viernes, 15 de marzo de 2013

"Vocabulario de Riquito"

Trabajando en medios de comunicación me he dado cuenta de un fenómeno que para muchos quizás sea viejo, pero de forma real es algo que vive en las percepciones de las personas cuando se detienen un rato a escuchar o ver lo que uno hace.

Es prácticamente imposible controlar los pensamientos humanos dado el hecho de que éstos son libres. De ahí que si analizamos la cantidad de veces que cometemos pecado al pensar en un solo día, imagino que los pasaportes para mandarnos a un lugar de castigo serían desmesurados.

Un día cualquiera me dispongo a ir a buscar a mis sobrinitas al colegio. La hora es candente y el tránsito vehícular todo un desastre en la jungla de concreto que se ha convertido la ciudad. 

Sin embargo, para mí el viaje es más que placentero porque me trae gratos recuerdos.

Memorias únicas de cuando iba a buscar a mi hija al colegio y cuando regresábamos hablábamos de cómo le fue en su día y la gente al vernos nos miraba con cara de "un muchacho con otro muchacho". Mi existencia estaba centrada en ella y en su bienestar. El resto, sencillamente, no existía.

Dicen que los sobrinos se gozan más cuando hay ausencia de los hijos y en cierta forma, me siento como si realizara las veces de padre nueva vez.

Por fin llego a mi destino y recojo a mis sobrinas. En el trayecto a la casa, pasamos por el frente de un reconocido centro comercial y del mismo salía un admirador de nuestro espacio televisivo quien cortésmente nos solicitó que nos detuviéramos...

-"¡Hola mi hermano! ¿Cómo está usted?"

-"Bien gracias a Dios"

-"¿Buscando a las crías al colegio? ¿Hijas suyas?"

-"No en realidad son mis sobrinitas"

-"¡Ah, pero no hay dudas de que son familia porque la más pequeña es idéntica a usted!"

-"Sí jejejeje eso dice la gente"

-"No te quiero quitar tu tiempo. En realidad te detuve para hacerte un comentario"

-"OK"

-"Sucede que mi suegra te estaba viendo hace unos días y me dijo que no entendía nada de lo que hablabas porque como que tu lenguaje era muy elevado"

-"Una situación delicada. No ensayo lo que digo. Es así como hablo"

-"Sí, sí por supuesto yo le expliqué, pero ella dice que tú hablas así porque crees que eres riquito"

Me abstuve de responder porque estaba en frente de mis sobrinas y opté por decirle que le agradecía de todas formas el comentario.

Al continuar con nuestro regreso a la casa, la mayor me pregunta:

-"¿Tío cómo es eso que la señora no entiende como usted habla? ¿y qué tiene que ver hablar correctamente con ser rico porque nosotros no lo somos?"

-"Cuando lleguemos a la casa te voy a explicar mi amor" 

En eso me dio un abrazo fuerte al momento de expresar:

-"Tío no se preocupe. A mí me gusta como usted habla y no importa que no seamos ricos porque somos felices"

Me corrieron un poco de lágrimas al escuchar esa voz tan inocente y ella medio se percató y acongojada me pregunta:

-"¿Tío usted está llorando?..."

-"No mi amor. El polvillo de la calle me cayó en los ojos..."

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Vocabulario de Riquito". © 2013 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

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