viernes, 31 de enero de 2014

"Fritura Inglesa"

Un Sábado reciente había terminado un servicio como intérprete llegado a mí a través de una recomendación.

Se trataba de una persona que no deseaba utilizar algo estandarizado y optó por algo más personal. No es algo que acostumbro a hacer, pero el caso era especial en todo el sentido de la palabra.

Habíamos acordado un escueto encuentro que abarcaría el lapso de 8:00 a 10:00 AM. El cliente emulaba a la perfección la importancia de la puntualidad y hablaba muy bien de sus orígenes suizos. Nos encontramos exactamente en el lugar señalado 15 minutos antes de la hora señalada y al llegar miró su reloj y con un Inglés muy europeo me dijo: "This is going to be good".

Al escuchar ese acento inicié rápidamente una interacción cultural y así dinamizar el encuentro. Se trataba de un fotógrafo profesional y lo que deseaba era captuar elementos propios de la ciudad para completar un catálogo que estaba realizando de sus experiencias en el país.

Con suma precisión y actitud robótica pasadas las 2 horas extactas no me había percatado que habíamos retornado al lugar original del encuentro. Allí agradeció el servicio, pagó y se retiró.

Consideré la experiencia basada en la actitud simple del cliente y decidí ir a una fritura para darme un baño de pueblo para variar...

-"Buenos días joven. Cuando pueda por favor me da 4 yaniqueques, una jamoneta, un huevo y un jugo de china pequeño"

-"Ok, le atiendo en un momentito señor"

-"Oiga, pana ecúseme páseme la gusacaca", me dice un cliente en el atestado lugar

Ví con asombro la singular mezcla de espaguetis, huevos, jamoneta, fritos y yaniqueques que el muchacho había ordenado. Una combinación letal para el estómago aunque por alguna razón, muchos practicantes de esa acción medio se han inmunizado inexplicablemente.

-"Aquí tiene mi don: cuatro yani, una jamoneta, un huevo y le traigo el juguito ahora. ¿E' pa llevá o se lo vá a comé aquí?", me pregunta la dependiente

-"Pero ven acá mana ¿tú 'tá loca?. Tu no sabe que el don aquí e' un hombre de la televisión. ¡Esa vaina e' pa llevá!", responde el muchacho a mi lado

-"¿Pa llevá entonce mi don?", pregunta la muchacha confundida

-"No. Está bien. Voy a comérmelo aquí"

-"¡O sea que el movie man se da su bañito de pueblo!", insiste el muchacho

-"No quiero que te sientas mal, pero ¿Cuál es el problema de comerme esto aquí?"

-"Oh loco que utede son gente a otro nivel. Yo nunca me iba a imaginá velo a uté aqui"

-"Bueno, antes que cualquier cosa. Yo también soy dominicano y de vez en cuando este tipo de comidas uno las hace en su casa también. Hoy decidí hacerlo en el luga original"

-"Diablo loco pol eso e' que uté me bufea. Uté habla así como tó setiao jejeje. Ahora e´que eta vaina e' buena manín"

Me río mostrándole un gesto de agradecimiento y simulando ingenuidad me pregunta

-"Don, ¿e' veldá la hitoria del yaniqueque?"

En eso casi todos los presentes me miran (sin dejar de comer) esperando la respuesta

-"Bueno hay dos historias: una de ellas es que viene del término Johnny Cake's, que supuestamente fue uno de los colonizadores de Nueva Inglaterra y la otra versión es que podría ser una corrupción gramatical tanto de Journey Cake o Shawnee Cake"

-"¡Hey pero uté e' una computadora andante je,je,je er diablo!"

-"Tú también podrías serlo. Es simple cuestión de sacar tiempo para leer un poco"

-"No creo manín. El inglé y yo no hemo emburujao' y nunca puedo con él"

-"¿Dónde tú trabajas?", le pregunto

-"Soy motoconcho y mensajero de una casa e' cambio"

-"¿Trabajas todos los días?"

-"To' lo' día y lo' sábado' hata la 12"

Al terminar de comer, le pedí que me acompañara y lo puse en contacto con una persona ligada a un instituto de idiomas. Actualmente está estudiando Inglés. Cuando nos vemos en la calle me vocifera enérgicamente: "Tíchel jao ar íu!"

Sobre el origen de Yaniqueque, hay que destacar que Journey Cake obedece a que Journey es viaje en Inglés y se dice que los viajeros llevaban el queque en las forjas de sus caballos para comer durante el viaje.

En el caso de Shawnee, éstos eran los aborígenes que se cree enseñaron a los colonizadores a preparar los queques. La gran interrogante no contestada aún hoy en día es si en verdad hubo un tal Juanito (Johnny).


Por Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Baño de Pueblo". © 2010-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 24 de enero de 2014

"Todos Somos Cristianos"

Hace más o menos como un mes antes de mi regreso a la TV local, fui invitado a un programa dominical con motivo de una entrevista respecto a la vida artística de Michael Jackson.
La cita había sido originalmente en el fin de semana de la repentina muerte del cantante, pero no se pudo realizar.

Como no dispongo de transporte, me fui en un carrito público.
Ya dentro del vehículo (había una joven en la parte trasera) se desarrolla el siguiente diálogo:

-“Amigo uté’e el primero de eta noche”, me dice un sudoroso y animado chofer.

-“Está dura la cosa, ¿eh?. No se preocupe. Quizás en par de vueltas más se consiga unos cuantos pasajeros y cuadre la noche. Mientras tanto, cóbrese”, le digo.

-“¡¡¿Cuadrá?!! ¡¡¿y’e’fácil?!! Ete carro no e’ mío. De aquí tengo que sacale lo del dueño y lo que me quede e’pa la familia”, me dice un tanto angustiado.

Para darle un poco de ánimo le digo:

-“Mire usted se ve que es un hombre de batalla. No sé cómo comprobarlo, pero es casi seguro que dará par de vueltas y conseguirá algo extra”.

-“¿Uté e’ critiano?”, me pregunta.

-“Todos somos cristianos chófer. Lo que pasa es que nos cuesta a veces serlo”, le dije.

En eso le solicito que me deje ya que llegaba cerca de mi destino final. Al apearme, la jovencita que se encontraba atrás dice que se va a pasar para sentarse adelante. Me dispongo a abrirle la puerta para una vez que entre, cerrársela y al entrar, cierro la misma y pasan dos adolescentes en un motor y el de atrás me vocifera a risas:

-“Jajaja ¡mira ete palomo dique cerrando puelta! ¡Palomaso!”.

Dejo sin efecto el asunto y cuando voy a cruzar la calle el chofer me dice:

-“Mire, hágame el favor”.

Miro para ambos lados antes de cruzar y al llegar de lado de su puerta, le pregunto:

-“¿Dígame?” En eso noto que él está buscando en el compartimiento donde tiene el menudo y me dice con dinero en manos:

-“Tenga su dinero”.

Atónito le digo:

-“Pero, ¿por qué?”.

-“Uté’e un caballero. No sabía que en ete bendito pueblo habían todavía gente decente”, me dice.

-“Bueno, gracias por el comentario, pero quédese con eso, que éste es su trabajo”, contesto.

-“Mire en verdá siento dárselo, yo sé que toy apurao’, pero uté me ha llenao’ de satifación con su conducta”, me anexó.

-“No se preocupe. Sigamos siendo nosotros y quizás las cosas cambien. Cuídese”.

La semana de inauguración del programa de TV que marcaba mi regreso a los medios recibí una curiosa llamada. Al momento de finalizar mi participación, el control máster me hace señas que tengo una llamada y aunque no había solicitado la misma, accedí y me dicen:

-“Amigo le habla el chofel de aquel día”.

-“¿El chófer de cuándo dice usted?”, pregunto medio en el limbo.

-“Del día que uté se comportó como un caballero”, me dice.

-“Ah jejeje ¡OK! ¡¿Cómo se siente?!”, le pregunto.

Enérgicamente me responde:

-“Bien y contento de verlo en su programa. ¿Sabe algo?”

-“No, dígame”, le pregunto.

-“Aquel día al dejar a la jovencita, me llamaron un grupo de critiano pa’ una carrera al sector de Quisqueya Vieja. Logré lo del dueño y algo pa’mí. Ahora sé que e’verdá que todo somo critiano”.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Todos Somos Cristianos." © 2009-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 17 de enero de 2014

"Falso Octanaje"

La situación económica a nivel mundial está cada vez más agresiva y se torna sensible en países donde el factor dinero es determinante.

A nosotros nos parece más bien una situación global, pero condicionada porque hay lugares en donde ningún factor económico siquiera incide en las vidas de unos cuantos.

Se dice que hay que hablar por la experiencia propia, aunque si encendemos el televisor, vemos que tanto en esta parte del Altántico como en el Viejo Continente y más allá, la similitud con la tragedias personales nos es inherente.

En República Dominicana, aparte de lo colorida de nuestra cultura, la mayoría de las desgracias son tomadas a tono jocoso y no sé si será por este tipo de actitud que se buscan tantas alternativas inimaginables a los diversos problemas, pero de que somos especiales, lo somos.

El tema actual es el de la gasolina. A nosotros y a otros 13 países del área nos tocó en el 2005 ser parte de las naciones que gozarían del llamado Acuerdo de Cooperación Energética, mejor conocido como Petrocaribe creado bajo una iniciativa del gobierno liderado por Hugo Chávez Frías en Venezuela.

El acuerdo facilitaría la garantía del preciado combustible a precios ultra módicos en comparación con la compra del mismo en el mercado internacional y eso de alguna forma, representaba un gran respiro desde aquellos con diminutas empresas, hasta gigantes del comercio.

De un momento a otro una debacle mundial se apodera de todo y de todos dejando atrás anhelos inmediatos de que "todo estará bien". Todo sube automáticamente al dispararse los precios del líquido natural que da como derivado la ansiada gasolina y nos vemos inmersos en un auténtico caos social.

Buscando opciones de ahorro, la gente se ha visto forzada a disminuir el uso excesivo (y muchas veces indiscriminado) de vehículos de motor de cuatro ruedas. Gente que andaba en grandes jeepetas ahora usan de manera discreta el motoconcho y éstos últimos, se quejan al cielo por el alza del precio del combustible.

Recientemente me dirigía a una de las grandes tiendas que tenemos en la ciudad a los fines de buscar unos DVDs para grabar un especial musical de varios grupos de los ochenta que transmitirían por un reconocido canal por cable estadounidense...

-"Buenas tardes joven"

-"Buenas se­ñor. ¿En qué le servimos?"

-"Gracias, muy amable. Ando buscando unos DVDs"

-"Ah mire ahí están todos los que tenemos. Los que están sueltos son más baratos que los que vienen en su cajita"

-"Je,je,je..."

-" ¿Qué le causa risa?"

-"No, no. No te ofendas es que éstos son todos CDs no DVDs"

-" ¿Cómo así? ¡Para mí todo eso es lo mismo!"

-"No, mira. Los que busco deben tener la inscripción D V D. Eso indica que son para grabar imágenes en vídeos. Los CDs son para audio, o sea para grabar música"

-"Ay excúseme..."

-"No pasa nada. No te preocupes"

Por fin encontré mis DVDs y al cobrarme los mismos procedo a retirarme y cerca de la puerta de salida principal visualizo a una persona de la tercera edad que tenía tiempo sin ver.

De lejos me saluda mientras bajaba las escaleras eléctricas...

-"Hola mi hijo, ¿cómo te ha ido?"

-"Todo bien gracias a Dios ¿y a Usted?"

-" ¡Aquí en la lucha diaria!"

-" ¡Así estamos todos!"

-" ¡¿Y todavía andas en motor?!", pregunta al ver que llevaba en manos un casco

-"Sí, con el tipo de diligencias que hago es más práctico"

-"Pero en esos aparatos se arriesga la vida"

-"Ese es otro riesgo que tomamos a diario. Además como está ahora la gasolina gasto menos en una motocicleta que en un vehículo de cuatro ruedas"

En eso nos despedimos y para mi sorpresa, veo cómo el señor aborda un motoconcho en el desmesurado parqueo del lugar.

Luego me enteré que compraba gasolina para tener parqueado su vehículo en su casa y salir en él nada más los fines de semana.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Falso Octanaje". © 2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

viernes, 10 de enero de 2014

"Temas Etéreos"

Uno de los aspectos que más lástima me da entre los seres humanos, es la negativa que adoptan al ser corregidos.

Encima de eso y que es aún peor, sobre algo que no conocemos o sabemos.

En la cultura dominicana, es típico ver estos casos y los "todólogos" aparecen de la nada constantemente.

Un fin de semana cualquiera correspondiente al último trimestre del 2009, me encontraba compartiendo con Yeralffi, amigo de hace unos años, ex compañero de trabajo, quien además es amante del fútbol y la música con sentimiento.

Por razones de estudio, Yeralffi vivía en Santo Domingo y cuando tenía la oportunidad, coordinábamos para compartir en uno de esos fines de semana en La Romana.

A pesar de su corta edad, siempre me llamaba la atención su vasto conocimiento respecto a canciones que no eran de su época. Hablar ampliamente de José José, Anthony Ríos o Leo Dan, es algo muy normal en él.

Aprovechando ese fin de semana, nos pusimos de acuerdo para intercambiar impresiones y actualizarnos respecto a nuestras actividades actuales. Fuimos al famoso colmado "frente al Papagayo":

-"No quería decirte nada Yeral, pero ya que te gusta tanto la música del ayer, hablé con el dependiente para que sintonice una emisora que pauta ese tipo de música".

-"Eso veo. Además este sitio está lleno de gente de edad avanzada. 
¡Ahora sí es verdad que me siento joven!"

-"
¡Hey, no te pases! jejeje ¡Es verdad que hay señores aquí que pasan de 55, pero no me incluyas en el grupo!"

-"Es que me asombré cuando me dijiste que podíamos escuchar música vieja en este lugar. Ahora sé por qué vienes aquí. Se puede hablar y escuchar buena música"

-"Bueno, no es para tanto. Lo que pasa es que hoy es Domingo en la mañana y a esta hora, se les da un chance a esta gente que opta por venir aquí y remembrar su época"

-"
¡Anjá! y así dices que no estas incluido jajaja"

-"
¡Corrección!: Estamos aquí por la razón que te dije antes. Quería que comprobaras que aún existen lugares en donde se puede compartir a pesar de tanta modernidad"

-"Es verdad. 
¡Creo que seguirás siendo mi Máster!"

-"Jejeje que va. Desde que nos conocimos, te daba consejos y vi que te gusta escuchar. De ahí nuestra amistad"

-"
¡Eso es así!"

Tras un largo rato de solicitudes telefónicas (teníamos al Locutor fascinado por las peticiones), entra al colmado un amigo quién se desempeña como Ingeniero, pero es más amante de las letras que de las edificaciones.

Saluda decentememte, le presento a Yeral, se dan la mano y acto seguido se excusa con Yeral y me pide que le acompañe a su vehículo:

-"Siéntate ahí. Dejé el CD player en pausa. Oye esa vaina y cuando vuelva me dices qué te parece"

Se retira al colmado a comprar una cerveza. Accedo a quitar la pausa y escucho un fragmento de la canción. Vuelve en un abrir y cerrar de ojos y me pregunta:

-"
¿Qué te pareció?"

-"Bueno estaba un poco confuso por la fusión de ritmos brasileños y elementos clásicos. Ese es Yo-Yo Ma"

-"
¡Exactamente! ¡Yo sabía que no me quedarías mal!. La canción se llama 'Chega de Saudade' y es parte del su CD Obrigado Brazil".

-"Sí, es de 2003. Yo-Yo Ma quedó fascinado al llegar a Brasil con su música y el fervor de sus féminas jejeje"

-"
¡Correctísimo! no se me ofenda, pero de dónde carajos conoce usted a Yo-Yo Ma?"

-"jejeje te digo ahora. Volvamos al colmado que tengo a mi amigo esperándome"

-"Claro, que sí. 
¡Pero que quede claro que me excusé con él antes de pedirte que vinieras al vehículo!"

-"No te preocupes. No hay problemas con eso. 
¡Ven! compartamos juntos"

Nos confudimos entre varios temas de actualidad, cada quien opinando y el Ingeniero se asombró doblemente al ver que cada vez que sonaba una canción, Yeral la identificaba en el acto.

El otro aspecto fue mi confesión relativa a Yo-Yo Ma, que en realidad vi su foto en un ejercicio gramatical en un método de Inglés en 2005.

Entre debates sanos en torno a nombre de canciones, fechas, composiciones y risas, recibo una seña por parte del dependiente del colmado, quien me indicaba que alguien desde afuera me quería ver.

Se trataba de un conocido, quien es la clase de persona que se las sabe todas, de esos que siempre tienen proyectos (nunca inician o los terminan) y critican enérgicamente el hecho de que uno se dé los clásicos 'baños de pueblo'. Salgo y le saludo:

-"
¡¿Cómo y usted por aquí?!"

-"Pasaba por el área y al ver tu passolita me paré a saludarte"

-"Se le agradece el gesto"

-"Oye, no te ofendas pana, pero
¿qué diablos haces tú metío en ese colmado con una recua de viejos?"

-"Bueno, ando con un amigo que vino de la Capital y recién se nos unió otra persona quien es Ingeniero y los presenté. El resto de los que llamas viejos, son también profesionales. O sea que no veo nada anormal en este lugar"

-"
¡¿Profesionales!? ¡bueno si tú lo dices! Ya me imagino lo que están escuchando!"

-"Tal y como lo descifraste: Temas etéreos"

-"Ay mi madre! se ve que ya has bebido bastante jajaja Me vas a excusar porque eres el Profesor, pero lo correcto es: temas en estéreo, Marcos"

-"Corrección amigo mío: dije literalmente 'temas etéreos' y me referí a un tópico vago, que no es sustancial. En otras palabras, con poca determinación. Si no te importa, te dejo ahora que tengo gente esperándome. 
¡Nos vemos!"

Una semana después me llamó y me confesó que no conforme al llegar a su casa, buscó en Internet la palabra 'etéreo' y que la definición concordaba con lo que le había dicho.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Temas Etéreos". © 2010-2014 Marcos Sánchez. Derechos reservados.

viernes, 3 de enero de 2014

"Calentador Constancero"

A finales de los noventa, me encontraba laborando en Costa Visión, desaparecido canal local del sistema de clable de La Romana. Como toda entidad organizada, la planta televisora tenía actividades sociales para sus empleados y dentro de éstas, se encontraba el softball como disciplina deportiva.

Desde muchacho me gustaba el béisbol, pero nunca me dieron la oportunidad a desarrollarme o quizás fui un mal pelotero. Lo cierto fue que me había alejado de esas actividades hasta ese momento.

No quería jugar, pero me llamó la atención de un torneo que estaban organizando el canal fuera de la ciudad.

El responsable era un periodista quien pertenecía a un equipo local de softball y vía una serie de contactos había logrado congregar equipos de otras latitudes de la isla y en retorno, quien ganara o perdiera, invitaba al otro a su ciudad natal. De esa forma fue que nos invitaron a Constanza...

-"Don Marcos me dijo la secretaria que usted no se registró para el juego"

-"No quiero hacerle sentir mal Elpidio, pero me quedé frustrado de muchacho con eso de agarrar un bate y una pelota"

-"Jejeje. Pero fíjese que hay una gran diferencia entre el softball y el béisbol. Todo es más suave en el primero y además se goza un mundo porque aunque usted pierda, como quiera hay celebración. Mire a ver y anímese!"

-"Bueno Elpidio, de ir lo haría para apoyarles moralmente, pero francamente no jugaría"

-"Jejeje eso dice usted ahora jejeje. Cuando lleguemos allá veremos..."

Me dirigí al área donde estaba la secretaria y le comento:

-"Secre, cambié de opinión respecto a lo del viaje. Anóteme ahí"

-"¡Cómo! jajaja ¡ay mi madre! ¡usted va a jugar softball! jajaja. Eso lo filmó yo para los archivos del canal!"

-"No se emocione secre. Mi participación es en calidad de narrador"

-"Anjá jajaja. Deje que lleguemos allá"

Me quedo pensando en qué realmente había en Constanza que llamaba tanto la atención de todos. Dado el caso de que el presidente del canal era una persona consciente en materia tecnológica, Costa Visión estaba dotada de Internet y rápidamente me lanzo a buscar información sobre esa ciudad.

Todo me era natural respecto geografía física del lugar, el tipo de turismo que se practicaba, la forma de la gente, la distancia desde La Romana allá, su economía. Hasta ahí, todo estaba bien excepto el hecho de haber pasado por alto la precisa información del registro temperatura media anual de 14 °C a 18 °C y a veces 10 °C o menos en Invierno.

Por fin llega el día del viaje y yo en extrema felicidad ya que el bus donde nos transportaríamos tenía un sofisticado sistema de comunicación y ya se puede usted imaginar lo mucho que se habla en una gira de comunicadores.

El trayecto se vio matizado por anécdotas de todo tipo relatadas por los integrantes de la gira, cuentos de todos colores, risas, filmaciones para documentar el viaje, fotografías y obviamente, incluído en el refrigerio, cerveza, whiskey y una gama amplísima de picadera.

Llegamos Constanza cerca del medio día y sin pérdida de tiempo, fuimos recibidos por una ultra afable comitiva en el parque central de la ciudad. Allí se dio un intercambio de impresiones, abrazos, una extendida batería de toma de fotos y miradas insinuantes ante las féminas.

Nos dirigimos al hotel donde nos quedaríamos para organizar todo y de una vez iniciar el primero de tres juegos.

Como mis funciones eran de comentarista, no tenía prisa en asuntos de uniforme y me quedé un buen rato inspeccionando el área. Al finalizar, paso por el lobby y me aborda la recepcionista:

-"¿Le gustó el lugar señor?"

-"¡Sí, mucho! ¡Esto aquí es bien bonito!"

-"¿Primera vez en Constanza?"

-"Sí. Nunca había estado en este lugar, pero la experiencia hasta ahora ha sido más que agradable"

-"Gracias. Disculpe, ¿cómo debo llamarle?"

-"Marcos es mi nombre. A su orden señorita"

-"Sr. Marcos, veo que usted no lleva uniforme"

-"Si, lo que pasa es que soy parte del equipo de comentaristas"

-"¡Oh que bien!. ¡Supongo que usted debe tener una de esas voces agudas!"

-"Jajaja. Para nada. Muy natural, pero intentamos hacer bien las cosas. Bueno antes de irme quería preguntarle algo sobre el baño"

-"Muy bien. Dígame"

-"Cuando entré vi en la ducha que..." (suena el teléfono)

Se disculpa la recepcionista y dentro de su diálogo llega Elpidio:

-"¡Don Marcos!"

-"Oh, Elpidio ya iba para el estadio"

-"Venga, venga que lo estamos esperando. Así se familiariza con los locutores anfitriones"

Le hago señas a la muchacha de que hablaríamos más tarde y ella me devuelve el gesto con una amplia sonrisa.

Jugamos los primeros 2 juegos, que por cierto se extendieron bastante y también perdimos los mismos. Como era tradición, lo importante del encuentro no era el torneo en sí, sino confraternizar sin importar el ganador.

El asunto se extendió bien rápido y la tarde le cedió el paso a las primeras horas de la noche. Se sentía un frío intenso amén de que en la tarde hubo un radiante sol y poco a poco, cada quien se fue retirando a su habitación.

Cuando llegué a recepción ya no había nadie y para no entorpecer nuestra condición de huésped, objeté llamar a alguien de la administración.

Ya en mi habitación, me quito la ropa y en toalla me dirijo al baño. Dentro de la bañera no veo por ningún lugar algo que se parezca a un calentador. Abro la ducha y cuando me cae esa heladísima agua que parecía cuchillo vocifero:

-"¡Uepa compadre!"

Las habitación de Elpidio estaba contigua a la mía, se levanta rápidamente y me pregunta:

-"¡Don Marcos!, ábrame la puerta!, ¡¿qué pasó?!"

-"No...hay calen...tador...Elpi...dio...", respondí entrecortado.

Al día siguiente me explicaron que la hora adecuada de bañarse era preferiblemente antes de las 4:00 P.M.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Calentador Constancero". © 2010-2013 Marcos Sánchez. Derechos reservados.