viernes, 14 de marzo de 2014

"Lección de Vida"

En 1991, terminé mis estudios de Inglés en el desaparecido "Centro de Inglés La Nueva Era". Tenía 20 años.

Mi padre se percató de que tenía una fascinación con la lengua de Shakespeare y vía una tía, me hacen diligencias para ir a seguir estudiando el idioma en Santo Domingo los Sábados.

Mi tía me hizo gestiones en el Dominico-Americano, pero no quedé conforme ya que no me ofrecían oportunidad para una beca. Me llevó entonces al ahora desaparecido Boston Institute en la JFK con Siervas de María.

Allí, tomo mi examen de nivel con un interesante método llamado 'Streamline'. Ultra animado hago inmediatamente las gestiones con el director respecto a qué debo hacer para aspirar a una beca y me comunica que sólo necesitaba cinco notas consecutivas por encima de 90. Acepté el reto. Salimos y entonces nos paramos en la JFK a esperar una guagua pública:

-"Mire sobrino, quiero que preste atención: Desde aquí usted lo único que tendrá que hacer es tomar la guagua y se va directo hasta la Duarte con París".

-"OK, tía. No hay problemas", le digo.

Al llegar a la Duarte con París me dice que tenía dos opciones: o caminaba toda la calle hacia abajo o tomaba un carrito hasta el Parque Enriquillo. Tomamos un carrito y al llegar al parque, nos dirigimos a la parada de La Romana y antes de subirme en el expreso me dice:

-"Sobrino ya usted vio cómo de fácil es el asunto de allá para acá".

-"Sí, tía. Es sumamente fácil", le digo.

-"Bueno, ahora le voy a explicar cómo llegar allá una vez usted entre a la Capital. No se preocupe que es más fácil aún", detalla en tono conciliador y continua:

-"Cuando usted entre a la Capital, la guagua tomará la 27 de Febrero y cuando ésta se una con la Duarte, usted se queda ahí y pide un carrito u otra guagua 27 derecho con San Martín. ¿Está bien?. Si quiere se lo copio".

-"No, no tía. No se preocupe. ¿Qué tengo que hacer una vez esté en la San Martín?", le pregunto.

-"Seguirás todo el tiempo derecho y le pedirás al cobrador que te deje en la bomba que está en la Lope de Vega. Te apeas ahí y si miras a tu izquierda verás el instituto".

-"¡Perfecto!. ¡Gracias tía!. ¡La bendición!", le digo.

-"Dios te bendiga hijo mío y me saludas a tu papá y tu mamá!”.

-"OK. ¡Bye tía!"

-"¡Ah! ¡Marcos, espera!”, me dice.

Me da el teléfono de su casa por si acontece algo y vuelve a darme la bendición. Me despido con un fuerte abrazo, me subo en mi expreso y llego a mi casa sin dificultad gracias a Dios.

El siguiente sábado, me levanto temprano ya que era el primer día de clases y éstas iniciaban a las 9:00 AM. Tomo mi expreso rumbo a mi instituto. La gente dialoga, algunos escuchaban música, otros leían y de un momento a otro, me duermo.

Con el bullicio capitalino, me despierto y me doy cuenta de que llegué al Distrito (¡todavía con un sueño de todo el size!). Una vez en la 27 con Duarte, cojo una guagüita al indicarme que van por la San Martín, pago y entre cabeceo y cabeceo, ¡me duermo nueva vez!.

Pasamos como 5 estaciones de gasolina y yo durmiendo hasta que el cobrador me dice:

-"¡Amiguito! ¡Depiéltese! ¡¿Pa’dónde e’que uté va?!".

-"Discúlpeme. Yo voy para el Boston Institute ahí en la JFK".

El cobrador mira al chofer, se ríe y me dice:

-"Bueno amiguito, uté ‘tá bien lejo de ahí. Eto por aquí se llama Pintura!".

-"¡Qué vamos a hacer!, déjeme por aquí y dígame por favor cómo llego".

-"Coge un carrito de aquel lao de la calle y dile derecho. Tiene que ‘tá pendiente a tu derecha to’el tiempo".

Tomo mi carrito hasta que por fin veo a Dios al divisar al buen rato, ese gratificante y enorme letrero que rezaba 'The Boston Institute'. Pago mi carrito y como flash subo las escaleras hasta el tercer piso. Al llegar noto un lúgubre pasillo que contrastaba irónicamente con un impecable aspecto. ¡Eran las 9:15 AM!

Toco tímidamente la puerta en el aula que me correspondía:

-"Are you from this class?", pregunta mi profesor.

-"Yes, I am", le digo más asustado que un ladrón atrapado a quema ropa.

-"OK. Come on in", me dice.

Abrazándome camina hacia al centro del aula y se dirige al pleno diciendo:

-"OK guys! As I was telling you before Mr..." se vira y me pregunta: "What you said your name was?".

-"Marcos, teacher. Marcos Sánchez from La Romana".

-"OK Marcos Sánchez from La Romana. (se ríen todos) Since you came 15 minutes late, you’ll have to pay a fine of 15 pesos for each minute. Otherwise, I’ll send you to the Principal’s office".

Evidentemente pagué los benditos 15 pesos por cada minuto tarde y así evitar ir a la oficina del director y con eso, frustrar mis aspiraciones de una beca. En el recreo, el profesor me explicó por qué había puesto conmigo el ejemplo y le dije que en realidad necesitaba el dinero porque había gastado demás por haberme perdido.

Me dijo que no podía hacer eso porque con ello aprendería a ser más responsable con el tiempo y a estar pendiente de las cosas. Al rato veo que pagó un café y unas galletitas...¡con mis 15 pesos!.

En ese momento me sentí bastante mal, pero nunca he desafiado la lógica y accedí a aprender mi lección. Antes de terminar el recreo se me acercó una compañera y me comentó que eso le pasaba a todo aquel que llegara tarde que no lo tomara personal.

Llamé a mi tía. Le expliqué lo sucedido y me repuso lo que había gastado demás.

Al siguiente sábado, llegué una hora antes de abrir el instituto. Ví llegar desde el seguridad de relevo hasta el personal de la cafetería, pasando por administración (director incluído) y mis compañeros. Por fin dan las 9:00 AM y entramos.

El Profesor llegó sin excusa a las 9:30 AM y de una vez me levanté y le dije:

-"Teacher! I really need to tell you something very important!".

Salimos al pasillo y le dije mirándolo fijamente a los ojos en Español:

-"Devuélvame mis 15 pesos por llegar tarde y págueme otros 15 por ser la 9:30 AM si no quiere que enfrente de todos le diga cómo se siente aprender a ser más responsable con el tiempo y estar pendiente de las cosas".

Me dieron mi beca y pasé todos los cursos sobre 95. Aún conservo esos 30 pesos. El Boston Institute desapareció hace ya varios años.

Por: Marcos Sánchez. Cuentos Sociales: "Lección de Vida". © 2009-2011-2014 Marcos Sánchez. Todos los derechos reservados.

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