viernes, 7 de septiembre de 2012

"100 Metros Planos"

Yo no sé cuántas personas en su momento, han sido atletas frustrados.

Muchos varones se quedaron con sueños de ser beisbolistas, basquetbolistas, boxeadores, nadadores o corredores de distancia, entre muchas otras disciplinas.

Algunos otros ejemplos incluyen también hembras, pero mayormente en volibol.

De muchacho intenté frustradamente convertirme en un corredor de metros planos y salto alto y largo, mucho antes, de mi también malogrado esfuerzo, de ser pelotero.

En 1985 estando en octavo grado, se organizó un evento escolar en donde la SEDEFIR apoyaría en varias disciplinas, a nuevos prospectos con miras a ser preseleccionados para estudiar en prestigiosas universidades y en otros casos, en el extranjero. Como me gustaba tanto correr, opté por la modalidad de los 100 metros planos y los saltos alto y largo.

Llegado el día del evento, una desmesurada cantidad de estudiantes de diferentes escuelas privadas y públicas convergimos en la pista de atletismo de mi ciudad ubicada en un sector de nombre Buena Vista Sur.

Allí nos confundimos todos entre familiares, vecinos y amigos de todos. Imagínese el mar humano congregado en aquel lugar.

El desorden imperó a todo lo largo y ancho del evento y adolescentes se mezclaron en disciplinas con menores que éstos, en fin! un desastre mayúsculo. 


Recuerdo ver manganzones corriendo a mi lado y ganándome ventaja cual si fuera un Toyotica ante un Ferrari. Evidentemente perdí la competencia.

Incómodo y desorientado voy al lugar donde estaba el refrigerio. Había que hacer fila y delante de mí había una bellísima joven que ganó en la competencia de lanzamiento de jabalina. Al terminar platicamos:

-"Estaba bien confundido contigo. Ganaste fácilmente aún con el esfuerzo que hay que hacer al lanzar esa cosa", le digo.

Ella sumamente contenta y con botella de agua en mano se da un trago y me dice:

-"Se llama Jabalina
¡Y mira que casualidad! Yo también me confundí con ustedes los riquitos", me dice irónicamente.

-"
¿Riquito? ¿Por qué dices eso?", le pregunto (¡en el séptimo piso del limbo!)

-"
¡Ay no te hagas! ¡Ustedes los que estudian en colegios privados se creen la gran cosa! ¡Llegan en sus vehículos cuidados de su mami o papi, le traen ropa nueva y ni hablar de la comida!", sigue en tono irónico.

-"Pues no sé a qué te refieres. Es cierto que estudio en un colegio privado, pero eso no me convierte en nadie superior. Sobre lo otro que mencionaste, todos los hijos somos importantes para nuestros padres y para tu información ando a pie y no soy ningún riquito como dices", le advierto.

-"Bueno, suenas como que es verdad. Olvídate de eso y vamos a apoyar a nuestros amigos. Me llamo Lorena,
¿Y tu eres…?"

-"Marcos. Un placer".

-"Ví cómo perdiste en los 100 metros planos. Creo que tienes una buena oportunidad si sigues intentando. Lo que te restó fue que te mezclaron con los mas grandes", me dice.

-"Eso creo…", le digo aún en el Limbo.

-"
¡Mira! ¡Anímate ya tendrás otra oportunidad y quien sabe si ganas!", me dice en buen tono.

Terminó el evento y antes que cada quien tomara sus respectivos rumbos, le pregunto a Lorena cómo podría volver a verla:

-"Dudo mucho que podamos coincidir otra vez, Marquitos", me dice entre risas.

-"Te gusta el diminutivo de mi nombre,
¿eh? ¡Bueno!, eso es un adelanto. ¿Cómo es eso que dudas volver a verme? ¿Te vas para Hawái?", pregunto.

-"Jajajajaja tú sí que eres gracioso.
¡Pues fíjate que no!, no me voy para Hawái, pero tu ambiente y el mío no concuerdan. Tú dices que no eres rico, pero cada vez que te veo, andas con hijitos de papi y mami y no me gustaría pasar un mal rato", insiste.

-"
¡Oye pero eres un problema con eso de los niños ricos! ¿Dónde es que me ves?. ¿Estas en todos los lados?"

-"Jajajajaja, no!, pero vivo cerca de tu casa y cada vez que voy para la escuela, siempre te veo arregladito y con tus amiguitos rumbo a algún sitio. Es mi impresión", me dice con su risita.

-"Debo entender entonces que estudias en la escuela pública y si vives cerca entonces debe ser al Este. Eso se traduce en Río Salado", le preciso.

-"
¡Jajaja geógrafo y todo el Marquitos!", me dice.

-"Está claro que te he caído bien.
¿Cuándo me darás la oportunidad de demostrarte que estas confundida conmigo?", sigo insistiendo.

-"
¿Estas seguro que deseas visitarme? Yo ya te dije que soy una muchacha pobre y a lo mejor no encontraras cosas de lujo en mi casa ni nada que se le parezca".

-"Sólo dime cuándo y que hablen los hechos porque palabrería ha habido demás", le digo.

"Está bien. Un día de estos que pase por tu casa te digo, Marquitos"

Pasaron cerca de 3 semanas y no volví a ver a Lorena y para colmo de males, no podía dejar de pensar en ella. Estaba convencido de que vivía en Río Salado, pero al ser tan grande ese sector, mis posibilidades eran prácticamente nulas: no habían celulares (existían beepers, pero eso estaba reservado para doctores e ingenieros mayormente) y nada de Internet.

Un día cualquiera estoy en frente de mi casa jugando pelota con mis amiguitos y de repente,
¡veo a Lorena!. En ese momento se acabó el partido para mí y provoqué la ira de algunos de mis amigos porque el juego era el famoso “desafío” (consistente en apostar cierta cantidad de dinero que pagaba el perdedor) ¡y ya se puede usted imaginar!

-"
¡Hola Srta. Falsa!", le digo entre risas.

-"
¡Jajaja cómo gozo contigo Marquitos! Tus amigos se ven medio molestos desde aquí", me dice.

-"No te preocupes. Hay más días para seguir jugando pelota.
¿Dime por fin cuándo podré verte?", le digo insistente.

-"
¿Y todavía tú estas en eso jajaja?"

-"¡Claro! ¿¡Es que no te das cuenta que desde que te ví perdí la noción del tiempo!?"

-"
¡Sí como no! ¡Ustedes los hombres! ¡Todos son iguales!", me dice.

-"
¿Oye, pero de qué forma es que funcionas? ¿Por qué te gusta tanto generalizar?", le pregunto.

-"Mira está bien. Mañana es sábado y no tengo que ir a la escuela. Pasaré por aquí para coordinar hora y todo lo demás,
¿te parece?"

Accedí espléndido. Al día siguiente creo haber contado cada minuto de cada hora desde que amaneció. Por fin llega la tarde y se aparece Lorena:

-"
¡Hola Marquitos!", saluda con una sonrisa ganadora.

Me percaté lo bien arreglada que estaba. Olía bastante bien y lucía sumamente agradable. Acordamos estar en su casa a las 7:00 PM y ella me pasaría a buscar una esquina antes de mi casa.

Recuerdo haberme bañado bien temprano y las ansias me mataban. Una tía me había regalado un perfume “Quorum” de Puig que casi me lo termino. La (en aquel entonces) muy de moda gelatina TCB de Sebastian, me la ajusté en mi cabeza, más el aderezo de mis Hush Puppies engomados, jeans Levi’s y un t-shirt Hang Ten.

Llega la hora y allí estaba Lorena esperándome exactamente una esquina de mi casa, esquina ésa que emulaba una 'frontera imaginaria' que dividía mi barrio y el de ella.

Se percata de mis atuendos y me dice que me veía bien y sin pérdida de tiempo le pregunto:

-"
¿Oye, por qué tenías que venir a buscarme? ¿Pasa algo?"

-"Es mejor así . No te preocupes, Marquitos", me dice muy natural.

Al llegar al área donde deberíamos entrar, había una pendiente la cual nos tomó unos 3 minutos bajar (me decía en mis adentros "bueno compadre usted nunca fue al manantial de noche, prepárese a debutar"). Ya en la modesta casa, a unos escasos metros del río, entramos:

-"Abuela mire el es Marcos, el amigo de quien le hablé conocí en las olimpiadas escolares"

-"Mucho gusto señora", le digo a la dama.

Me invitan a sentarme y de una vez la señora añade:

-"Que bueno que Lorena tenga amigos como Usted. Ella me ha hablado bien de Usted. Yo le vivo diciendo a mi nieta que se junte con gente que le sumen"

-"Gracias, señora", le digo medio tímido.

-"Marcos, te había dicho que aquí somos gente pobre. Lo único que te puedo brindar es un jugo de limón y unas galletitas de soda con queso", dice abruptamente Lorena.

-"No hay problemas Lorena", le digo.

-"Bueno, los dejo para que puedan hablar. El ambiente es de juventú' y yo ya soy una vieja. Lorena, que el joven no se vaya tarde por lo que sabemos", sentenció la señora.

En eso me dí un trago bien rápido de la limonada y obviando galleta y el queso, le digo mirándola fija a los ojos:

-"No quiero ser imprudente, pero
¿qué es eso de lo que sabemos?"

-"
¡No te asustes! Lo que pasa es que por aquí hay muchos tigueres y no es bueno que te vayas tarde porque les gusta molestar y llamar la atención"

Rápidamente, me dice en tono súper natural 

-"No me dejes esas galletas que las compré con mucho amor para ti, Marquitos"

Entre diálogo y diálogo, cherchitas breves, añoranzas y hasta confesiones, dan las 9:00PM y se interrumpe la velada:

-"
¡Wow! ¡Es bien tarde Marcos! No te sientas mal, pero ya debes retirarte..."

-"OK, no hay problemas", digo.

Un abrazo, me despido de la señora (que hacía rato era víctima de Morfeo) y nos disponemos subir la pendiente. Al llegar arriba, hay unos 5 ó 6 muchachos en la esquina hablando de mí. Le pasamos por el lado y sin mediar palabras comenzaron medio discretos a seguirnos.

Angustiada me dice Lorena en voz ultra baja:

-"
¡Marcos!"

-"
¿Si?", le pregunto.

-"
¿Te acuerdas de la oportunidad que perdiste en la competencia?", me dice bien deprisa.

Medio confuso y extrañado le digo:

"
¿Sí, por qué…?"

-"
¡Este es el momento de ganar esa carrera perdida!"

Corrí más rápido que el famoso Ben Johnson e inclusive ahora en la actualidad, Félix Sánchez, fuera hijo mío ya que las plantas de los pies me llegaban a la nuca y caballo alguno podría tener lengua más larga que la mía en esos 100 metros que dividían su barrio del mío.

Unos meses después me enteré que Lorena se fue a los EE.UU. a solicitud de una tía suya. Jamás he vuelto sa saber de ella...
 


Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "100 Metros Planos". © 2009-2012 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

6 comentarios:

  1. Sr.
    Definitivamente debemos mandar a analizar su cabeza, done rayos le caben las historias con tanta claridad..


    Very good

    Adrian M.

    ResponderEliminar
  2. JAJAJA marcos te la comiste eso es lo k llamamos pa que digan k aqui murio k digan k aqui corrio muy bueno!

    ResponderEliminar
  3. jajaaaaa no dejas de sorprenderme cada viernes lol jimmy cotarelo

    ResponderEliminar
  4. "Tus relatos siempre me traen buenos recuerdos de una infancia media olvidada, aunque no somos de la misma edad y quien era mi contemporáneo era Arturo, recuerdo perfectamente una ocasión en la Liga de Oscar, que tu jugabas el center y dieron un batazo por ahí y tu te quedaste inmóvil mirando como la bola te pasaba por la cabeza, solo recuerdo escuchar a oscar decir, (mira esa vaina, mira esa vaina, ni se movió) jajaja".

    George Maria (Vía BlackBerry)

    ResponderEliminar
  5. Excelente! Como siempre uno se transporta leyendo sus cuentos hermano, siga así!

    ResponderEliminar
  6. Jajaja, conozco por el trecho que andabas...excelente relato, buena secuencia y sin temor a equivocarme SIN DESPERDICIOS.

    Clivet
    NYC.

    ResponderEliminar