viernes, 3 de junio de 2011

"Sentimientos Virtuales"

Desde tiempos remotos uno de las acciones que más afecta las relaciones interpersonales son las muestras de afectos. Aunque parezca algo simple, en la práctica se torna bastante complejo debido a la lucha interna de los egos del ser humano en su incansable afán de imponer su posición.

No se sabe con certeza por qué se nos hace difícil expresarle a alguien puntualmente un gesto de agrado o un llamado de atención con sutileza. Me expreso en estos términos porque cuando aprendimos a hablar supuso un avance evolutivo respecto a la forma primitiva en que el hombre se comunicaba: por señas.

Se dice que saber demasiado trae problemas. También se pone en práctica el hecho de no comentar algunas cosas para el bien común. Efectivas o no, estas herramientas funcionarán únicamente en momentos determinados porque lo cierto es que el ser humano necesita comunicarse para dejarse entender.

La tecnología aplicada a la comunicación ha traído espectaculares avances en esos menesteres. Un fax o una llamada telefónica en el pasado nos ponia en contacto en tan solo segundos con una persona en la otra parte del planeta. Hablo del ‘pasado’ como si en verdad se tratara de una eternidad.

Todo cambió para bien o para mal cuando en 1994 se hizo de uso público la Internet. De repente vías de comunicación tradicionales parecían tan obsoletas, que bien las mirábamos como objetos de exhibición en algún museo. Aconteció tan rápido que parecía una especie descontrolada de cinemática.

Con la llegada de la Internet surgieron en un abrir y cerrar de ojos comunidades virtuales y éstas evolucionaron a las ahora llamadas ‘redes sociales’. Debido al frenético interés generado por la colectividad virtual, los creadores de estas redes se vieron forzados a crear artilugios para facilitar la comunicación a los usuarios.

El problema es que esas herramientas eran, son y seguirán siendo virtuales…

-“Estaba mirando un reportaje sobre una conferencia en Europa y todo el mundo tenía
iPads. ¿Puedes creer eso?”

-“Es algo a lo que tenemos que ir acostumbrándonos”

-“Parecen imágenes surreales sacadas de una película de ciencia-ficción. Toda esta gente allí actuando como si fueran…”

-“…autómatas”

-“¡Exacto! Robots de alguna fábrica”

-“La vida rápida de los países desarrollados, sobre todo en las grandes metrópolis, obliga a la gente a actuar de esa forma”

-“Da hasta miedo. Entiendo que tenemos compromisos, pero esa automatización de la que hablamos nos convertirá más insensibles cada vez, ¿no crees?”

-“¡Vaya! veo que estas haciendo tus tareas je,je,je”

-“Con todo respeto Marcos, yo también leo y veo noticias”

-“Esa es una percepción errática de tu parte”

-“¿Por qué lo dices?”

-“Porque todos deberíamos leer e informarnos. Todo está ahí. No se trata de un club exclusivo para acceder a las informaciones”

-“Ahora que hablas de club me hiciste recordar a las redes sociales”

-“¿Las ves funcionar como un club privado?”

-“Bueno, se supone que para interactuar debes registrarte, ¿no?”

-“Efectivamente”

-“Entonces es como un club”

-“Bastante grande por cierto. La más popular sobrepasa los 500 millones de usuarios registrados. ¡Te imaginas toda esa ebullición electrónica!”

-“Si, es algo fuera de serie y a la vez extenuante y complicado”

-“Por lo menos trata de sacarle el provecho necesario porque no creo que vayan a desaparecer. Estamos viviendo en un sistema en donde todo dependerá de la información”

-“Si… eso veo… Mira ya que estamos hablando de estos temas, quería preguntarte algo que me pasa y creo que le pasa a muchos en las redes sociales”

-“Me abordas como si fuera una especie de gurú je,je,je”

-“Eres Comunicador desde mucho antes que las redes sociales fueran una realidad. Te gusta observar el comportamiento de las cosas y no me es extraño que hayas desarrollado un experticio usándolas”

-“Buena deducción Watson ja,ja,ja”

-“¡Ese humor tuyo nunca lo dejas!”

-“¿Explícame la fórmula de reir con el ceño arrugado? Je,je,je ¡dime! ¿Qué te inquieta de la red social?”

-“Cómo puedo transmitirle a alguien un sentimiento mientras chateo?”

-“Sencillamente no puedes. El uso de los emoticons te ayuda a indicarle a la otra persona tu estado de ánimo, pero sin proponérselo, el gesto se malinterpreta”

-“¿Cómo así?”

-“Quien te lee, al no verte se prejuicia de tu accionar y responde sintiéndose ofendido la mayoría de las veces”

-“¿Pero por qué si no se ha utilizado ninguna palabra ofensiva?”

-“¡Ahí está la razón! ¿Cómo envías un sentimiento virtualmente? No se puede. Debes recurrir a herramientas para que el interlocutor te interprete”

-“…ahora entiendo algunas cosas…”

-“Imagino que le has escrito a alguien y al no ver respuesta, te sientes ignorado”

-“Eso es así amigo mío”

-“Lo que pasa es que posiblemente esa persona dejó la sesión abierta accidentalmente”

-“Bueno eso se entiende ¿y qué pasa cuando siempre ves a esa persona conectada?”

-“Hay aplicaciones en celulares producto de acuerdos entre el fabricante del aparato y los creadores de una red social. Quien ande con el celular encendido, por defecto tendrá la sesión iniciada”

-“Ok je,je,je ¡mira que buen dato! por eso es bueno documentarse, pero ¿qué pasa cuando saludas a alguien y te responden con un hola bastante seco?”

-“Ja,ja,ja,ja ¿y cómo sabes que ese hola es seco? Piensa en que la respuesta es de buena voluntad. Lo que pasa es que si no usan signos de exclamación, no podrás detectar si es seco o no je,je,je”

-“…tienes razón… no todo el mundo domina eso…”

-“Te noto preocupado”

-“…es que con todo lo que me has explicado, me he puesto a pensar que ahora son muchas las disculpas que tengo que presentar…”

-“Veo con buenos ojos esa actitud. Si en realidad te quieres disculpar, concerta una cita con esa persona y así podrás expresarte mirándole a los ojos porque no hay manera de transmitir sentimientos virtualmente”

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Sentimientos Virtuales". © 2011 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

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