viernes, 17 de junio de 2011

"El Ludópata"

La palabra 'gratis' siempre llama la atención de todo ser humano ya que motiva instantáneamente el deseo de adquirir algo sin el más mínimo esfuerzo.

Este tipo de acción abarca todas clases sociales y muchas veces obvia creo o religión y cualquier tipo de profesión u oficio.

Si nos ponemos a mirar el tema desde un punto de vista llano, quizás no encontremos nada malo en lo absoluto porque a quién no le gustaría recibir algo sin tener que invertir nada a cambio.

Eso está bien, mas el problema viene cuando esa facilidad tiene un trasfondo y aún sabiéndolo, nos tornamos irracionales...

-"¿Dime qué estas haciendo ahora?"

-"Nada en particular. Estaba leyendo el periódico"

-"¿Tienes algún compromiso ahora en la tarde?"

-"Para nada. Dime, ¿qué planeas hacer?"

-"Arranca para donde estoy"

-"Bueno al juzgar por ese bullicio, estas en uno de esos lugares cerrados donde la puerta para entrar es exactamente la misma de salir"

-"Ja,ja,ja. Más o menos, pero estoy fuera del lugar en sí. Espérate, déjame moverme para otro lado"

-"OK"

-"¿Y ahora se olle la bulla?"

-"A lo lejos, pero te escucho mucho mejor ahora"

-"OK. Te decía que arrancaras para acá para compartir un rato, ver un poco de béisbol y un par de jugaditas"

-"¿Jugaditas? ¿y dónde es que tú estas muchacho?"

-"Bueno ya que usted domina la lengua de Shakespeare, como usted dice, estoy en un gaming center"

-"Ja,ja,ja,ja y debe de estar yéndote bastante bien porque me estas hablando de tu celular"

-"¡No se preoucpe mi hermano que yo tengo los poderes con tarjeta, recarga o con línea compadre! Estoy cerca de tu casa"

-"Oh en el lugar ese. ¿Y francamente qué haría yo en un lugar de esa naturaleza?"

-"¡Oígame, pero usted es el papá de los interrogatorios! No puedes negar que eres periodista!"

-"Locutor, no periodista"

-"¡Están mezclados todos!. ¡Te espero!"

-"Bueno, te advierto que iré brevemente si no me agrada lo que veo"

-"Dudo que te vayas papá. ¡Arranque pa'cá hermano!"

Llegué en un abrir y cerrar de ojos ya que el sitio donde se encontraba mi amigo, relativamente estaba bien cerca de mi casa.

Se trataba de un centro de juegos parecido a un casino de menor categoría. Un ambiente climatizado en su totalidad, insinuantes chicas, máquinas tragamonedas pordoquier, una banca de apuestas deportivas y mesas de poker y variedad de ruletas.

Aunque el lugar estaba atestado de gente, me sentía fuera de lugar al no poder divisar a mi anfitrión.

De repente, se va acercando hacia mi una espigada joven con la madre de las minifaldas, una sonrisa ganadora más senda jarra de cerveza en una bandeja bastante estilizada...

-"Buenas tardes caballero. Aquí le envía su amigo del fondo"

-"Muchas gracias", respondo mirando al final de un pasillo en donde se encontraba el susodicho

Rápidamente llego a su encuentro y entre asombro y duda le pregunto

-"¡No puedo creer lo que ven mis ojos! ¿Y qué diablos haces tú aquí hombre de Dios?"

-"Ja,ja,ja,. Pensé que lo decías por la tintorera que te dió la jarra de birra"

-"No puedo negar que se ve bastante bien, pero explícame de tí en esta cuestión"

-"Te llamé para que me dieras suerte"

-"Ja,ja,ja. ¡Ofrézcome hasta charlatán te has tornado! ¡¿Cómo voy a darte suerte si nunca en mi vida he jugado por el amor de Dios?!

-"¡Nada! Quédate ahí a ver qué pasa"

Mi preocupación implementó un récord al ver que en instantes el hombre se embolsilló cerca de 25 mil pesos. Me resistía a darle crédito a mis ojos y en otros escasos minutos entran otros 10 mil más...

-"Oye, excúsame que te interrumpa, pero ¿con cuánto iniciaste la jugada?"

-"Traje conmigo cuatro mil pesos"

-"¿Y no crees que recuparedos ya deberías detenerte? Mira que tienes ganados 31 mil"

-"¡Te dije que me darías suerte! Despreocúpate que conozco bien los truquitos de esa máquina"

-"¡Bueno, lo ideal sería que dejaras los trucos para otro día y no tentar tu suerte!"

-"No te preocupes que sólo reinvertiré lo mismo que traje y si los pierdo nos vamos"

Me desagradó esa actitud y opté por retirarme no sin antes recibir ácidas críticas del amigo.

Al día siguiente me entero que como si se tratara de un presagio al revés, estrepitosamente comenzó a invertir cantidades dobles en cada jugada y en un santiamén lo perdió todo!.

Tras infructuosas negociaciones con el gerente del lugar, tuvo que dejarle la matrícula de su vehículo, mismo éste que nunca recuperó...

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "El Ludópata". © 2011 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

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