalmente, al atropellarlo, le dio fin a la existencia del desdichado animal.

Otra de las razones era que mi papá entendía que cuidar de un perro conllevaría una vigilancia constante, aseo y la clásica recogida de excremento. Con esas dos razones bastó para declinar mi entusiasmo con aspirar a tener uno.

Mi mamá había respetado la decisión de mi padre, sin embargo me animaba a que podría aspirar a otro tipo de mascota.

Un día me enviaron de regreso a casa ya que el colegio optó de un momento a otro, contratar de urgencia los servicios de una fumigadora. Se daba el caso que de los diseminados árboles en el patio de recreo, emanaban unos diminutos insectos que generalmente se las arreglaban, no sé cómo, para caerle a uno en los ojos y eso provocó el masivo despacho.

Mi mamá al verme llegar con un tutor, me preguntó el por qué de mi repentino regreso. Le expliqué la razón y entonces me pidió que la acompañara al mercado. Me cambié de ropa y en tono bien animado me dice:

-“Vamos a aprovechar la ida al mercado para que puedas elegir una mascota”.

-“Una mascota en el mercado mami?!”, pregunto escéptico.

-“No comas ansias. Ya veras”, me dice.

Compramos parte de la comida de ese día y al retirarnos no veía por ningún lado un lugar donde hubiera animales y me estaba preocupando:

-“Mami ya compramos lo que necesitamos. Dónde están las mascotas?”.

-“Te dije que camino al mercado iríamos a un lugar. Entremos a este colmado para comprar otras cosas”.

En un área dentro del establecimiento había una caja de bacalao que había sido convertida en un nido de pollitos gringos. Una mirada rápida me hacía entender que mínimo habían congregados allí más de 40.

Como si se tratara de una desigual orquestación, los pollitos piaban a más no poder y se me acerca mi mamá ofertándome:

-“Te gustaría tener un pollito como mascota?. Tu papá no se opondrá ya que lo único que tienes que hacer es darle de comer maíz”.

-“Sí!, quiero uno!”, digo bien animado.

Llega el dependiente y obviamente sin preguntar, elije uno al azar, ya que todos eran prácticamente iguales.

Llegué contentísimo a mi casa con mi pollo gringo. Decidí llamarlo ‘Pirito’. El nombre fue inspirado en los constantes píos del ave.

Con el tiempo ‘Pirito’ fue creciendo y desarrollé un cariño incalculable hacia mi pollo. Le daba de comer a sus horas y hasta llegué a bañarlo y perfurmarlo en reiteradas ocasiones. El animal conocía ya mi voz y hasta mis pasos al llegar del colegio y a la hora de mis tareas, mi pollo al lado!.

En su crecimiento, a Pirito le dio moquillo y ese evento me entristeció ya que pensé se moriría, pero por fortuna, un señor allegado a la familia logró curarlo. No sé si existe un récord documentado de una franca interacción entre un humano y un pollo, sólo puede dar fe y testimonio de que Pirito me entendía perfectamente.

Al llegar a su máximo crecimiento, al ave había que cortarle con frecuencia las alas ya que en sus vuelos cortos, a veces se pasaba a una de las casas vecinas y es allí donde comienzan los problemas:

-“Bueno yo no sé qué se va a hacer con ese animal. Casi a diario hay que ir a buscarlo a casa ajena y yo no quiero estar molestando al vecino!”, dice mi papá.

-“Bueno, lo que hay que hacer es cortarle las alas antes de su tiempo”, agrega mi madre.

-“Esa no es la solución. Ese pollo está incontrolable. Además se pasa toda la noche piando aun cuando está en el patio y no deja a uno dormir!”, sigue mi papá en su queja.

-“En eso tienes razón, pero qué se puede hacer?”, pregunta mi madre.

-“Bueno, yo no voy a seguir cayéndole atrás a ese animal en casa ajena. Habrá que llevárselo para Cucama”, sentenció mi papá.

Cucama es un sector ubicado a unos kilómetros en las afueras de la ciudad. Actualmente está más desarrollado, pero en aquel entonces, todo era grandes extensiones de terreno.

Mi padre, hombre de campo, le fascinaba trabajar la tierra y por su experta mano, se daba todo tipo de siembras desde habichuelas, guandules, yuca hasta plátanos.

Resuelto el asunto, hubo que trasladar a Cucama a Pirito. Con ese traslado, ví la forma de ir a visitar mi pollo todos los fines de semana.

El señor que había curado a Pirito del moquillo, ayudaba a mi papá en la propiedad. Supervisaba, cuidaba y daba de comer a Pirito y cada semana que iba al solar, intentaba llevarle alguna fruta en agradecimiento por su gesto.

Pirito se hizo aun más adulto y el cambio de ambiente, le tornó en lo que siempre debió haber sido: simplemente él. Un ave libre de controles humanos. Silvestre en toda la dimensión del término. Ya apenas me reconocía...

El último fin de semana que intenté ver a Pirito, se vio frustrado gracias a un copioso torrencial que inició a tempranas horas de la mañana y se extendió hasta pasadas las doce del medio día.

Mi padre decidió no llevarme tomando en cuenta que no me convenía mojarme si llovía nueva vez ya que ‘me apretaba’ fácilmente.

Al siguiente día, cuando llegué del colegio, encontré en mi casa al señor que ayudaba a mi papá en el solar dialogando con éste en el patio. Saludo al verlo, dejo mi mochila en su lugar y corriendo me dirijo a él:

-“Hola! Dígame cómo está Pirito!. No se mojó, verdad?”, le pregunto preocupado.

El señor me mira con cara de ingenuidad y luego mira a mi padre. Una seña relampagueante lo autoriza a hablar:

-“Mira Marquito, tu pollo se escapó del rejón donde lo tenía amarrado y lo encontré ahogado después de la lluvia. Pero, no te preocupes! Puedes criar otro!”.

Salí corriendo a mi habitación bañado en lágrimas y con un dolor en el alma, que parecía había perdido a un familiar cercano.

Eventualmente, volví a tener varias versiones de Pirito, pero ya estaba entrando en la pre-adolescencia y mis intereses giraban ya en otras direcciones.

Ya adulto, llegué a tener tortugas y un conejo. Cierto día, le relaté a mis padres sobre si se acordaban de Pirito y de forma natural mi papá contestó:

-“Claro que sí. Ese pollo nos dio carpeta aquí con los vecinos. Hubo que decirte que se ahogó en un día lluvioso”.

-“Cómo que hubo que decirme?. Pirito se ahogó al escaparse del rejón papi!”, le digo.

-“Esa fue la versión que se te brindó. En realidad, Pirito estaba desde hace días en tu estómago…”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Pirito". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

"Sarcasmo Estudiantil"

En Noviembre de 2007 recibí una llamada vía una recomendación para impartir clases particulares de Inglés a un niño italo-francés de 10 años.

Su madre, con un Español poco fluido, me explica que alguien me recomendó para esas clases y que era imperativo reunirnos ya que el niño abogaba por inscribirse en una importante casa de estudios en Estados Unidos y su Inglés no estaba muy bueno.

Opté por reunirme con la señora una vez me dijo quién me había recomendado. Ya en la cita, le explico que en realidad no solía impartir clases a niños y adolescentes por razones de metodología. La señora insistió y me dijo que él básicamente necesitaba ‘algunos ajustes’ ya que sin ánimos pretenciosos, su hijo era sumamente despierto. Y ciertamente lo era…

-“Estoy muy contento de tenerlo como mi tutor, Sr. Marcos”, me dice ultra educado.

-“Muchas gracias. También será un placer ser tu Profesor”, le digo entrando en confianza.

-“Mire, en realidad no necesito este curso. Mi padre, que es militar retirado, siempre ha querido que sea el mejor en todo lo que haga. Su idea es inscribirme en una escuela en EE.UU. y demostrarles que puedo ser parte de esa escuela”, me dice bien preciso.

-“Si no necesitas este curso por qué insistir?”, pregunto un tanto escéptico.

-“Es que tomé un primer examen y me rechazaron. Mi padre quiere demostrar que sí puedo y por eso le pidió a mi mamá que me buscara un tutor”.

-“¿Quiere decir entonces que este curso es sólo para que puedas tomar nueva vez el examen y no inscribirte?”, pregunto.

“Así es!”, me dice bien animado.

La evolución del niño fue sorprendente durante los meses de Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero. Su famoso examen era en Marzo de 2008 y sus calificaciones escolares respecto al Inglés, cambiaron dramáticamente de un permanente 78 previo a la tutoría, a un fijo 96 después de ésta.

Meticuloso y observador, el niño era fanático de la lectura, matemáticas, geografía, aeronáutica, historia y algunos datos de cultura popular. Me asombraba su capacidad de retención de datos y con naturalidad que hablaba de temas bien complejos para su edad.

Ya avanzadas las primeras dos semanas de Febrero, su madre me comunica que ésa sería la última de la tutoría y que tanto ella como el padre del despierto menor, estaban sumamente satisfechos con los resultados.

En eso llega el niño y su madre nos deja solos en el amplio salón que acostumbrábamos impartir las clases. El niño usaba lentes y ese día no los tenía, hecho que llamó mi atención y procedo a preguntarle:

-“Buenas tardes. ¿Qué pasó hoy con tus lentes?”.

-“Estoy un poco cansado. Por hoy voy a descansar de ellos. Además tengo hoy algo para usted!”, me dice bien enérgico.

-“Ah, ¿si?. ¿Y de qué se trata?”, pregunto.

-“Bueno consulté con mi mamá y como ya terminaremos las clases, hoy no seré yo quien tome clases”, dice bien decidido.

-“Muy bien. Supongo que tienes algunas preguntas que deseas te las responda”, le digo.

-“Sí, pero hay una de ellas que desde Noviembre quería preguntársela y hoy por fin podré hacerlo!”.

Estaba un tanto confuso ya que nuestra relación profesor-alumno había avanzado bastante y me preguntaba cuál sería esa inquietud que nunca me comunicó en 3 meses…

-“Bueno ya estamos aquí. ¿Qué deseas preguntarme?”.

-“Lo primero es lo primero Sr. Marcos!”, me dice lleno de pura energía.

-“Vamos a hablar de varios temas y usted debe contestarlos”.

-“OK”, digo.

-“¿Qué animal vive más tiempo?: una tortuga, una ballena o un elefante”, pregunta.

-“Supongo que la tortuga”, le digo haciéndome el desentendido.

-“Correcto!. Cuál lugar es más caliente del planeta: ¿Al’Aziziyah en Libia; El Valle de la Muerte en EE.UU. o Alice Springs en Australia?”, sigue en su bombardeo.

-“Bueno, está difícil. Australia tiene largas extensiones de terreno, pero también está habitada, nunca había oído de ese lugar en Libia y no es Valle de la Muerte”, respondo.

-“Muy bien. El lugar en sí es Libia”, me dice con cejas alzadas.

-“Cuál país es más grande: China o Canadá?”, sonriendo pregunta.

-“Territorialmente Canadá es más grande que China”, le digo.

-“Oooh usted sabe casi todas las cosas!”, me dice riéndose.

-“Bueno, leo mucho. En mi tiempo no tenía la facilidad de acceso a información como la tienes tú y las venideras generaciones”.

En eso llega su madre e interrumpe la evaluación y nos comunica que van de compras y que seria bueno finalizar en ese momento. El niño insistentemente le dice que sólo falta una pregunta que hacerme y que terminamos. Ella accede y me dice rápidamente el niño:

-“Rápido, rápido, dígame: cuál es el parque de diversiones mayor visitado del mundo?!!”.

-“Je,je,je bueno, obviamente es Disney World”, le digo y me levanto de la silla. En eso me sostiene el antebrazo y me pide que me siente al tiempo que me dice:

-“Incorrecto! Es Tokio Disneyland. Van más de 25 millones de visitantes al año y si paso el examen, este año será mi regalo de cumpleaños” .

Lo felicito y en eso nos montamos en el vehículo de sus padres para llevarme cerca a mi casa. Dentro del carro me pidieron permiso y comenzaron sus padres a hablar Francés, mientras el niño leía.

Al llegar al punto acordado, me pagan por las clases, me despido y aprovecho para decirle al niño que nunca me hizo la pregunta que quería saber desde el inicio de las clases y en eso me dice sonriendo:

-“Profesor, por qué usted tiene las orejas tan grandes?!”.

No tuve alternativa que reirme...

En 2009 supe de él vía el e-mail de su mamá y me escribió:

Profesor supongo que nunca supo la respuesta. No se preocupe, no son grandes. Simplemente están inclinadas un poquito hacia delante”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Sarcasmo Estudiantil". © 2009, 2010, 2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.