viernes, 19 de marzo de 2010

"Figura Pública"

En Noviembre de 1995, la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía me otorgó el carnet que me acreditaba como Locutor de medios audiovisuales una vez haber pasado con excelentes notas el examen y obviamente constatar que poseía las condiciones necesarias para la mencionada profesión.

Previo a la obtención del importante documento, había estado dando mis primeros pasos en algunos programas radiales, pero siempre en calidad de ‘invitado especial’ y por supuesto sin paga. Eso me tenía un poco desconcertado ya que sabía que dominaba mi área y de alguna forma, necesitaba remuneración porque tenía compromisos paternales.

Dicen que al dador alegre le llueven las oportunidades y cierto o no, tras iniciarme gracias a la confianza brindada por Víctor Ramón Rosa, pude trasmitir mi voz vía las ondas hertzianas el 10 de Noviembre de 1995 a las 5:30 PM en el programa radial vespertino, “Entre Amigos”. Se trataba de la sección “De Cine, Con Marcos Sánchez”.

Dado el hecho de que el espacio era ya una institución en ese horario, la audiencia era masiva y como valor agregado, estaba el hecho de que la radio estación había sido comprada por un poderoso grupo económico de Santo Domingo, quienes nos enlazaban con la emisora matriz en la Capital y por consiguiente, nos escuchábamos aún mas.

Todo se confabulaba de forma positiva: la Internet había sido hecha pública en ese año y nuestro país no se quedaba atrás. Gracias a “Entre Amigos” pude ingresar a la TV local de la mano de José María Castillo en una sección llamada “De Película con Marcos Sánchez” en el programa de corte fresco y juvenil, “Fiebre 40”.

Tras el impacto de “De Película”, Florentino Durán, mi gran amigo desde ese entonces, me hace un reportaje a nivel nacional por el Listín Diario y el mismo provocó que me quedara como colaborador de la desparecida sección El Este del mencionado periódico ya que Florentino era el encargado de la Regional Este.

Ahora en radio, TV y periódico más el acceso a Internet para reforzar mis informaciones, mi nombre se dio a conocer en un abrir y cerrar de ojos. Un factor determinante que aceleró ese hecho, fue la gran cantidad de estudiantes de Inglés que me conocían, estudiantes esos que habían pasado por mis manos (algunos adolescentes o adultos para ese momento) en época de La Nueva Era.

Con tanta atención mediática y siempre con un verbo positivo para mis compañeros, esa fórmula perfecta me daba amplias ventajas para conocer gente y ganarme el favor de alguna chica.

Durante los siguientes cuatro años, la Internet creció rápidamente en materia de entretenimiento y sitios destinados a la búsqueda de información y poca gente en estas latitudes tenía conocimientos de ese desarrollo. A finales de 1999, conocí a una bella fémina con quien interactuaba chateando vía el desaparecido Napster.

El asunto de contactar gente por esa forma electrónica era una verdadera obsesión ya que el sistema le permitía a uno guardar las conversaciones previas, envío de mensajes, intercambio de archivos de audio, entre otras cosas.

Tras un lapso bien prudente de charlas cibernéticas y escasos encuentros personales, se resuelve una salida más amplia:

-“Parece increíble! Tanto tiempo chateando, estando aquí mismo y no podíamos reunirnos!”, comenta la elegante fémina.

-“Irónico, no?. Lo bueno es que optamos por ajustar nuestras agendas y sí ya que estamos aquí”, le comento.

-“Para mí esto es como una especie de velada imposible!. Compartir contigo, qué se yo!. Una figura pública tan pegada como tú ja,ja,ja”, comenta ella.

-“Gracias por lo que me toca, pero éste es un trabajo como cualquier otro. No creas todo lo que ves. Mucha gente se confunde y se pierde en este medio que por cierto, es sumamente vanidoso y mala fe”, le digo bien serio.

-“Bueno si tú que estas adentro lo dices debo creerte, pero de todas formas me siento súper contenta de estar aquí!!”, sigue animada.

-“Sin ánimos de ofenderte, podrías tratarme como simplemente yo la persona y no el tipo que habla de cine?”, le solicito.

-“Sí por supuesto!. Aunque pensé que te gustaba lo que hacías!”

-“Me fascina lo que hago. Me pagan por hablar y escribir de lo que me gusta, pero no quiero que mires al comunicador, sino al hombre”.

-“OK!, No problema Mr. Cineman! Ja,ja,ja!”.

Pasamos un auténtico agradable rato compartiendo en el lugar donde cenamos. Se presentó el momento de retirarnos y dentro del diálogo se acordó ir a un lugar íntimo.

Para mi desgracia, los lugares disponibles en las afueras de la ciudad, estaban todos ocupados y es entonces cuando tengo que tomar la decisión de ir a uno de esos en donde hay poca privacidad. Andada en la passola de mi papá.

Llegamos al sitio y parqueo la motoneta en un lugar un tanto obscuro para eludir miradas malsanas. Era imposible evitar el contacto visual con la persona a quien había que pagarle:

-“Hey mi hermano! Uté e’ un montro en su vaina de película!”

-“Gracias…eh…qué número me toca?”, le digo rápido para salir de él!.

-“Mire tenga vaya a la última de la equina mi helmano!”, sigue eufórico.

-“Supongo que no habrá problemas con la passola, cierto?”

-“Compadre! Depreocúpese de eso y déle pa’llá!”.

Ya en la habitación, luces apagadas y la clásica emisora de música romántica de fondo. Comienza la acción y de repente tocan insistentemente la puerta. Obviamos el asunto y continuamos hasta que no tuve remedio que abrir al escuchar:

-“Malco Sánche’ ecúseme…”

“Ofrézcome que suerte la mía...”, me digo en mis pensamientos. Abro la puerta y le pregunto al dependiente que qué pasaba y éste me responde:

-“Ecúseme jefe. E’ que uté dejó la passola sin candao’…”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Figura Pública". © 2009-2010 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

2 comentarios:

  1. Jajajajaja. que estelar el tiguere te toca para eso fuerte men.lol.. jimmy cotarelo

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  2. Fernando Silvestre21 de marzo de 2010, 12:26

    "Recuerdo tu seccion en el programa Entre amigos, programa del cual era yo un escucha fiel cada dia.Tu insistentemente correcta pronunciacion del ingles entonces me parecia un tanto sospechosa y maquinal. Uno como que esperaba que te relajaras mas y le pusieras un "acentico" al asunto para que te parecieras mas a la mediocridad circundante. Mas, no ... Ver más se como rayos lo lograste, no caiste en la trampa que caemos muchas de las personas de pueblo, la bien llamada madalaganaderia e "imperfeccion en la ejecucion" para conpaginar mejor con los demas, para ser mejor aceptados por las masas. Un caso singular, sin duda".

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