viernes, 4 de octubre de 2013

"La Primera Comunión"

En 1985 me encontraba inmerso en mis actividades religiosas motivadas en parte por mi mamá, quien siempre ha sido una mujer de Iglesia y también por la inexorable condición de participar en actividades católicas por estudiar en un colegio con esas creencias.

Para mí era algo sumamente normal ya que los Martes y Jueves de cada mes, asistía con mi mamá a la Casa Curial a tomar clases, análisis y charlas basadas en textos bíblicos.

En una de esas visitas se le acercó a mi mamá una señora que siéndoles honesto, lo que emanaba su personalidad era pura bondad, decencia y un elevadísimo porcentaje de cariño.

La señora en cuestión, al escucharme leer algunos párrafos, le sugirió a mi mamá que me encaminara para realizar mi primera comunión.

No pasó mucho tiempo para iniciar mis visitas a la iglesia en horas de la tarde para tomar clases de catecismo.

Un contraste singular se daba allí: la mayoría de los alumnos no eran originales del colegio donde estudiaba, pero sí compartíamos mismas creencias ya que también venían de colegios católicos.

Otra parte de los asistentes eran auténticos ‘hijos de papi y mami’ quienes eran tratados con cierta delicadeza por sugerencia de sus progenitores ya que se consideraban o estaban “a punto de perderse” o “eran víctimas de alguna influencia negativa”.

Eso me dio entender a temprana edad que aunque no se quiera, a las personas siempre las categorizan según sus orígenes. Mi intención no tenía fundamentos de ninguna índole en torno a interactuar con “los riquitos”, pero era inevitable cohabitar en un sitio minado de adolescentes con más cosas afines que diferencias.

Pasa el tiempo y por fin llega el gran día. Todo el mundo bien e impecablemente vestido, la iglesia atestada de familiares, amistades, conocidos, vecinos de vecinos, choferes con caras de machete esperando a los vástagos de sus empleadores, curiosos a dos manos y una parte que por alguna razón, nunca asistió a clase alguna y eran enviados de otra iglesia por múltiples razones:

-“¡Oye Marquitos que bueno que por fin vamos a hacer nuestra primera comunión!”, me dice uno de los hijitos de papi y mami sentado al lado mío.

-“¡Sí, estoy muy contento! ¿Eres de qué colegio?, porque nunca te había visto en el mío”, le pregunto.

-“Vengo del Sagrado Corazón de Jesús, pero antes estudié en el colegio de Las Monjas”

-“¡Que bien!. Oye... ¿Y por qué llevas todas esas páginas?”, le pregunto medio curioso.

-“Ah!, ¡Estas son las páginas que llené al escribir mis pecados! ¡Tú no tienes tantas! Parece que te portas bien jejeje”.

Rápidamente miré a ambos extremos de la iglesia y noté que la cantidad de niños allí triplicaba con creces cualquier concierto del ídolo juvenil del momento.

Mi preocupación se agudizó aún más cuando miré que a mis espaldas había una cantidad similar a la de mi frente.

Sabiendo en el orden que nos llamarían, con un lugar lleno de personas más los aditivos de poca ventilación y el alba (la túnica blanca) en tela nilón, se puede usted imaginar el calor allí dentro.

Inicia la ceremonia y al momento de la tradicional letanía, le digo al riquito que me acompañe afuera:

-“¡Pero no podemos salir ahora! ¡Nos van a llamar la atención!”, me dice.

-“No te preocupes. Mira creo que debes quedarte aquí al lado de la estatua de la Virgen”

-“¿Y qué hago?”

-“Espérame aquí y ve confesándole a la Virgen todos tus pecados en lo que regreso”

-“¡Pero no entiendo! ¿Quieres que le hable a una estatua?”, me dice con cara escéptica.

-“¡Hazme caso! Volveré por ti en un rato y nos confesaremos con el Padre”

En eso llega una de las encargadas del acto y se nos acerca con cara de pocos amigos:

-“¿Se puede saber que hacen estos dos caballeritos aquí y no están en la ceremonia?”

-“Señorita lo que pasa es que mi amigo Marquitos me dijo que viniera aquí a confesarle mis pecados a la estatua de la Virgen”, dice en tono defensivo el riquito.

-“Pero, ¿cómo es esto? ¡¿Marcos es su nombre jovencito?!”

-“Si, señora”, le respondo mirándola fijamente a los ojos.

-“¡Mire a ver si me quita esa mirada penetrante! ¡¿Y quién le dijo a usted que tenía que traer a aquí a este otro jovencito a confesarse?! ¡¿Es usted acaso alguna autoridad eclesiástica?!”

-“No señora. Lo que pasa es que vi el listado que tiene y el orden en que nos llamarían y casualmente estoy después de él”, le digo.

-“¿Y qué tiene eso que ver con traerlo aquí a confesarse con una estatua?”, me dice imponente.

-“Es que mire: todas esas páginas están escritas con todos sus pecados de lado y lado y son varias... ¡De aquí a que lea todos, se hará media noche!”, le digo.

-“¡Mire muchachito! ¡A Usted habrá que darle clases aparte de ecumenismo y así aprenderá a relacionarse mejor! ¡Caminen ambos adentro!”

Una vez en el interior de la iglesia, todo transcurrió más rápido de lo que imaginé y para mi asombro fui llamado antes que el hijito de papi y mami.

Ya al salir, nos tomábamos fotos con familiares y otros amiguitos. Intenté inútilmente localizar al riquito ya que la curiosidad me embargaba y al no verlo por ningún lugar, me asomé hasta donde la regañona señora y le abordo:

-“Con permiso señora…”

-“Ah!, Usted otra vez! Estoy contenta de verle ya realizado en su primera comunión”, me responde con una amplia sonrisa.

-“Pensé que estaba molesta conmigo...”, le dije ingenuamente.

-“No mi niño ¿Y por qué habría de estarlo?”

-“Por lo sucedido con mi amiguito…”

-“¡No, para nada! Fíjese allá al fondo. Tomé una decisión con su amiguito”

Al mirar, vi al muchacho llorar un río de lágrimas. Sus progenitores con cara avergonzada se encontraban al lado suyo y anexo, un Padre aparte intentando descifrar el vasto listado de pecados...

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "La Primera Comunión”. © 2010-2013 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

11 comentarios:

  1. hahahahaha me recuerda mi nines!!! yo estava en la tarde en el de la monjas y recuerdo muy bien la los hijos de papi y mami de la tanda matutina...

    si las personas trataran a los ninos todos iguales,sin diferecias sociales estubieramos mejor...

    te saludo marquito haahahahaha....

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  2. Jajajaja, te pasaste ahi, con esa foto,

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  3. "Marcos! Sabes... Tu carita no cambia, tu foto de la primera comunión lo demuestra.
    Excelente este cuento, siempre me gustan!!"

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  4. "NO!, PERO SI ES REALIZANDO EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO Y LA ORDENACION A SERVIRLE COMO PASTORA, JUNTO A MI ESPOSO. QUE PARA DIOS SEA LA GLORIA!."

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  5. "Pobre "riquito" por lo menos tuvo la conciencia de reconocer sus pecados y escribirlos...jejeje"

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  6. "Ayyyy cuanta nostalgia....tengo k buskar mi foto de Primera Comunion...a proposito, por ahi viene el dia de Corpus Cristi. Marcos, tus cuentos son una cura!!"

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  7. Tarsila Laureano7 de mayo de 2010, 18:13

    "ERES INGENIOSO DESDE PEQUENO. UNA MENTE MUY ABIERTA CON IDEAS -AUNQUE MUY INGENUAS- VAN MAS ALLA PARA TU EDAD. QUE LINDO, YO TAMBIEN REALIZE MI PRIMERA COMUNION..."

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  8. Benidiciones. Dice la palabra del Señor que mas facil entrara un camello por el ojo de una aguaja que un rico entrar al reino de Dios. Quizas esta el joven rico, hijo de papi y mami recibio el mensage y quizo entregar todo sus pecado y ser limpio antes que fuera demaciado talde.
    Pero cruel realidad es que yo fui rechasada por causa de esos niños que dicen ser hijos de papi y mami. Yo anhelaba estuadia y ser miembro del club casa Ruerto Rico y ser tambien del alta sociedad. No es facil ser rechazado por la sociedad cuando se es pobre. No fue hasta que mi mama viajo a Nueva York cuando mi vida cambio. Ella me mandaba dinero, asi fue que yo ingrese al colegio Episcopal. Ahi hice la confirmacion que es casi igual que la primera comunion. Yo no tuve que confesarme, nunca he creido en decir mis pecado a nigun hombre, pero servia como monaguilla en el servicio Dominical. Yo no tenia mucho pecado por mi poca edad. Los compañoros de estudio no me miraba bien, ya que no era como ello hijo de papi y mami. Pero cuando supieron que yo me iva para New York con mi mama, la cosa cambio. Ya no me miraban con desprecio mucho meno me ignoroban, ya que el simple hecho de tener una residencia americana, la cosa cambia. Ya yo era alguien segun ellos. Las personas que no frecuentaban hablarme por mi casa, porque tenian dinero ahora sulian invitarme a su casa a tomar un refresco. Por la plata vale el mono.

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  9. Interesante historia Milnely. Por este tipo de cosas el mundo da vueltas.

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  10. Cuando fui monaguillo las únicas cámaras que existían en el pueblo de gato mayor las tenían los fotógrafos profesionales y sólo fotografiaban por en cargo $$$$ y yo no calificaba...de eso sólo han pasado como 50 añitos...

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  11. Un recuerdo muy tierno, emotivo y nostálgico, para la mayoría de los que una vez, fuimos niños e hicimos nuestra 1ra. Comunión.

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